28 de agosto de 2010

MENSAJES

Mensaje Nº 01 – P

PEDID MI LUZ
Le pedí tanto a mi Diosito y a la Virgencita que esa noche se me presentó en sueños. Esa fue

la primera aparición que tuve de ella, de nuestra Madre.
La Virgencita me dice:
“Tus penas son escuchadas, pero no pidas en oscuridad.
Pide con luz, porque Yo Soy Luz”
MARÍA ROSA MÍSTICA, 03-02-2000
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Mensaje Nº 02 – P
ME ANUNCIA QUE ME SANARÁ

Después la volví a soñar dos veces. La he visto como suspendida en el aire y viene hacia mí.
En sus manitas tiene algo rojo, como sangre. Es en forma de flor.
La volví a soñar, entonces la Virgen me dice que vaya a la iglesia a confesarme y a recibir

la bendición, y que Ella me va a devolver los oídos.
Yo fui a la Iglesia y con el Padre Maximiliano, de la parroquia de “El Bermejo”, me confesé,

como la Virgen me lo pedía.
Ella tenía una voz muy dulce y suave.
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Mensaje Nº 03 – P
ANUNCIA UN MILAGRO AL SACERDOTE
Soñé con la Virgen. Me dijo que fuera a la Iglesia para que le dijera al Padre:   
“Hombre de poca Fe, sé mas creyente. Te traigo la Buena Nueva. Antes de veinte días verás el

milagro, y tu familia que no quería que tú decidieras por el sacerdocio, se verá regocijada

en la Palabra Divina.
Antes de veinte días será reconocido por todos y verás el milagro en la Iglesia: Si ahora

vienen diez feligreses, vendrán veinte. Si vienen veinte, luego vendrán cuarenta, y así

verás la Iglesia llena.
Esta es la palabra de la Virgen.”
Luego, en sueños, la Virgen me dijo que a las 10 Hs. saliera al jardín, donde prometí hacer

la Gruta. Al hacerlo, durante la mañana siguiente, a cuatro o cinco metros del lugar, se me

apareció la Virgen. Esta es la primera vez que la veo en persona, como veo a cualquier ser

humano.
Tiene en sus manitas una rosa roja en el medio, y dos blancas a cada costado. Al mismo

tiempo sentí un perfume exquisito, algo realmente inexplicable.
MARÍA ROSA MÍSTICA, 27-07-2000
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Mensaje Nº 04- P
A MI PUEBLO
La Virgen, en sueños, me dice que no haga la Gruta porque “Mi Pueblo la va a hacer, y serán

ellos quienes traerán mi imagen. Cuando esto suceda quiero que vaya el sacerdote, el

bendecirá este lugar santo.
Vendrán cientos y cientos a este lugar y yo renovaré la Fe que muchos han perdido”
MARÍA ROSA MÍSTICA, 27-07-2000
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Mensaje Nº 05- P
EL MILAGRO – MI CURACION
Hoy se me presenta la Virgen. En el sueño me dice:
“Ve a la iglesia. Dile al sacerdote que te unja los oídos porque el día prometido se acerca

y da gracias por haber creído en mi palabra, en Mi Nombre.
Yo Soy María, cual nombre me dan Rosa Mística.
Dile al sacerdote que en este día de reposo lo anuncie en La Ceremonia Dominical, porque

este día es especial, ya que Yo estaré presente y todos notarán mi presencia.
Quiero que al término de la Ceremonia, repiquen las campanas.
Todo el que tenga oídos oirán que mi voz los llama.”
Yo estaba en la misa y al término de la Ceremonia sentí una voz que me dice:
“Ven”.
Yo me levanté y mi esposa me pregunta “¿A donde vas?”, “Voy al Altar, porque me llama la

Virgen”, contesté. Me dirigí al altar, pero la imagen de la Virgen está en alto, sin embargo

Ella se me presentó abajo…asombrado yo caí de rodillas. Ella se acerca hacia mí y sentí sus

dos manos que se apoyaban en mis oídos.
En ese momento de “destaparon”, sentí una explosión, me retumbaba todo. Yo lo único que

hacia era llorar, me abracé a mi esposa, a mi hija, al sacerdote.
Ahora escucho como antes, pues yo había perdido prácticamente los oídos.
Doy gracias a mi Virgencita y a Dios. Fue la segunda vez que la vi con mis ojos abiertos.
MARÍA ROSA MÍSTICA, 13-08-2000
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Mensaje Nº 06 – P

MI NOMBRE

“Levántate y ve a dar testimonios en mi nombre: María Rosa Mística, de los sucedido en la

casa de Dios”.
“Tengo el corazón acongojado porque veo a mi Pueblo como se destruye, como camina por el

camino equivocado. Pido que alcen la mirada al cielo y hagan una plegaria, y en día de

reposo vayan a la Iglesia a escuchar la Palabra de Dios; encontrarán el camino correcto.
Yo estoy en cada uno de Ustedes; busquen dentro.
Limpia tu cuerpo porque es la casa de Dios. Saca todo lo malo: la maldad, el egoísmo, la

envidia, la traición. Pide perdón a quien ofendiste, perdónate a ti mismo y verás la Gloria

de Dios.
Yo aliviaré sus penas, sus angustias, su desesperación. Todo aquel que viene a Mi, viene a

mi Hijo y al Padre. El que tenga oídos oirá, y verán que mis palabras son verdaderas. Y el

que confía en Mí, confía en mi Hijo y el Padre.
Yo, en estas simples palabras, les doy mi bendición, la de mi Hijo y del Padre.
El que reciba mi testimonio será bendecido, engrandecido en la Palabra de Dios. Quiero que

todo aquél que está confundido, extraviado, busque el camino correcto.
Yo estoy con ustedes. Pidan con fe, yo estaré para aliviar su dolor.
No te pierdas del camino del Bien, que Yo te estoy esperando.
Que vengan a Mí en día de reposo a buscarme, Yo estoy con mi hijo y el Padre.
Les doy mi bendición.”
MARÍA ROSA MÍSTICA, 17-08-2000
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M
ensaje Nº 07 – P
ENCONTRAR MI CAMINO
Hoy recibí este mensaje. Me dice:
“Ve a dar los testimonios recibidos porque son para mi pueblo.
Es un llamado para todos. Ya no quiero ver tanto dolor, pido que recapaciten y encuentren en

mi Hijo y el Padre la paz, y que encuentren el camino del Bien. Pido a todos que el día de

reposo vayan a la casa de Dios, a la Misa dominical, encontraran la paz. No tan solo la

encontrarán sino que se encontrarán a si mismos; y tu vida habrá cambiado porque Yo estaré

contigo.
Ve al sacerdote y de tu confesión, recibirás todas las bendiciones.
No pierdas la fe, porque Yo estoy contigo. Da el testimonio: lo sucedido en la Casa de Dios.

Que te hagan toda clase de estudios a tus oídos para que vean y comprueben que Yo estoy

contigo y que lo que digo es verdadero.
Muchos no creerán pero el que tenga oídos oirá, y verán y comprobarán que mis palabras son

verdaderas.
Hay tropiezos y caídas.
Tú nunca pierdas la fe.
Yo estoy contigo”.
MARÍA ROSA MÍSTICA, 18-08-2000
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Mensaje Nº 8 – P
LLEVAD MIS PALABRAS
Hoy, a la mañana, siendo las 09:13 Hs. saco la imagen de la Virgen y regreso, cuando siento

que me llama. Me doy vuelta hacia su voz y ahí está la Virgen. Ella me dice:
 “Ve y lleva mi mensaje. Hoy serás escuchado”.
Deja un perfume indescriptible, no tengo palabras para explicarlo. Es tan grande la emoción

que no hallo palabras….
Hoy fui a la iglesia a dar en la misa mi agradecimiento a la Virgen por lo sucedido, que me

devolvió los oídos.
MARÍA ROSA MÍSTICA, 20-08-2000
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Mensaje Nº 09 – P
CUANDO NECESITES UNA MANO
Hoy sueño con la Virgen. Ella me dice:
“Da este testimonio en mi Nombre a mi Pueblo:
Estoy muy triste… y es tan grande mi dolor. Veo como se están destruyendo…
Pido que salgan de las tinieblas, del camino de la oscuridad., porque es el camino del Mal

el que no te deja ver mas allá de tu nariz; todo lo que toca lo destruye.
Sal al camino de la luz. Éste es el camino del Bien. Ahí esta mi hijo esperando que vengan y

encontraran la paz.
Vayan a misa, y en la ceremonia da tu granito de arena. Tus ingresos serán multiplicados con

ese granito…¡hay tantos que esperan tu apoyo!
Da una mano al que lo necesita. Cuando tú necesites una mano, no tendrás una sino cientos

extendidas en tu ayuda.
Haz el bien y cosecharas en abundancia.
No quites la vida por una mísera moneda: ¡Sólo Dios la da y la quita!
Pido que recen mucho para que mi Pueblo sea como antes.
Ve a la Iglesia, a Misa, a escuchar mi voz.
Saca tus sentimientos y pensamientos a la luz.
Quítate la venda de los ojos y verás que mis palabras son verdaderas”.
MARÍA ROSA MÍSTICA, 28-08-2000
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Mensaje Nº 11 – P
                LA FE DE MI PUEBLO
Hoy me dice la Virgen:
“Levántate y lleva este testimonio porque el día ha llegado.
Lleva esto al sacerdote. Cuando reciba este mensaje, lleva mis testimonios a las autoridades

de la Iglesia.
En sus manos y en tus manos esta que mi voz no se apague.
Mi voz llegara hasta el último rincón del mundo, porque yo he venido a renovar la fe de mi

Pueblo y a fortalecer la fe de la Iglesia, la Casa de Dios.
Todos encontraran el Camino hacia mi Hijo y serán salvos.
En mi Elegido están las pruebas cual serán conocidas en todo el mundo, y verán y comprobarán

que yo estoy presente, y que he venido en salvación de todo mi pueblo.
Así lo estoy anunciando”

María Rosa Mística 10-09-2000

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Mensaje Nº 13 – P
MI MISIÓN
Hoy son las 17 y 40 de la tarde. Estaba encendiendo unas velas. Sentí una ráfaga de aire y

un perfume y un canto tan hermoso, como los que se cantan en Misa.
Entonces veo a la Virgencita, que me dice:
“Hijo mío, puse mi Palabra en tu corazón y en tu boca, y en tu mano está que mi voz llegue

hasta el último rincón del mundo.
Hijo mío, tu harás una gran misericordia.
Llevarás mi Palabra a todo lugar y a todos los desesperados.
Irás donde estén los enfermos.
Llevarás agua bendita que pondrás en sus cabezas. Pondrás tus manos en sus cabezas; yo

guiaré tu mano.
Harás esta oración (.....), la cual estará en tu corazón, y no será dada a mis sacerdotes

por no creer en mi palabra. Ésta les será dada a mis sacerdotes cuando crean en mi Palabra.
Todos, hijos míos de todo mi pueblo y del mundo entero, reciban la Bendición.
Irán en día de reposo a la Casa de Dios a escuchar Mi Palabra.
Harán su confesión, estarán limpios de corazón.
Lo que pidas te será concedido.
Hijos míos, abran sus corazones, pidan con fe.
Que las tinieblas no ahoguen mis palabras.
Dime que vaya a ti en tu salvación.” 

María Rosa Mística 17-09-2000

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Mensaje Nº 14 – P
LA MÍSERA MONEDA.
Hoy la virgen me da testimonio. Ella dice:
“Da esto en mi Nombre porque es para mi Pueblo.
No quedará lugar en el mundo a los que no llegue mi voz. A todas partes llegará mi voz.
¡Ay, Pueblo mío! ¡Que triste y desolado, con cuanto dolor y abandono te encuentro! ¡Cuanta

necesidad, cuanta hambre de la palabra de Dios!
Ten en cuenta, no puedo hablar porque tengo el corazón oprimido de tanto dolor.
Pido a mi pueblo que no haya más derramamiento de sangre, que es Tu sangre.
No quites la vida por un puñado de míseras monedas, porque es Tu vida. Solo Dios la da y

sabrá cuando la quita.
No te condenes de vivir en la oscuridad el resto de tus días, en el infierno.
Estas a tiempo de encontrar el Camino del Bien.
Ve al encuentro de mi Hijo Jesús. Encontrarás el camino de tu salvación.
Ve al encuentro de tantos niños dejados en cualquier lugar.
Ocúpate y colabora con tu granito de ayuda al sacerdote para que mis niños estén en la Casa

de Dios. Acuérdate que cuando tú estés en avanzada edad, estos niños serán los que te

devuelvan la mano que tú les diste.
Hoy he venido en salvación de todo el mundo y a renovar la fe de mi Pueblo.
Ya lo he dicho: fortaleceré la fe hacia la Iglesia, la Casa de Dios, así como lo vengo

anunciando.
Es mi palabra”.

María Rosa Mística 21-09-2000

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Mensaje Nº 16 – P
QUITA LA VENDA DE TUS OJOS.
Hoy la Virgen me da este mensaje. Dice:
“Ve al sacerdote”
Me indica que le diga:
“En tus manos está la salvación de mi Pueblo. A muchos se les caerá la venda de los ojos;

verán, escucharán las cosas de Dios.
Muchos se quedarán en el camino porque no creen en la Palabra de Dios.
Estos son los incrédulos, egoístas que no creen en si mismos. Sobre ellos vendrán días de

desesperación, de angustia, de dolor, no habrá ni una mano en su ayuda.
Así sucederá con los que no van a la Casa de Dios a pedir por su salvación.
Pido a mi Pueblo que en día de reposo vayan a la casa de Dios; así todos encontraran la paz,

la salvación. A todo aquel que reciba mis Palabras, su venda se le caerá.
Escucharan las cosas de Dios y comprobarán que he venido en su salvación.
Mi vos llegara hasta el ultimo rincón del mundo, y a todos llegará la salvación.
Les doy mis palabras y mi Bendición”.

María Rosa Mística 27-09-2000

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Mensaje Nº 17 – P
MI VOZ NO SE APAGARÁ
Hoy estoy encendiendo unas velas, y me dispongo a rezar por todos los que me han pedido por

sus enfermos, salud, trabajo, por todos.
Cuando estoy rezando, siento una brisa y un perfume. Levanto la vista y veo a la Virgencita.

Ella dice:
“Ve al sacerdote”.
La Virgen dice que:
“Mis Palabras son reales y verdaderas, y son para mi Pueblo.
Quiero que des mis Palabras, porque mi voz no se detendrá, porque he venido en salvación de

todo el mundo. Se hará como lo vengo anunciando, porque mi voz no se apagará.
Soy la Luz, la Esperanza, la Salvación.
Renovaré la fe que hay en sus corazones.
Soy tu guía, tu protección. Abre tu corazón.
Reciban mis palabras, recibirán a mi Hijo y al Padre.
Pide con fé, que estaré contigo”.

(Hoy la Virgencita estaba llorando ¡Vi tanta tristeza en su carita…!
Eran las 11 y 27 minutos de la mañana)

María Rosa Mística 30-09-2000

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Mensaje Nº 18 – P
TENGAN MÁS FE
Hoy la Virgen me dice:
“Lleva este mensaje, el cual es para mi pueblo.
Yo guiaré tus pasos por camino de luz y esperanza.
Estoy en todas partes. Pido que haya más unión, más hermandad, más fe en lo que haces en

cada misión. Yo estaré contigo, guiaré tus pasos, y a todas partes que lleves mi Palabra,

toda puerta será abierta.
Tendrán más fe, sacarán mi imagen la cual irá acompañada con alegría y rebosante fe. En cada

hogar que yo entre dejarán una imagen, la cual será una luz de fe y esperanza. Tendrán

abundancia para todas sus necesidades.
Verán y comprobarán que mi pueblo cambiará.
Llévalo de la mano, enseña mi Palabra, ve a la Iglesia en día de reposo; encontrarás la paz,

el amor de Dios.
Abre tu corazón, pide con fe, recibe mi Palabra y lo que pidas será escuchado”.

María Rosa Mística 09-10-2000

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Mensaje Nº 19 – P
¡CUÁNTO SUFRIMIENTO!
Hoy en sueños la Virgen me dice:
“Lleva este mensaje a mi Pueblo, el cual es un llamado para todo el mundo.
Ya no quiero que siembren tanto dolor, sufrimiento.
¡Ay Pueblo mío! ¡Que desvalido! ¡Cuánto dolor, cuántos sufrimientos te esperan, cuánto

castigo ha venido sobre ti!
Prepárate, porque vendrán días de tinieblas, de oscuridad.
Vendrán días de hambre, desesperación, angustia, dolor, de mucho sufrimiento.
Viene la destrucción, por la mano del hombre, para mostrar su poder.
¡Que equivocados están!
Nadie podrá tener mas poder que Dios.
Esto sucederá en todo el mundo: se levantarán nación contra nación, pueblo contra gobernante

¡Cuanta sangre de inocentes será derramada! Habrá confusión, no sabrán a donde ir.
Ven a la Iglesia, a la Casa de Dios. Recibe mi Palabra, encomiéndate a mi Hijo Jesús y al

Padre. Serán salvos.
Yo he venido en salvación de todo el mundo.
Aquel que reciba mi Palabra, no habrá nada ni nadie que le hará daño.
Todo el que venga a mi, me reciba de corazón.
Serán cubiertos con mi Manto, conocerán la Gloria de Dios, donde estarán, en el paraíso. No

conocerán dolor ni sufrimiento porque yo estaré con ellos”.

María Rosa Mística 19-10-2000

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Mensaje Nº 20 – P
EL MAL Y EL BIEN
Hoy la Virgen dice:
“Lleva este mensaje a las autoridades de la Iglesia, el cual es para ellos… Cuéntale al Sumo

Sacerdote lo que has visto y conocido. Esto es para mi Pueblo”.
La virgen me muestra en sueños y me dice:
“Esto es el Bien y el Mal”.
Yo he visto un arco sobre la tierra, como si fuera un arco iris, pero éste estaba hecho de

flores de todos los colores.
A la derecha del arco iris hay un hombre anciano. En su mano derecha tiene la Biblia, en la

otra mano tiene un candelero encendido.
En el otro costado del arco iris hay un Ángel. En su mano derecha tiene una fuente con agua,

en la otra mano tiene como si fueran los Mandamientos.
Al entrar yo por el arco me encuentro en un lugar parecido al Parque, pero con muchísimas

flores.
Hay árboles con muchísimas frutas, hay animales mansos y también muchísima gente. Todo es

alegría y felicidad. A lo lejos veo un hombre con muchísimos corderos. Cuando Él se acerca,

la Virgen me dice:
“Este es mi Hijo, el salvador de todo el mundo. Él volverá a estar con todos ustedes.
El Pastor que has visto es mi Hijo Jesús, y los corderos son todo mi Pueblo.
Esto sucederá pronto porque la hora se acerca. Viene el Profeta, Camino, Verdad y Vida,

Eternidad, la salvación para todo el mundo”.
Después he visto un cerro y sobre él una serpiente grandísima. Tenía cuatro cabezas, cada

una mirando hacia los cuatro puntos del mundo. Su lengua, que era grandísima, pegaba

latigazos a todo el mundo. Al entrar yo al cerro, veo que todo brilla como oro y plata. Hay

muchísima gente, pero todos desnudos y borrachos, que se pelean entre ellos. Veo mucha

sangre, se comen entre ellos.
Veo un hombre con vestimentas raras. Tiene en su mano un látigo y en la otra un cuchillo con

un gancho. Al lado de él hay un animal parecido a la cabra.
En el cielo se ve una luz, veo un ave. Cuando la puedo ver bien, es una paloma. Cuándo llega

es un Ángel. La Virgen dice:
“Este es quien combatirá el mal. Yo he venido ha preparar el camino para que todos sean

salvos, porque siempre entre las tinieblas hay una luz, está la salvación.
Así lo estoy anunciando”
María Rosa Mística 27-10-2000

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Mensaje Nº 26 – P
LA HORA SANTA
Hoy estoy en la gruta rezando y pidiendo por todos. Eran las 10 y 7 minutos de la mañana

cuando en ese momento la gruta se llenó de luz, escuché un canto como los que se cantan en

Misa… ¡y ese perfume!
Veo a la Virgen. Ella está con su carita triste y lágrimas en los ojitos. En cada rosa de su

pecho tiene gotas de sangre. Ella dice:
“Lleva este testimonio a mi Pueblo y al mundo entero. No quedará lugar ni rincón en el mundo

sin que llegue mi voz. Irás a mi sacerdote, éste irá a la autoridad de la Iglesia, la Casa

de Dios. Dirá:
Todos los años en mi día, a las 10 hs. y 7 minutos todas las iglesias harán la Ceremonia.

Ésta hora es la verdadera HORA SANTA, la hora de la RESURRECCIÓN de mi Hijo Jesús, el Hijo

de Dios.
Él, el Padre y Yo estaremos presentes; todos notarán nuestra presencia a esta hora.
Todo aquel que venga limpio y puro de corazón, sin rencor, egoísmo, sin maldad, sin rencor

hacia mi Hijo y el Padre, a esta hora en la Casa de Dios todo lo que me pidas te será

concedido, por más que te sea imposible.
A esta hora verán muchos milagros.
Yo renovaré la poca fe que hay en los corazones.
Reciban mis palabras, confíen en mí. Los llenaré de bendiciones.
Irán con paso seguro porque Yo estaré con ustedes.
Esto dirás a mis sacerdotes para que crean en mi palabra:
ELOY SADAY AGLA ALPHA ET OMEGA
Es palabra Santa”.

María Rosa Mística 10-12-2000

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Mensaje Nº 27 – P
MI IMAGEN
Hoy son las 19 y 13 minutos. Estoy con un grupo de gente que ha venido a pedirle a la

Virgen. Luego que se fueron yo me quedé en la puerta y en ese momento vi que en la Gruta

había una luz intensa. Siento su perfume… y me sentí como si estuviera en el aire. Allí

estaba la Virgencita, envuelta en esa luz maravillosa. Ella dice:
“Lleva este mensaje a mi Pueblo y al mundo entero. Lo dirás a los sacerdotes y éstos lo

dirán a las autoridades de la iglesia, la Casa de Dios. Dirás: es Palabra Santa. Les digo

que soy enviada por el Padre, soy Espíritu Santo y estoy con ustedes.
    Hoy habrán manos que serán benditas porque están haciendo lo que Yo estoy pidiendo

para mi Pueblo y el mundo entero. Ellos serán los primeros agraciados en el Reino de Dios.
Bendito es aquél que ha recibido y ha creído en mi palabra, y ha venido a este hogar el cual

hoy esta bendito con mi Presencia.
Todos notarán que Yo estoy presente. A este lugar vendrán cientos y cientos.
Donde está mi imagen habrá muchas bendiciones; dondequiera que esté mi imagen.
Todo el que venga a mi, reciba mi Palabra. Se llenará de gozo, de alegría. Todo al que a mi

viene sentirá mi Presencia.
He venido en salvación de todo el mundo, a renovar la fe de todo mi pueblo.
Mi sacerdote, te he dado suficiente prueba para que creas en mi.
Te digo que harán mi  imagen. Será no de vestimenta; será más humilde. Se hará para que todo

al que a mi viene, pueda tocarme. Habrá muchos milagros.
Mi imagen será de 1,67 metros. Mis ojos son marrones, mi cabello castaño.
Harán mi imagen no con las manos juntas, sino entreabiertas para tener el Santo Rosario.
En mis pies harán las flores que tú has visto, lo cual será doble penitencia.
Llevarán la cruz cotidiana: saber aceptar el dolor, el sufrimiento.
No harán falso juramento. Harán oración.
Irán el día de reposo a la Casa de Dios; harán reparación, vendrán limpios, puros de

corazón. Harán sus peticiones, lo que pidan les será concedido”.

Maria Rosa Mística, 01-01-2001

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Mensaje Nº 28 – P
MI SACERDOTE, TU ERES ESA LUZ
Hoy son las 10 y 13 minutos de la mañana. Ya había terminado de rezar en la Gruta y me

dirigía al interior de mi casa cuando siento su perfume…Siento que me llama, yo me doy

vuelta y veo que ahí estaba la Virgencita. Ella dice:
    “Lleva este testimonio a mi Pueblo y al mundo entero. No quedará lugar ni rincón en

el mundo al que no llegue mi voz. Todo el que tenga oídos oirá mi voz.
    Dirás a mi sacerdote:
    Ya lo he dicho; darás mis mensajes que son para mi Pueblo y el mundo entero porque

el tiempo se acerca. El tiempo de la salvación esta en tus manos.
    Mi sacerdote, te digo: tú eres esa luz de fe, tú saldrás al encuentro de todo mi

Pueblo. Llevarás mi palabra. Verás en día de reposo como todos irán a la Casa de Dios. Así

verás la Iglesia llena.
    ¡Hay pueblo mío! ¡Cuánto egoísmo, cuánta maldad a causa de tus hijos!.
Enseña mi palabra; todos saldrán del camino de oscuridad. Yo estoy con todos ustedes.
    Soy la luz, he venido para que todo el que crea en mi no permanezca en oscuridad.
    Serán salvos. Les aseguro que lo que pidan al Padre, Él se los concederá en mi

nombre si hoy escuchan mi voz.
    No endurezcan su corazón. Mi Hijo Jesús les conceda la paz y les restaure la poca fe

que hay en sus corazones.
    Saber aceptar las cosas de Dios, brindar el amor al prójimo, ser generosos con todos

los que lo necesitan.
    No des tu espalda a los que lloran. Invoca mi nombre, yo iré pronto en tu ayuda.
    Escucha mi voz; que tu oración suba hasta mí para que llegue a mi Hijo Jesús y así

llegue al Padre.
    Levanten sus manos en alto, como ofrenda de amor hacia mí, hacia mi Hijo.
    Ve en día de reposo a la Iglesia, la Casa de Dios a escuchar la palabra de Dios.

Recibirán la Bendición, así podrán pedir de corazón.
    Así estén en el último rincón del mundo, recibirán todo lo que pidan en mi nombre,

el de mi Hijo Jesús y el Padre.
    Ven en día de reposo a la Casa de Dios. Recibirán la Bendición.
    Yo estoy con todos Ustedes. Así se los estoy anunciando”.
María Rosa Mística, 21-01-2001

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                                Mensaje Nº 29 – P
LAS DOS IMÁGENES
    Hoy son las 2 y 27 minutos de la noche. Yo me desperté porque sentí como si alguien

estuviera levantado. Entonces noto que el comedor estaba iluminado como si tuviera la luz

encendida. Me quedé un poco mas en la cama y me levanto; el comedor seguía iluminado, pero

¡me llevo una sorpresa tan grande! Ya que la luz estaba apagada.
    La imágenes de la Virgen Rosa Mística y de la Virgen de Lourdes están en la mesa con

una luz como si fuera fosforescente, porque las imágenes despedían esa luz.
    Las chicas estaban dormidas y mi esposa también.
    La Virgencita estuvo ahí; las imágenes de la Virgencita están cargadas con su

Presencia.
    Gracias MARIA ROSA MÍSTICA por estar con todos los que te queremos.

Manuel Yanzón, 07-02-2001 
                       
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Mensaje Nº 30 – P
EL CAMINO DE LUZ
    Hoy son las 7 y 37 minutos de la mañana, yo estaba llevando la imagen de la

Virgencita hacia la Gruta. Ella estaba ahí. Ella dice:
    “Lleva este mensaje a mi Pueblo es un llamado para todos mis hijos de todo el mundo.

Dirás a mis sacerdotes: tú llevarás mi palabra, que es santa y verdadera.
    ¡Ay, mis sacerdotes! Les estoy dando demasiadas pruebas para que crean en mí.
    Dirás a mi pueblo y a todo el mundo: cuando estén en la Casa de Dios no pecarán con

la mente y el corazón porque es la causa de sus padecimientos. Vayan en día de reposo a la

Iglesia, la Casa de Dios. Dejen sus pecados, sean limpios, puros de corazón, harán

conversión, encontrarán el verdadero camino de salvación. 
    Hijitos míos, no dejen que sus corazones se inclinen a la maldad. Harán penitencia.
    Hijo, haz conocer el camino de la salvación, enseña mi palabra; que eche raíz en tu

corazón. No temas, yo vengo en tu ayuda. Soy enviada por mi Hijo Jesús y el Padre a preparar

el camino.
    Hijos, pido que alcen la voz en día de reposo; que se escuche hasta en el último

rincón del mundo. Así irán por caminos de los que quitaré las tinieblas.
    Pondré  la luz delante de ti. Enseñen mi palabra derramaré bendición sobre todos mis

hijos de todo el mundo. Yo les he dado el camino de luz para que llegue su salvación.
    Haz en la mañana una oración, así podrás pedir de corazón.
    Harán oración, todos necesitan amor. ¿Cuál amor es más verdadero y más grande que el

mío, el de mi Hijo Jesús y el Padre?
    Ven en día de reposo a la Casa de Dios; recibirás mi bendición”.

Maria Rosa Mística, 09-02-2001

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Mensaje Nº 31 – P
ANUNCIO DE PELIGROS: “SALVAD AL MUNDO”
    Hoy son las 10 y 13 minutos de la mañana, yo iba a encender unas velas. Antes de

llegar a la Gruta sentí como un golpe de aire. En la Gruta escucho un canto muy hermoso y me

quedo paralizado, y comenzó a llenarse de perfume. La mesita donde está la Virgen no se ve

porque con su Presencia es como si todo desapareciera; solo esta su Presencia…Es algo tan

hermoso que no tengo palabras para explicar todo esto…La Virgencita dice:
    “Lleva este testimonio a todo mi pueblo y a todos mis sacerdotes. Dirás lo que has

visto, que es real y verdadero.
    Tú, hijo mío. Tú, mi sacerdote, entenderás mi palabra. Soy enviada para salvar a

todo el mundo”.
    La Virgencita tiene su carita muy triste y en cada lugar de su pecho donde tiene

cada rosa, tiene una lanza. De cada una sale sangre. De sus ojitos caen lágrimas. Ella dice:
    “Lanza significa la destrucción del mundo. La sangre es la de todos mis hijos de

todo el mundo, la cual es y será derramada por la mano del hombre. Mis lágrimas son por el

dolor, la angustia, la desesperación…
    Mi sacerdote, en tus manos está para que esto no suceda. Irás al Sumo Sacerdote. Ya

lo he dicho, su vida esta en peligro, el tiempo se acerca, el tiempo de la maldad por la

mano del hombre. Te dije que contarás “cuatro desde hoy día”; el tiempo ya se acerca. Haz

que no vaya a donde su vida está en peligro. Yo le he dicho: hay personas al acecho como

fieras; saca tú la cuenta y sabrás a donde no tiene que ir.
    ¡Ay, Jerusalén! ¡Como te veo a ti y a todos mis pueblos vecinos en un mar de sangre!
    Te anuncio todos los peligros que amenazan a mi Pueblo Santo. Alcanzarán primero a

mi pueblo Jerusalén; porque el fin llegará a todos los pueblos y a todo el mundo.
    Aprendan gobernantes de toda la tierra, que en sus manos esta el entendimiento. Usen

la sabiduría, la inteligencia. Aquel que esté en paz no deje que su corazón se endurezca,

que su mente no esté en tinieblas. Ven en día de reposo a la Casa de Dios. El que recibe mi

palabra me recibe a mí, a mi Hijo Jesús y al Padre. Tendrán toda la sabiduría de ser un buen

gobernante.
    Gobernante, llevarás la paz a todos los pueblos y a todo el mundo, en tus manos está

que éstos (los peligros) no sucedan. Sí así sucede, el Ángel del Padre tiene la mano

extendida a todo el mundo.
    Hijo mío, estoy haciendo oír constantemente mi palabra a fin de llamar a la

conversión. Pueblo incrédulo, escuchen mi voz. Hijos de todo el mundo alzaré mi mano en su

salvación.
    Pueblo de oriente, los haré volver por caminos de luz; yo habitaré entre todos

ustedes, los que están dispersos. Me traerán ofrendas.
    Mis sacerdotes, así sabrán que me ha enviado a ustedes mi Hijo Jesús y el Padre,

ésta es mi voz:
AGIO ATHANATOS SOTHER TETRAGRAMATON EL PADRE ALPHA ET OMEGA”

Maria Rosa Mística, 13-3-2001

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Mensaje Nº 33 – P
LA TRECE ESTRELLAS
    Hoy la Virgencita se me presenta en sueños. Ella me dice:
    “Hijo mío, llevarás este mensaje a mis sacerdotes; es para que crean en  mi Hijo.

Irás a mi Gruta; llevarás en una mano incienso y en la otra, agua bendita, con la cual me

rociarás”.
    Hoy son las 10 y 7 minutos, yo voy a la Gruta con el tarrito de incienso y el agua

bendita. Al entrar en la Gruta me envolvió una luz muy intensa y se me presenta la

Virgencita. Ella dice:
    “Hijo, no temas. Yo estoy contigo, haz lo que te pido”.
    Yo le echo el agua bendita a la Virgencita, ella tiene una sonrisa en su carita. Al

caerle el agua encima, aparecen en su manto trece estrellas, lo que después será revelado

(el significado de las estrellas). En sus pies tiene dos rosas amarillas lo cual significa

doble penitencia; a su lado hay un Ángel.
    “Dirás a mis sacerdotes de todo el mundo: todos ustedes irán por todo mi Pueblo

disperso, como un pastor reúne a su rebaño. Lo llevarás  a la Casa de Dios, los rociarás con

agua pura la cual tomarán al fin de limpiarlos de todos los pecados y llevarlos a la

conversión. Tendrán un corazón nuevo; será una alianza eterna.
    Pondré en medio de todo mi pueblo, mi Santuario para siempre.
    Hijos míos de todo el mundo: presta atención a lo que te digo. Inclina tu oído a mi

palabra, que ella no se aparte de ustedes. Guárdala bien en tu corazón porque son vida para

los que la encuentran, salud para los enfermos, agua para los sedientos, sedante para los

desesperados.
    Hijos míos, enderecen su corazón por el buen camino. Sean sabios hijos míos. Alegren

mi corazón, hijos míos de todo el mundo. Aprendan que significa la misericordia, el

sacrificio. Pueblos paganos, pongan sabiduría en su corazón.
    Hijo mío, en este momento de oración, con tus hermanos entrega tu verdadero amor.

Alimenta tu fe, que mi luz ilumine las tinieblas de tu ignorancia. Hijo mío, la riqueza mas

grande que tu tienes es la Casa de Dios.
    Te digo, todos son Casa de Dios, limpia tu cuerpo. Dediquen un  momento de su vida a

la oración.
    Hijos míos, son muchos que por pereza no entran en día de reposo a la Casa de Dios;

mi Hijo Jesús les dará un corazón ardiente. No descansaré hasta que acepten mis enseñanzas.
    Descienda sobre todos mis hijos de todo el mundo, sobre todo mi pueblo, la

bendición.
    Pueblo mío, la cosecha es abundante, pero los pastores son pocos.
    Hijos míos, yo soy la luz del mundo. El que a mí viene no caminará en tinieblas sino

que tendrá la luz de Vida. Yo alzaré mi mano hacia todo mi Pueblo y el mundo entero. Mi

amor, mi alianza de paz, no se apartará de ti. Los colmaré de alegría, de bendición.
    La paz descienda sobre todos mis hijos”.

Maria Rosa Mística, 13-04-2001

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Mensaje Nº 34 – P
SANIDAD
RECIBE MIS PALABRAS
    Hoy son las 17 y 40 de la tarde. Yo estoy en la Gruta anotando el nombre de una

persona en el cuaderno de pedido de intenciones. Luego salí y me quedé parado, no podía dar

un paso más. Siento su voz, que me dice: “Hijo, date vuelta”. Yo me volví, ¡y lo que vi es

tan hermoso!: estaba la Virgen, con su voz tan dulce y su perfume…no se como definirlo. Ella

dice:
    “Hijo mío, llevarás mis palabras a todo mi pueblo y al mundo entero. Dirás a mi

sacerdote que dé mi palabra, que son para mi pueblo.
    Hijos míos, escuchen mis consejos, reciban mi palabra. Jamás la pierdan, guárdenla

bien en sus corazones, porque son vida para el que las recibe, salud para el que la

encuentra.
    Hijo mío, adelanta tu vista a los pasos que des: serán seguros, no pisarán en

tinieblas, tendrán la luz. Recibe en tu corazón mis palabras, obedece mis mandatos.
Hijos míos, no por pereza dejen de ir en día de reposo a la Casa de Dios.
Recibe la sabiduría, no aparten mis palabras de tu boca porque ellas son tu salvación.
Hijos míos de todo el mundo, yo les mostraré el camino de la luz.
Hijo mío, escúchame con tu corazón abierto, no te apartes de las palabras de mi Hijo Jesús y

el Padre.
Hijos míos, lleven mis palabras a todos los desesperados. Abre tu boca y darás esperanzas,

llevarás consuelo a los necesitados. Abre tu mano, sostén al desesperado.
Abre tu corazón, da amor en vez de rencor. Da tu verdadera sinceridad al hacer una oración.

Abre tu corazón con toda humildad. Las súplicas lleguen a mi, así lleguen a mi Hijo y al

Padre. Lo que pidas te será concedido.
Hijos míos, cada corazón conoce su propia amargura.
Hijos, encontrarán en mis apalabras la respuesta, la satisfacción, la alegría interna del

alma. Abran sus corazones a la oración; serán dignos de la Gracia Divina de mi Hijos Jesús y

el Padre.
Escuchen mis palabras, aprendan mis enseñanzas”.
Maria Rosa Mística, 14-06-2001
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Mensaje Nº 41 – P
CÓMO PEDIR
Hoy son las 10 y 47 de la mañana. Estoy encendiendo unas velas y dando las gracias por todo

lo recibido, a mi Madre, de corazón. Entré a la casa. Yo sentí como si alguien estuviera a

mi lado. Llaman y no había nadie. Al rato, otra vez. La tercera vez yo salgo ¡y lo que vi es

tan hermoso…! Estaba la Virgencita con mucha tristeza en su carita y lagrimas en sus ojitos.

Ella dice:
“Hijo mío, llevarás mis palabras al sacerdote. Éste irá a la autoridad de la Iglesia, la

Casa de Dios, el cual yo le he dicho, que dé mi palabra, que son para mi Pueblo y el mundo

entero. Habrá mucha conversión.
Hijos míos de todo el mundo, les daré una gran misión: al hacer una oración, toda rodilla

será doblada. Aprendan a pedir de corazón, con fe. Ésta es mi voz, mis palabras. No las

pierdan. Encontrarán en ellas la gran misericordia; conocerán el gran amor que hay en mi

corazón. Abran sus corazones. Que mi luz haga arder en todos los corazones el gran amor

hacia mi Hijo Jesús y el Padre.
Hijos míos de todo el mundo, cada corazón está oscuro de pecado. Pondré mi mano en cada

corazón; tendrán la luz. Así el Espíritu Santo obre en cada uno. Sean dignos de cumplir mi

Santa Voluntad.
Reciban mis palabras, que ellas obren en cada corazón la expiación de la ofensa de los

pecados. Accedan a una conversión de corazón. Haré revivir la fe hacia todos mis sacerdotes,

a todos mis hijos de todo el mundo.
Aquel que crea en mi palabra no pondrá a prueba mi voluntad. Lo que pidan en mi nombre,

conocerán el gran amor misericordioso de mi Hijo Jesús y el Padre.
En Él está la salvación de toda enfermedad corporal y espiritual.
Abran sus corazones con humildad, sin rencor, ofrezcan el corazón limpio, con fe. Lo que

pidan les será concedido, por más que les sea imposible.
Hijos míos, háganse la santa cruz.
Que las bendiciones desciendan sobre todos mis hijos de todo el mundo.
La paz esté con ustedes”.
Maria Rosa Mística, 27-07-2001
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Mensaje Nº 42 – P
LA CORONA DE ESPINAS-ORACIÓN
Hoy son las 15 y 7 de la tarde, estoy encendiendo unas velas y orando a la Virgen por los

enfermos. Acaban de traerme la noticia de la señora que fui a ver a la Clínica de Santa

Rosa, ella estaba en terapia intensiva. Ahora está muy bien gracias a Maria Rosa Mística.

Entonces siento su perfume y como una mano toca mi hombro. Yo miro, ahí estaba la

Virgencita, con mucha tristeza. En sus manitos tiene una corona de espinas. Ella dice:
“¡Ay, hijos míos de todo mi Pueblo y el mundo entero! ¡Cuánto dolor, cuánto sufrimiento!

¡Será muy duro el calvario que deberán pasar, hijos míos!
Sean fuertes, no se aparten del camino de Dios. Vayan en día de reposo a la Casa de Dios,

estén más unidos en oración.
El santo rosario los salvará.
Abran su corazón, que mi luz los guíe. Pidan con amor, sean sumisos. Lo que pidan a mi Hijo

Jesús, Él se los dará.
Hijos míos, escuchen; mi palabra es un llamado para todo mi Pueblo, el mundo entero ¿A que

distancia está la Casa de Dios? Ya es la hora de la ceremonia.
No se alejen o por pereza dejen de ir a la Casa de Dios a escuchar la palabra de mi Hijo y

el Padre.
Aquel que encuentre mis palabras, habrá encontrado el verdadero camino de salvación.
Hijos míos de todo el mundo, están mas unidos en oración. Les daré de mi corazón copioso en

abundancia de Gracia y Bendición, a todos aquellos que escuchen mi voz y obedezcan mis

palabras”.

Maria Rosa Mística, 16-08-2001

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Mensaje Nº 44 – P
LO HE DICHO POR AÑOS-LA SALVACIÓN DEL MUNDO
Hoy son las 17 y 40 de la tarde, siento una angustia muy grande. Yo voy a la Gruta a

preguntarle a la Virgen que es lo que me está pasando. ¡Escuché un canto tan hermoso, y

sentí su perfume… y esa luz tan intensa! Ahí estaba la Virgencita. Ella dice:
“Hijo mío, irás al sacerdote. Éste a la autoridad de la Iglesia, éste al Sumo Sacerdote.

Dirás:
Di a mi Pueblo, al mundo entero, lo que pasará. Ya lo he dicho por años; mis palabras

estuvieron tiradas en los cajones, no sean incrédulos, ¿quieren pruebas?, las están viendo.
Hijos míos de todo el mundo, dejaron las palabras de mi Hijo y el Padre, la Casa de Dios, a

un costado; se fueron a la oscuridad, a la perdición. Los he llamado a todos mis hijos de

todo el mundo, a una conversión; quisieron ser mas que mi Hijo y el Padre. Dios castigará a

aquellos que no creen en Él, aquellos que lo negaron.
Hijos míos, si no creen en mis palabras, dénselas a otros para que salven sus vidas.
La hora se acerca.
Hijos, tendrán velas benditas, agua bendita. Marcarán la puerta con la Cruz de mi Hijo.
Estarán siete días en oscuridad. Tendrán velas encendidas, se unirán en oración.
Aquellos que obedezcan y hagan lo correcto, habrán salvado sus vidas.
Mis sacerdotes de todo el mundo, hagan que todos los pueblos se reúnan en oración; que esta

suba como incienso delante de la Casa de Dios. La oración será continua.
Hijos míos de todo el mundo, pediré con toda mi voz a mi Hijo y al Padre, que los mire con

su gran misericordia. Los protegeré contra la ira de los enemigos; estos son los que están

en oscuridad, no dejen que sus corazones caigan en la maldad o en buscar venganza de

aquellos que no tienen sentimientos. Sus corazones son como una roca, van sembrando dolor,

hieren, llevan el dolor, el pánico, con sus armamentos de estruendo. Muchos huesos de

inocentes fueron esparcidos, la Tierra fue conmovida.
Sean sabiamente compasivos, sean misericordiosos; no devuelvan mal por mal. Hagan el bien,

busquen la Paz.
Hijos míos de todo el mundo, gobernantes de la Tierra, ya lo he dicho: abran sus corazones,

pidan sabiduría, que sus mentes y corazón razonen, lleven la paz al mundo.
Gobernantes de la Tierra, hagan sus asuntos con juicio, por lo cual no resbalarán. Serán

justos. Que su corazón esté confiando en mis palabras. Repartan la paz: será permanente,

para siempre su poder.
Mis sacerdotes de todo el mundo, llevarán a todos los pueblos en consagración; buscarán mi

luz, encontrarán la salvación, la paz será multiplicada, se reunirán en oración, el amor

cubrirá multitudes de pecados.
Todo sucederá si no creen o están dudando en mis palabras.
Pueblo extranjero, sientan el acecho cerca de sus aldeas. Desaparecerán pueblos y naciones

de la faz de la Tierra.
Ya lo he dicho, no escaparán a la guerra si no creen en mis palabras. Mandaré diluvio a

muchas naciones.
Mis sacerdotes llevarán mi imagen. No perecerán si hacen lo que estoy pidiendo. Tendrán la

victoria sobre sus enemigos.
Soy Espíritu Santo; muchos que estén en la ignorancia serán atraídos con la luz de la fe por

la gran misericordia de mi Hijo y el Padre.
Hijos míos de todo el mundo, obedezcan mis palabras”.

Maria Rosa Mística, 14-09-2001

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Mensaje Nº 45 – P
LA CEREMONIA EL SÉPTIMO MES, EL DÍA 27
Hoy son las 9 y 20 de la mañana. Vino el Padre Ángel y se fue. Al rato me llaman para poner

una persona en oración. Yo estoy en la gruta. Salí y me quedo parado: no podía dar un paso

más. Siento su perfume. Yo miro y lo que vi es tan hermoso que no tengo palabras para

explicarlo: estaba la Virgencita, con una luz tan intensa, y ese canto tan hermoso… y su voz

tan dulce, que no se como explicarlo. Ella dice:
“Hijo mío, irás al sacerdote, éste a la autoridad de la Iglesia, la Casa de Dios. Dirás:
Éstas son mis palabras, las cuales son para mi pueblo y para el mundo entero.
Hijos míos de todo el mundo, soy su Madre. Les daré de mi corazón esta misión: al hacer esta

oración abran su mente, corazón. Pidan de lo más profundo de sus almas, que mi Luz haga

arder en sus corazones la fe, que el amor hacia mi Hijo y el Padre sea sincero, que la fe

sea una fe profunda, sean sumisos, mansos de corazón, pidan… Les concederé abundancia de

Gracia; que puedan cambiar tanto dolor, tanto sufrimiento, al mundo entero de toda

enfermedad corporal, espiritual.
Pondré mi mano en todos los corazones cual entrega sea sincera. Pidan, les daré la Gran

Misericordia, la salvación, la purificación de todas las almas, la curación de todas la

enfermedades. Sentirán alivio, un gran gozo en sus corazones.
Pídanme, les doy Mi Luz de Salvación”.
(Voz masculina, muy dulce, indescriptible) “Les he pedido que vuelvan unidos a la Casa de mi

Padre. Sean atraídos por la Luz de la Fe. Daré al mundo de mis manos abundancia de Gracia y

Bendición a todos los que me pidan, nada será negado, llenarán el corazón de mi Madre bajo

la advocación de MARÍA ROSA MÍSTICA. Ese día especial harán todos los años, el séptimo mes,

el 27 a las 10, la ceremonia.
Daré abundancia de sanidad todos los 27. Daré toda clase de Gracias. 13 días antes se

prepararán, estarán limpios de corazón, cual su conversión, arrepentimiento haya sido

sincera. Daré todo lo que me pidan…
Harán oración para los sacerdotes, la santidad, la obediencia a seguirme con entereza, con

fe. Harán un Padrenuestro, tres Ave María y un Gloria, alabanzas a la Santísima Trinidad, e

invocación a mi Madre.
Háganse la Santa Cruz”.
Maria Rosa Mística y Jesús, 27-09-2001
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Mensaje Nº 46 – P

EL ARMA PARA VENCER AL ENEMIGO
Hoy son las 15 y 7 de la tarde. Estoy haciendo las oraciones, presentando los pedidos de

enfermos y los pedidos que deja la gente. Sentí su perfume. Al rato otra vez siento una

ráfaga de aire y su perfume. Siento su voz. Yo miro: estaba la Virgencita con mucha tristeza

y lágrimas en sus ojitos.
Ella dice:
“Hijo mío irás al sacerdote. Éste a la autoridad de la Iglesia, la Casa de la Iglesia, la

Casa de Dios. Dirás: éstas son mis palabras. Les pido que obedezcan. Harán las cosas que ya

he dicho, que salgan como pastor. Para cosechar hay que sembrar. Es un buen trabajo, la

cosecha es abundante. Es dar y llevar mis palabras, cuales son santas, a la generación

futura. Habrá pueblos que despertarán a la luz de la fe.
Hijos míos de todo el mundo, ¡que vacíos están los corazones! ¿Por qué les cuesta tanto

aceptar mis palabras, las cuales son de mi Hijos Jesús, el Padre?
Busquen el verdadero camino a la oración. Traten de reparar tanta ingratitud, tanta

soberbia. Mirar al prójimo con sencillez, con amor.
Hijos míos, quiero que su fe sea una fe profunda, que no sea como las flores que florecen

por la mañana y son segadas por la tarde. Quiero esa fe profunda que perdure por siempre en

los corazones.
Abran sus corazones para que yo pueda estar.
Pondré mi Luz, la cual hará mucha conversión
Hijos míos, les pido que busquen en día de reposo la Casa de Dios. Sean atraídos  por la luz

de la fe. Daré al que me busque abundancia de Gracia.
Les pido que estén unidos en oración. La Oración. El Santo Rosario es el arma para vencer el

enemigo, hijos míos, con el cual saldrán victoriosos.
Les doy abundancia de Gracia y Bendición. Háganse la Santa Cruz con agua bendita.
La paz este con todos mis hijos de todo el mundo”.

Maria Rosa Mística y Jesús, 12-10-2001

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Mensaje Nº 47 – P
MI HIJO HABLARÁ POR MI
Hoy son las 10 y 7 minutos de la mañana. Me llaman de Buenos Aires para poner una persona en

oración. Yo salí afuera. ¡Había un perfume tan exquisito! Yo voy y pongo a la persona en

oración. Cuando salgo siento su voz. Yo miro. Estaba la Virgencita con su voz muy

angustiada. Ella dice:
“No pongas como ves mi cara. Ya es mucho dolor. Hijo mío, quiero que vallas al sacerdote.

Éste a la autoridad de la Iglesia. Éste al Sumo Sacerdote. Dirás: presten mucha atención ya

que no creen en mis palabras. Sepan aceptar, obedecer a las palabras de Mi Hijo. Él hablará

por mi”.
(Interviene ahora una segunda voz, muy firme y determinante): “Les hablo a ustedes,

sacerdotes de la Tierra. Los he puesto de centinela en la Casa de mi Padre. Presten

atención, obedezcan mis palabras. La Casa de mi Padre está en peligro. Estén despiertos;

verán naciones, pueblos que conspiran contra Mi Pueblo, el mundo entero. ¡Ay mi Jerusalén.

Cómo te veo en un pozo de oscuridad, en el cual poca luz hay!
Les digo para que la Casa de Mi Padre sea salvada: cuidarán las espaldas del Sumo sacerdote,

el hombre vestido de blanco de Jerusalén. Él está en avanzada edad. Estará herido de muerte.

No permitan que esto suceda. Les daré esta señal: encontrarán hombres vestidos de Sacerdote

que moran en la Casa de Mi Padre. Su corazón es oscuro, no tienen sentimientos, sus manos

son asesinas.
Acuérdate que he presentado mis palabras. ¡Ay de mi Pueblo, del corazón del mundo! ¡Cuánta

sangre de inocentes será derramada! Si esto sucede se desatará en todo el mundo la guerra.

El mundo está en peligro por culpa de los hombres con sus armamentos de estruendo.
Gobernantes, pongan sus corazones y sus mentes en inteligencia. Traten de llevar la paz. No

usar esas armas, por las cuales no quedará nada en la Tierra.
Se oscurecerá, los días serán grises, será una lluvia permanente en todo el mundo.
Ya lo ha dicho Mi Madre. Verán con sus propios ojos pueblos perdidos en agua lo están

viendo. Así están dudando de la palabra de Mi Madre.
Les pido que estén unidos en oración. Estén en el camino de la Luz, serán salvos. El que

esté en oscuridad, éstos serán consumidos por su propio fuego.
Vencerán a sus enemigos con oración. Estén en la confianza de la Gran Misericordia que hay

en Mi Padre.
Deseo ardiente de Mi corazón la conversión de todo mi Pueblo, el mundo entero. No tengan

temor, he mandado a los Ángeles a la Tierra. Los protegeré de los enemigos.
Reciban mis palabras, obedezcan ahora, que no sea tarde.
Les doy de mis manos el gran Amor que hay en mi corazón.
La Bendición descienda sobre toda mi Pueblo, el mundo entero.
La Paz esté con todo el mundo”

Maria Rosa Mística y Jesús, 19-10-2001

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Mensaje Nº 48 – P
SEAN LA LUZ DEL MUNDO ENTERO
Hoy son las 17 y 40 de la tarde. Estoy regando afuera. Se hizo un viento fuerte y su

perfume. Fui llevado hacia la gruta. Estaba la Virgencita con su voz tan dulce y esa luz tan

intensa. Ella dice:
“Hijo mío, lleva mis palabras al Sacerdote, éste a la autoridad de la Iglesia, la Casa de

Dios.
Mi sacerdote, dirás a mi Pueblo, al mundo entero; les daré de Mi corazón esta misión: cuando

recen el Santo Rosario, háganlo de corazón. Estén en paz, haber perdonado, dejen el

resentimiento, el rencor, el egoísmo, la maldad. Saber perdonar, dar amor. Encontrarán un

gran sentido a mis palabras. Háganlo de corazón. Con las palabras de Dios aprendan a pedir

con fe. Les concederé todo lo que me pidan, cual conversión sea sincera.
Hijos míos, sean dignos de cumplir mi Santa Voluntad.
Sean la luz de mi Pueblo, el mundo entero.
Sean ustedes lo que revivan la fe, a toda criatura de la Tierra.
En mi Pueblo está la salvación de la Casa de Dios.
Hijos míos; vivir, crecer en la Fe, es dar, llevar mis palabras a todo lugar, a todos los

desesperados.
Hijos míos, el que tenga el corazón limpio sabrá recoger mi palabra, cual es Luz del

Espíritu Santo. Cuando estén en Acción de Gracia, cambien su corazón, conviértanse. Es tomar

otro camino hacia la Luz de Salvación.
Hijos míos de todo el mundo, reciban de mis manos, copiosas en abundancia de Gracia y

Bendición.

Maria Rosa Mística 26-10-2001

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Mensaje Nº 50 – P
SOY LA INMACULADA-Advertencias para celebrar la Santa Misa
Hoy son las 12 y 3 de la mañana. Estoy tomando unos mates. Llaman, salgo, no hay nadie. Al

rato vino gente de la Parroquia Jesuita a pedir a la virgen y traían un enfermo. Me

preguntan ¿Qué perfume es ese? ¿Qué flores dan ese perfume tan exquisito? Se van. Luego me

llaman para poner una persona en oración. Estoy en la gruta. Fui sacado. Afuera se hizo una

ráfaga de aire ¡Y un canto tan hermoso!... y su perfume. Estaba la Virgencita con mucha

tristeza y lágrimas en sus ojitos.
Ella dice:
“Hijo mío. Irás al sacerdote. Éste a la autoridad de la Casa de Dios. Éste al sumo

sacerdote. Dirás: éstas son mis palabras.
He descendido del Cielo. Soy la inmaculada. Estoy con todos ustedes.
He venido no para hacer mi voluntad, si no para hacer la voluntad del que me ha enviado.
Soy Espíritu Santo. Estoy con todos ustedes.
Mis sacerdotes, presten mucha atención. Obedezcan mis palabras, estén atentos, despiertos.

Oigan lo que dice el Espíritu Santo de la Iglesia: tengan cuidado con las Ostias Sagradas.

Hay quienes están profanando, haciendo cosas indebidas, haciendo mucho mal a la Casa de

Dios. Estén despiertos. No se engañen a sí mismos, el enemigo es muy astuto.
Mis sacerdotes de todo mi pueblo, el mundo entero, cuando estén en Acción de Gracia, dirán a

mi pueblo para recibir la verdadera Ceremonia, quiero ver en la cabeza de cada uno, la

mantilla blanca símbolo de la pureza.
Cuando den la Ostia, será dada en la boca, no en las manos. Así es como se las llevan. El

enemigo está haciendo mucho mal en las cosas sagradas de Dios.
Hijitos míos de todo mi pueblo, el mundo entero. Ha llegado la Luz verdadera, la Luz del

mundo. La Luz son mis palabras, cuales son de mi Hijo Jesús y El Padre, es tiempo de

despertar, oír mis palabras. Oirán la Voz de Dios que clama la conversión de todo mi Pueblo,

el mundo entero.
Hijitos míos, estoy a la puerta de sus corazones. Si escuchan mi voz, abran la puerta de par

en par. Pidan. Verán la verdadera Luz, cual son mis palabras.
Deseo ardiente que sea la unidad, la salvación de la Santa Iglesia.
Mis sacerdotes de todo el mundo, al hacer una bendición, pondré en sus manos la Luz del

Espíritu Santo. Derramaré la Gran Misericordia de mi Hijo y El Padre sobre todos mis hijos

de todo el Pueblo, el mundo entero.
Hijitos míos, cuando estén angustiados, desesperados, busquen la protección de mi Madre.

Encontrarán en mi corazón misericordioso la paz, la salvación.
Reciban de mis manos la bendición”.

Maria Rosa Mística 18-11-2001

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Mensaje Nº 51 – P
NO NECESITAN ESPADA NI LANZA
Hoy son las 9 y 57 de la mañana, estoy limpiando la Gruta. Al salir siento su voz y ese

perfume que no se como definirlo, ¡es tan exquisito!. Estaba la Virgencita con su carita

triste y lágrimas en sus ojitos. Ella dice:
    “Hijo mío, irás al Sacerdote. Éste a la autoridad de la Casa de Dios. Dirás a todo

mi Pueblo, al mundo entero:
    Este es un llamado para todos, no callen mi voz, la cual llegará hasta el último

rincón del mundo. Les digo, el Servidor de la palabra esta con Mi Pueblo. Sepan aceptar y

recibir mis palabras, las cuales son de mi Hijo Jesús y El Padre.
    Hijitos míos de todo el mundo, no necesitan espada ni lanza para vencer a sus

enemigos, lo cual harán con la oración del Santo Rosario.
    Todos serán portadores de dar y llevar mis palabras, las cuales llegarán hasta el

último rincón del mundo; tendrán la victoria sobre todos los incrédulos.
    Sean humildes, sopórtense unos a otros con amor, mantengan entre ustedes lazos de

paz.
    Hijitos míos de todo Mi Pueblo, el mundo entero; presten atención a mis palabras que

son de mi Hijo Jesús y El Padre; son el alimento del Alma. Tengan cuidado, únanse a una

buena Biblia y oren mucho. Orar es hablar con Dios y deseo que todos lo practiquen.
    La Fe es por el oír la Palabra de mi Hijo y el Padre. Presten atención a estas

palabras; encontrarán en ella las respuestas que están buscando. El que pida con fe sin

dudar y sin poner nada a prueba tendrá lo que me pida.
    Hijitos míos de todo el mundo feliz es quien soporta las pruebas, al ser probada su

fe. El que persevera en ella oiga mi voz, no para olvidar mis palabras sino para cumplir lo

que pide mi Hijo Jesús.
    Canten himnos de amor a Dios. La oración hecha con amor y con fe salvará a los

enfermos. Estén unidos en oración.
    El Santo Rosario es la luz verdadera, la que ilumina toda criatura de todo el mundo.
    He venido para hacer una nueva creación; a reunir las ovejas, las cuales están

dispersas. Deseo una conversión de corazón y renovar la fe de todo Mi Pueblo, del mundo

entero.
    Hijitos míos, todos son pastores para dar y llevar mis palabras a todo lugar y a

todos los desesperados.
    A hacer una oración que no sea de muchas palabras; antes que pidan, ya se lo que

necesitan. Quiero esa fe que brote de sus corazones, que en ella expresen lo que quieren.

Pongan sus manos en sus corazones, cierren sus ojos…Al hacerlo muchos verán mi rostro.
    Recibirán abundancia de Gracia y Bendición”.

Maria Rosa Mística, 03-12-2001

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Mensaje Nº 52 – P
EL SANTO ROSARIO- VENZAN TODOS LOS OBSTÁCULOS
    Hoy son las 10 y 7 de la mañana. Vino gente del barrio Los Penitentes, Godoy Cruz.

Venían a agradecerle a la Virgen por una Gracia concedida. Se van. Llegan otras personas a

pedirle a la Virgen y cuando estoy con ellos ¡Los envolvió un perfume exquisito!. Luego de

fueron. Siento que llaman, salí y no había nadie, pero siento su voz.
Ella dice:
“Hijo mío, harás lo que te pido. Irás al Sacerdote, éste a la autoridad de la Casa de Dios.

Dirás a mi pueblo, al mundo entero: este es un llamado para todo el mundo. Dirás: Estoy con

ustedes, presten mucha atención.
Les daré esta misión: al hacer una oración lo harán desde lo más profundo de su corazón.

Estén en la confianza de mis palabras, estén unidos en oración del Santo Rosario. Nunca

serán vencidos, triunfarán sobre sus enemigos. Dejen que las palabras de mi Hijo Jesús y El

Padre vivan en sus corazones. Ustedes hijos míos vivan la Palabra de Dios; Él es quien

perdona nuestros pecados.
Hijitos míos de todo mi pueblo, el mundo entero, prediquen mis palabras que son de mi Hijo y

El Padre; que la fe nazca en los corazones de todos los desesperados. Las palabras que

enseña mi Hijo a través de  mis palabras, son para el cuerpo y el alma, para que nazca en

todos los corazones la verdadera fe.
Recibirán la Bendición de Dios hijitos míos. Si están dudando, poniendo a prueba mis

palabras, sepan que de esa forma nada será concedido.
Hijitos míos de todo el mundo, tengan fe suficiente para ser liberados. Sin fe no pueden

pedir, quiero una conversión de corazón; mi Hijo Jesús está a las puertas de su corazón.

Pidan; se les dará cuando actúen siempre con fe.
Hijitos míos de todo el mundo, toda opresión, enfermedad, angustia y desesperación es obra

del enemigo. No dejen que el pánico los invada; venzan todos los obstáculos; limpien sus

cuerpos, toda enfermedad será reprendida.
Irán en día de reposo a la Casa de Dios, darán a mi Sacerdote su confesión, estarán limpios

de corazón.
Mi Hijo Jesús está con todos ustedes para deshacer toda obra del enemigo, toda enfermedad

del cuerpo y del alma; serán salvos.
Él es quien sana todas sus dolencias.
Disfruten todas la Bendiciones mientras reciben mis palabras.”
Maria Rosa Mística, 12-12-2001

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Mensaje Nº 54 – P
JESUS MUESTRA LOS CUATRO TIEMPOS – Advertencia a los gobernantes
Hoy son las 17 y 40 de la tarde, estoy con gente de la Iglesia San Martín de Porres, que

vinieron a rezarle a la Virgen. Me preguntaron por el exquisito perfume a incienso y si lo

había prendido aquí, en la Gruta. Les respondí que yo no había encendido nada. Luego se

marcharon.
Cuando estoy dentro de mi casa, por la ventana veo pasar una persona, por lo que salí.
Veo que en la puerta de la Gruta, estaba un señor de vestimenta muy blanca mirando hacia la

Virgen.
Todo él despedía Luz, en la cintura tenía un cordel y su cabello largo y ondulado de un

color castaño, caía sobre su espalda y hombros.
Él se dio vuelta y vi su rostro hermoso, afinado que aparentaba entre 30 y 35 años de edad,

tenía un bigote no muy poblado y una delicada barba cubría su mentón y sus mejillas, de

ancha frente y ojos llenos de luz, con una mirada muy penetrante. Parecía angustiado.
Me dice:
“No temas, estoy contigo mi pequeño Manuel.
Harás lo que te pido. Iras a los sacerdotes y éstos al Sumo Sacerdote.
Fíjate bien lo que verás. Ésta es mi voz y mis palabras. Dirás lo que has visto”.
Él levanta la mano derecha. De ella salen cuatro rayos de luz: blanca, roja, celeste y

verde, y me dice que son los cuatro tiempos.
Él dice:  
“La luz blanca es la luz que le falta a mi pueblo, al mundo. El rayo rojo es el dolor, la

angustia, la desesperación. El celeste es el cielo, el Gozo. Todos beberán de la Fuente de

la Nueva Vida. El verde es la esperanza, la Salvación.
Quiero que hagan mi imagen y un escapulario: de un lado Mi Madre, del otro Mi imagen.
Será la Nueva Luz para mi pueblo, el mundo entero.
Dirás a lo sacerdotes: Ya lo he dicho, los he puesto acá en la Tierra  para que obedezcan.
Hagan lo que esta pidiendo Mi Madre. Les digo: no falta mucho para que esté con todos

ustedes.
Sacerdote, dirás a todos los gobernantes de la tierra que no tomarán la Santa Biblia para

jurar en vano, luego no cumplir y jugar con los sentimientos de Mi Pueblo, el mundo entero.
Gobernantes, pongan sus corazones en sabiduría, sepan luchar por el bien y la justicia,

deben encontrar los caminos de la paz, que nazcan la confianza y el amor en los corazones de

todos los pueblos del mundo entero.
Gobernantes, si mis palabras llegan a sus corazones, dejen entrar esa Luz, la cual le falta

a todo el mundo. Tengan las manos limpias, sean de corazón puro. Sepan permanecer en la

confianza de mis palabras. ¿No ven al pueblo, al mundo, cargado de dolor y ansiedad?.
Encuentren el camino de la Luz y la paz, del amor y la amistad. Sepan permanecer unidos como

hermanos. Verán la Gran Luz del nuevo día, la cual vencerá toda oscuridad.
Que la Luz brille en todos los corazones.
Confíen en Mí.
Vivan en Mi amor.
Si hay duda pongan fe.
Donde hay tinieblas pongan Luz.
Gobernantes, estén despiertos. Desconfíen en la abundancia del denario, no condenen a mi

pueblo, al mundo entero. Desde mi corazón la conversión.
Reciban de mis manos la Bendición.
La paz esté con el mundo.”

Jesús, 06-01-2002

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Mensaje Nº 55 – P
EL TIEMPO DEL ENEMIGO SE ACABA
    Hoy son las 18 y 7 minutos, recién llego de la casa de mi hija. Estoy tomando agua y

siento el perfume que acompaña a la Virgen. Salí y permanecí un rato en el jardín. Luego

escucho su voz y soy llevado hacia la Gruta, donde me encuentro con la Virgencita. Su carita

refleja mucho dolor.
    La Virgencita dice:
    “Hijo mío, mi corazón está muy triste, mis lagrimas resbalan de mis ojos al ver

tanto dolor.”
    Ella extiende su mano derecha y dice:
    “Hijo mío, irás al Sacerdote, éste a la autoridad de la Casa de Dios. Dirás:
Éste es un llamado para todos los sacerdotes, obispos, ministros, todos aquellos que estén

en mi Casa. Todos han recibido la vocación, la sabiduría, la gran fe en mis palabras. Actúen

como lo estoy pidiendo. No quieren entender que he venido en salvación de todo el mundo, el

cual ya está perdido.
    Sacerdotes, obedezcan. Sepan salir como pastores a reunir las ovejas, las cuales

están dispersas. Lleven mis palabras a todo lugar.
    Oren, deben compartir la oración con todos los pueblos, el mundo entero.
    Hijitos míos de todo el mundo, no teman por las cosas que han de venir. Estén

preparados, unidos en oración.
    Hagan sacrificios, penitencia. Estén unidos en la Casa de Dios.
    Recibirán los Santos Sacramentos. Recibirán a mi Hijo Jesús y El Padre.
    Hijitos míos de todo el mundo, no caigan en la tentación. Sepan que el enemigo anda

al acecho.
    Estén preparados porque no queda mucho. El tiempo del enemigo se acaba, está

sembrando mucho dolor y discordia en todo el mundo.
    Hijitos míos estén unidos. Lo vencerán estando unidos.
    A mis sacerdotes les digo que oren con mi Pueblo, el mundo entero. Estén en la

confianza de mis palabras. Vencerán toda oscuridad del enemigo.
    Hijitos míos, busquen la protección de mi Manto, protegeré a todo el mundo. Estoy

aquí con todos mis hijos.
    Sepan obedecer. La salvación está acá, en mis palabras, con mis palabras, con la

oración.
    Encontrarán el camino de la Luz.
    Sólo hay un camino a seguir, es el camino de Mi Hijo Jesús y El Padre.
    Reúnanse a rezar el Santo Rosario.
    Si en este momento reciben mis palabras, habrá paz.
    Reciban mis palabras y de mi mano la Bendición.”

Maria Rosa Mística, 21-01-2002

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Mensaje Nº 56 - P
OREN, OREN
    Hoy son las 10 y 13 de la mañana. Estoy escribiendo una carta para el sacerdote

Pablo Montero, cuando el comedor de mi casa se llenó de perfume. Al rato llaman a la puerta;

no había nadie. De inmediato oigo su voz. Ella dice “Ven Hijo mío”, Yo salí y fui a la

Gruta. ¡Allí me envolvió un canto tan hermoso…y esa luz…!
    Entonces veo a la Virgencita. Le noto en su carita mucha tristeza, y de sus ojitos

caen lágrimas. Ella dice:
    “Hijo mío, irás al sacerdote. Éste es la autoridad de la Casa de Dios.
    Dirás:
    Deseo que den mis palabras, que son un llamado para mi pueblo, el mundo entero.
    Hijitos míos de todo el mundo, soy su madre; la que ilumina todos los caminos, el

cual muchos incrédulos se niegan a seguir.
    Obedezcan, no sean incrédulos. Den ese paso hacia mí. Los espero con las manos

abiertas y mi corazón lleno de amor.
    Ya lo he dicho, busquen la protección del Manto. Deseo la conversión, el verdadero

amor a mis palabras.
    Hijitos míos de todo el mundo, pongan sus manos en sus corazones, sepan recibir mis

palabras, no las dejen tiradas en los cajones.
    Si ponen atención a mis palabras, sabrán que he venido a traer amor, paz, entre

todos mis hijos de todo el mundo.
    Sepan estar unidos al Santo Rosario; háganlo no con los labios, sino con el corazón.

Hagan oración a mi Hijo Jesús y al Padre. Háganlo con los brazos abiertos, con amor.
    Sean de una fe mas firme, que perdure por siempre en sus corazones.
    Estén preparados; no quiero ver en los corazones dudas ni tinieblas.
    Sepan ver la luz del nuevo día; verán la luz de salvación.
    Mi corazón, mi amor, es el camino hacia mi Hijo Jesús y el Padre.
    Hijitos míos, estoy muy triste porque todos mis hijos de todo el mundo no obedecen,

no cumplen con mis palabras. Me están lastimando el corazón.
    Manténganse unidos a mi elegido.
    Sepan recibir mis palabras; deseo la conversión de todo el mundo.
    Hijitos míos: OREN, OREN. Es el llamado de mi Hijo Jesús y el Padre.
    Si hoy sienten mi perfume, son mis Ángeles que van delante de mí.
    Sepan abrir el corazón; pidan. Les concederé todo lo que me pidan.
    Yo estoy presente”.

María Rosa Mística, 02-02-2002

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Mensaje Nº 58 – P
¡SI PUSIERAN MÁS ATENCIÓN A MIS PALABRAS!
    Hoy son las 8 y 3 de la mañana, estoy preparando todo para la Ceremonia. Me embarga

una alegría tan grande…y no sé porqué! En ese momento siento una ráfaga de aire y…¡ese

perfume! Siento su voz, miro hacia la Gruta. Estaba la Virgencita, con su carita triste, y

en sus manitos tenia un ramo de rosas. Yo fui a su encuentro, y le dije: “Gracias Virgencita

Madre mía, has venido a nosotros…¡Pedí tanto que no nos dejaras!...”
    “Hijito mío, he visto la pureza que hay en tu corazón, ¡Nunca dejaré de venir a este

lugar!.
    Hijito mío, dirás a mi Pueblo, al mundo entero: He venido al mundo a decirles que se

conviertan, el cual es el deseo de mi Hijo Jesús y El Padre.
    Hijitos míos, rogare a mi Hijo y al Padre que no les pruebe en su fe…¡es tan

pequeña!. Ustedes no saben lo que Dios va a mandar al mundo si ustedes no se convierten;

muchas almas se habrán perdido.
    Hijitos míos, quiero ver en los corazones el Don dado por mi Hijo y El Padre: la

humildad, la fe, la confianza a mis palabras.
    Hijitos, los invito a rezar el Santo Rosario; así rezarán conmigo y los podré

ayudar. Quiero ver la pureza, la fe, en cada corazón. Nacerá en aquellos corazones una

Fuente de Vida Nueva, no conocerán dolor ni enfermedad, tendrán todo lo que me pidan.
    Sólo pido oración, conversión, que ayunen, oren, oren. Anímense a rezar el Rosario

con fe, con alegría, en familia. Así será una verdadera conversión. Sepan que el Rosario no

es un adorno para la casa, es para rezarlo, para alejar toda maldad. Vencerán toda obra del

enemigo.
    Hijitos míos de todo el mundo, ¡No se imaginan cuanto amor hay en mi corazón! Los

amo a todos; estoy poniendo la Luz en todos los corazones para que nadie se pierda.

Encuentren en la conversión el verdadero Camino de Luz, de Salvación.
    Estrechen sus manos con sus hermanos. Al hacerlo sentirán paz, amor. Así es como se

recibe la Bendición.
    La paz este con todos mis hijos”.
Maria Rosa Mística, 27-02-2002

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Mensaje Nº 59 – P
ÉL ESTÁ EN LA CRUZ, en la Gloria de la Pascua 
    Hoy son las 8 y 27 de la mañana, estoy poniendo la mesa frente a la Gruta para la

ceremonia. Siento su perfume, ¡y un coro tan hermoso!...¡y esa luz tan intensa…! Me

encuentro frente a la Virgencita, y su voz tan dulce que no se como explicarlo. La

Virgencita dice:
    “Hijo mío, dirás a mi Pueblo, al mundo entero, estas palabras:
    Hijitos míos de todo el mundo, no quiero ver en sus corazones confusión. Estoy aquí

para dar la sabiduría, la inteligencia, que sepan entender, amar, ser fieles a mis palabras.

Sepan abrir el corazón, porque hoy están reunidos con sus hermanos. Estén en paz, con fe

verdadera, no quiero ver penas en los corazones; sólo tengan fe, esperanza en la vida. Estén

en alegría, hoy están celebrando mi día que santamente embriaga todos los corazones. Estén

en la Misericordia de mi Hijo Jesús y El Padre. Vivan en la fe, dejen que Yo more en sus

corazones por siempre.
    Hijitos míos, estén en gracia. En estas Pascuas busquen la Casa de Dios, estén

limpios de corazón; deseo la conversión de todo el mundo, ayunen conságrense…estén en paz.

Quiero decir PAZ, es decir YO ESTOY PRESENTE; sepan abrir el corazón, les concederé todo lo

que pidan, estén unidos en oración, oren, oren.
    Sepan pedir al Corazón de mi Hijo Jesús. Él está en la Cruz, en la Gloria de la

Pascua.
    Hijitos míos, estén en la Liturgia, en la grandeza del Evangelio. Dejen que mis

palabras obren en cada corazón: despierten la fe, el amor, el entendimiento.
    Hijitos míos, reciban de mis manos la bendición.
    La Paz y mi Amor este con todos mis hijos de todo el mundo”.

Maria Rosa Mística, 27-03-2002
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Mensaje Nº 61 – P
MI CORAZÓN EN UN MANTO DE LÁGRIMAS
Hoy son las 15 y 7 de la tarde, es Viernes Santo y está lloviendo. Estoy haciendo oración

por las personas que dejaron sus intenciones, y por todo el mundo. Siento su voz, y al

momento veo a la Virgencita con su carita muy triste. De sus ojitos caen lágrimas, ella

dice:
“Hijo mío, irás a mi Pueblo, al mundo entero. Dirás estas palabras cuales son de mi Hijo

Jesús y El Padre:
Hijitos míos de todo el mundo, están en estos días que son de mucho dolor. Mi corazón esta

en un manto de lágrimas; el Cielo y la Tierra está en el dolor y el sufrimiento que está

viviendo mi Hijo en la flagelación y el dolor de la cruz, Sepan buscar y compartir el

sufrimiento, sepan aceptar el peso de la cruz. Busquen en la Casa de Dios la verdadera paz,

dejen en los confesionarios el rencor, el egoísmo, la maldad. Sepan perdonar, estar en paz;

que en los corazones no hayan dudas i resentimientos; que exista fraternidad y entendimiento

con sus hermanos; que exista alegría y amor.
Hijitos míos de todo el mundo, les estoy hablando a través de estas manos, que me escuchan

por ustedes, para decirles con estas palabras de Vida Eterna: no teman, estén unidos en el

Santo Rosario. Con el ardan en los corazones; en el alma arda la fe de la Nueva Vida.
Hijitos míos, la verdad, el camino a seguir, está aquí en mis palabras. El que viene a mi,

viene a mi Hijo Jesús y al Padre. ¿Cuántas palabras ha enviado, las cuales no han sido dadas

a mi Pueblo?. Aquellos que la reciban, escuchen; Mi voz tiene la dulzura de la Madre que es

escuchada por aquellas almas y corazones puros.
    Hijitos míos, busquen la Casa de Dios, reciban en los Santos Sacramentos a mi Hijo y

al Padre.
    Permanezcan en la confianza de mis palabras.
    Reciban de mis manos copiosísimas bendiciones”.
Maria Rosa Mística, 29-03-2002

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Mensaje Nº 62 – P
CONSAGRACIÓN A MI CORAZÓN EN JERUSALÉN
    Hoy son las 11 y 57 de la mañana, estamos con mi esposa dentro de casa. Llaman

golpeando la puerta, y al salir me invade un perfume y siento una oleada de incienso. Oigo

su voz y de inmediato soy llevado hacia la Gruta. ¡Allí me envuelve una luz tan intensa…!

Delante de mí está la Virgencita, con mucha angustia y lágrimas que llenan sus ojitos. Ella

extiende su mano derecha, diciendo:
    “Hijo mío. En ti he puesto mis palabras, las cuales son para mi pueblo, el mundo

entero. Ya lo ha dicho mi Hijo Jesús y El Padre, en los laicos, los vicarios, está la

salvación de mi Casa. Sean ustedes los que lleven mis palabras al anciano, el hombre vestido

de blanco en Roma, el Sumo Sacerdote: Hijo mío, tu corazón y tu amor están en mi. Tu, que

pides ser uno del pueblo, he venido a ti a través de estas manos. Vengo a pedir la

consagración a mi pueblo, a mi inmaculado Corazón. Llevarás a mi pueblo a la salvación; mis

palabras estarán en tu boca y en tu corazón.
    Hijo mío, mi Sumo Sacerdote, irás a donde yo te pida. Deseo que vayas a Medio

Oriente, a mi pueblo de Jerusalén. Allí darás mis palabras, las cuales son de mi Hijo Jesús

y El Padre. Hijo mío, en tu corazón, en tu voluntad, está la salvación de mi pueblo, el

mundo entero. Buscarán un lugar donde den la Ceremonia; en ella harán la consagración a mi

corazón e invocarán Mi Nombre. Sepan que la consagración es para mi pueblo, el mundo entero.

Tanto Yo, como mi Hijo y El Padre, en nuestro gran amor no rechazamos ningún hijo. Esta

tierra será protegida con mi maternal intercesión; los cubriré con mi manto. Conságrenme

nuevamente. Yo, con mi Hijo y El Padre, traeré la paz como hace muchos años.
    Hijo mío, mi Sumo Sacerdote, donde consagren, pondrán una gran estrella; la segunda

estrella, acá en el Sur. En ella pondrán el Espíritu Santo, símbolo de paz, amor y amistad,

para todo mi pueblo, el mundo entero.
    Hijo mío, mi Sumo Sacerdote, les daré en el cielo muchas señales. Sepan ver la luz

del sol, tomará grandes cambios de color, verán una gran danza. Les daré una gran señal: en

el sexto mes, antes de mitad de mes, verán un gran eclipse el cual se perderá en el agua del

mar, la cual (la señal) será recibida en aquellos corazones que confían y creen en mis

palabras. A éstos, el Espíritu Santo del Padre los fortalecerá en sus corazones y en la fe.
    Hijo mío, mi Sumo Sacerdote, la salvación, el entendimiento, esta acá, en mis

palabras. Sepan obedecer. El designio del Padre está con ustedes”.
    La Virgencita se queda callada y escucho otra voz:
    “Pueblo mío, presten mucha atención a mis palabras, obedezcan a las palabras de mi

Madre. Sacerdotes de la Tierra, estas palabras son de mi Padre; les he dado de la montaña no

una parábola, sino muchas. No las han entendido porque muchos están en oscuridad. Traje al

mundo mis palabras pero muchos corazones no quisieron escucharme.
    Gobernantes de la Tierra, ya lo he dicho, no jueguen con los sentimientos de mi

pueblo, el mundo entero. Gobernantes, deseo en esos corazones la verdadera conversión, sepan

rechazar las fuerzas del mal que albergan en aquellos corazones que no quieren escuchar ni

aceptar mis palabras. Si ustedes están por caminos de oscuridad ya no arrastren a la

humanidad a la desesperación, a la muerte, a la violencia. El miedo, el terror, el dolor, el

sufrimiento por el que está pasando mi pueblo, el mundo entero, es muy grande.
    Gobernantes, sepan estar en el entendimiento, buscar la paz. Que ya termine la

violencia y la mentira.
    Gobernantes, busquen en Mi Casa la sabiduría. Sepan encontrar la luz. Estén en la

confianza de mis palabras”.
Maria Rosa Mística y Jesús, 24-04-2002
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Mensaje Nº 63 – P
¡CUANTA ALEGRÍA!
    Hoy son las 8 y 17 de la mañana, estoy con la imagen de la Virgen en mis brazos para

colocarla en las andas para la procesión, ¡mientras me embarga una alegría! En esos momentos

me envuelve un suave perfume. Oigo su voz; yo pensé que era la imagen que me hablaba…pero

Ella estaba en la Gruta. Ella dice:
    “Ven, hijo mío. Dirás a mi pueblo, al mundo entero, éstas palabras que están llenas

de amor: sepan abrir el corazón y el alma, así recibirán todo el amor que les estoy dando.

No se imaginan cuánta alegría me dan cuando obedecen a mi palabra. Deseo que cada día

despierten con una pequeña oración. Cada oración, como mis palabras estará llena de amor.

Sepan buscarlo, pedirlo, porque escucho sus ruegos. Vengan a mi Inmaculado Corazón.
    Hijitos míos, cuanta alegría me dan cuando vienen a mi y los veo con el Santo

Rosario en sus manos. Es el camino a la conversión, den ese paso hacia mí. No deben temer;

Yo estoy con todos mis hijos, los protegeré con mi manto. No deben temer en estos días

cuando muchos corazones están siendo victimas del mal y no encuentren el camino correcto.

Salgan de las tinieblas.
    Hijitos míos tienen mi mano extendida. Sepan tener el corazón abierto y encontrarán

mi luz, que es la luz de mi Hijo Jesús y El Padre.
    Hijitos míos, sean ustedes los que lleven la luz a esos corazones que están en

tinieblas. No teman; mis Ángeles los protegerán donde quiera que estén.
    En este día, reciban mi bendición. La paz esté con todos mis hijos de todo el

mundo.”
Maria Rosa Mística, 27-04-2002
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Mensaje Nº 64 – P
VISITA AL SANTUARIO DE
LA VIRGEN DEL ROSARIO DE SAN NICOLAS
    Hoy son las 4 de la tarde. Estoy con Nicolás dentro del Santuario de la Virgen del

Rosario de San Nicolás, en la provincia de Buenos Aires. Estuvimos filmando dentro del lugar

e hicimos bendecir el agua que sacamos de la vertiente.
    Cuando estoy frente a la imagen de la Virgencita del Rosario de San Nicolás, que

está en la entrada del Santuario, dentro de una urna cilíndrica de vidrio, veo que mueve sus

ojitos. De ellos brotan lágrimas. Ella dice:
    “Hijo mío, no puedo respirar”.
    Luego, bajamos al subsuelo del Santuario y al pararme frente a la imagen de la

Virgencita, bajo la advocación de Lourdes, volví a ver brotar lágrimas de sus ojitos azules.

Esto se puede ver, afortunadamente, en la filmación.
    Como ella lo dijo en un mensaje anterior, quiere que todos sus hijos puedan tocarla,

acariciarla, que no pongan nada que impida que sus hijos la puedan tocar, como una fría urna

de vidrio que parece asfixiarla. Porque ¿qué madre no quiere ser abrazada y mimada por sus

hijos?.
San Nicolás de los Arroyos, 05-05-2002
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Mensaje Nº 65 – P
 EL ABRAZO DE LA VIRGEN
Hoy son las 10 y 13 de la mañana, estoy acomodando las flores que, sobre todo el día 13, la

gente le ha traído a la Virgen. Siento primero una suave brisa, y su perfume después. Luego

oigo su voz; yo levanto la vista y veo a la Virgencita, con es luz tan intensa.
“Virgencita, madre mía ¡cuanta alegría me da verla!. Virgencita, ¡hay tanta gente que me

dicen que quieren que le de un abrazo por ellos…!”
“Hijo mío, adelante, obedece a tu corazón”.
Yo me levanté y extendí mis brazos hacia Ella. Lo que sentí, es como si en ese momento

abrazara a mi madre. Sentí una felicidad y una paz tan grande, que no se como

explicarlo….Todavía me tiemblan las piernas, ¡es tan grande la emoción!
    “Hijito mío, dirás a mi pueblo, al mundo entero:
    Hijitos míos, no sean incrédulos ni soberbios. Están ciegos. Sepan ver (distinguir)

el bien del mal. Ya lo ha dicho mi Hijo Jesús y El Padre: desconfíen de la abundancia del

denario, no se aferren de lo material porque es obra del enemigo, es el camino de la

oscuridad.
    Hijitos míos, no sigan su juego. Destruyan toda obra de oscuridad, busquen en mi

Casa. La respuesta está en el camino de la luz. Tendrán la verdadera riqueza, la cual está

en la fe.
    Reciban mis palabras, porque hoy es tiempo de gracia. Reciban con amor mis palabras;

aquél que las reciba abra su corazón.
    Reciban la luz, permitan que entre en el alma, para que se llene de mi gran amor y

se torne sabia.
    Pido que sean mi voz. Quiero decirles que den mis palabras y que cada hijo sepa amar

mi nombre. Quiero decirles que se conviertan, porque muchos corazones están cerrados. Sepan

llevar la luz a esos corazones. Reciban esta palabras, están llenas de amor. Es tiempo de

cambiar esos corazones fríos, por uno tibio. Así será una verdadera conversión.
    Hijitos míos, los invito a que ayunen con pan y agua. Abran sus corazones, saquen

todo lo malo, que no exista rencor por sus hermanos.
    Hijitos míos, en estos días de tanta necesidad, muchos han dejado a un lado las

cosas de Dios. Les estoy recordando que multipliquen los alimentos. Al sentarse a la mesa,

hagan la bendición, no pierdan los dones dados por mi Hijo Jesús y El Padre. Sepan tener el

corazón abierto a mis palabras.
    Hijitos míos, los espero con todo mi amor en mi Casa.
    Reciban de mis manos la Bendición.”

Maria Rosa Mística, 15-05-2002

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Mensaje Nº 68 – P
 ORACIÓN DE SANACIÓN DICATADA POR LA VIRGEN
    Hoy son las 10 y 7 de la mañana, y se celebra en la Iglesia, la Fiesta de la

Santísima Trinidad. Estoy limpiando la Gruta para la ceremonia de mañana, siento ese

exquisito perfume…¡y veo esa luz tan intensa! Está presente la Virgencita. Ella dice:
    “Hijo mío, dirás a mi pueblo, al mundo entero estas palabras. Hijos míos de todo el

mundo, le daré de mi corazón esta oración, la cual está llena de bendición y sanación.
    Hijitos míos, esta oración la harán conmigo.
    Hijitos háganse la Santa Cruz;
    SEÑOR Y DIOS NUESTRO, DANOS EL GOZO Y LA PAZ A NUESTROS CORAZONES, SANTIFICA NUESTRO

TRABAJO DE CADA DÍA.
    MADRE ROSA MÍSTICA, TU QUE INTERCEDES ANTE EL SEÑOR, CONCEDENOS LA GRACOA QUE HOY

DIGNAMENTE VENIMOS A PEDIRTE, LA SANACION DE NUESTRAS ENFERMEDADES. TE PEDIMOS CON NUESTRA

FE EN LA SANTÍSIMA TRINIDAD, LA SALVACIÓN DEL CUERPO Y DEL ALMA. Amen.
    Les prometo a los corazones verdaderas bendiciones, y muchas alegrías a las almas.

Reciban mis palabras las cuales son de mi Hijo Jesús y El Padre.
    Reciban mi inmaculado Corazón de mis manos, cargadas de Gracia, Bendición y la gran

Luz del Señor.
    Recen un Padre Nuestro, tres Ave Maria, un Gloria”.

Maria Rosa Mística, 26-05-2002

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Mensaje Nº 69 – P
OREN, AYUNEN, NO DEJEN EL SANTO ROSARIO
    Hoy son las 15 y 57 de la tarde, estoy poniendo el cuaderno de los pedidos en la

Gruta, que lo había sacado para hacer las oraciones. Al salir de la Gruta, sentí el perfume,

yo di unos pasos y fui dado vuelta en el aire. La sensación que tuve era como si estuviera

flotando. Delante de mí estaba la Virgencita, envuelta en esa luz tan intensa. Ella tiene la

carita preocupada, y tristeza en sus ojitos. Ella dice:
    “Hijito mío, dirás a mi pueblo, al mundo entero, estas palabras que son de mi Hijo y

El Padre:
    Hijitos míos de todo mi pueblo, el mundo entero. Sepan recibir la luz del Señor en

sus corazones y a ésta madre que está sufriendo por sus hijos, por aquellos que están en

oscuridad. Traigo en mis manos la luz del Señor, la cual alumbrara todo camino de oscuridad.

Sepan buscarla en la Casa de Dios.
    Hijitos míos, oren, oren. No con la mente, sino de corazón.
    Hijitos, les pido que ayunen, oren al Padre. Orar para que muchas almas encuentren

el camino de luz y vuelvan al Señor. Sepan estar en oración, oren por los enfermos del

cuerpo y del alma, que sufren sin conocer la Gracia, el amor de Dios.
    Hijitos míos, mantengan con sinceridad y con amor, en sus manos el Santo Rosario.

Estarán en la luz de la fe, no dejen el Santo Rosario. Pidan y busquen la protección de mi

Hijo Jesús y El Padre.
    Busquen mi Casa en día de reposo, estén en paz, sepan tener el corazón abierto, así

tendrán la luz y la fortaleza del Espíritu Santo.
    Hijos míos, yo estoy en el Santo Rosario, pidan la Gracia. Escuchen mis palabras,

que ellas crezcan en sus corazones.
    Estén en el amor de Dios. Toda tiniebla se apartará de sus caminos.
    Abran sus corazones, no tengan dudad de las palabras de Dios.
    Reciban copiosísimas bendiciones y Gracias del Señor.”

Maria Rosa Mística, 01-06-2002

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Mensaje Nº 71 – P
NO ES MUCHO LO QUE PIDO
    Hoy son las 15 y 27 de la tarde; estoy con gente de la parroquia San Pedro. Una

señora me pregunta que flor es la que tiene ese perfume tan exquisito que se huele en el

ambiente. Luego que ellos se van, veo un gran rayo de luz que baja del cielo sobre la Gruta

que esta cubierta por una nube. Posada sobre ella está la Virgencita, con una ternura y una

sonrisa tierna en su carita. La Virgen viste una túnica muy blanca, sobre sus hombros lleva

un manto celeste agua, sobre sus cabellos una mantilla blanca y en sus manitos un Rosario.
    Ella dice:
    “Hijito mío, dirás a mi pueblo, al mundo entero, estas palabras que son de mi Hijo y

El Padre:
     Hijitos míos de todo mi pueblo, el mundo entero. Reciban, escuchen mis palabras.
    Hijitos míos, les pido que oren, oren, que en sus corazones haya luz para que

reciban a esta Madre que ha venido a salvar a sus hijos. Estén en oración, no es mucho lo

que pido. Oren por aquellos que sufren hambre, enfermedades, desamparo. Por mis niños que

están siendo víctimas de aquellos que no tienen corazón.
    Hijitos míos, confíen en mis palabras. Yo lo he dicho, oren, estén unidos al Santo

rosario. Con él encontrarán el camino hacia mi Casa, encontrarán la luz del Señor. Reciban

mis palabras, traigo la luz que le falta a muchos corazones.
    Hijitos míos, conviértanse, dejen que mis palabras crezcan en sus corazones, la luz

está acá, en mis palabras, las cuales están en el Evangelio, que es la Palabra de Dios.
    Hijitos míos, amen la oración y pidan a Dios la conversión de sus corazones.
    La paz esté en sus corazones”.

 Maria Rosa Mística, 13-06-2002

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Mensaje Nº 73 – P
 PREGUNTENSE SI HOY ESTÁN EN EL CAMINO
    Hoy no se porque tengo tanta alegría, como si quisiera llorar de felicidad, pero no

se la causa. Temprano voy a abrir la puerta de la Gruta; sobre el techo hay tres palomas,

dos blancas y la otra manchadita. Ahí estuvieron hasta las 10 y 7 de la mañana. Luego, a las

11 y 40 de la mañana golpean la puerta. ¡Cuan grande es mi sorpresa al abrirla! Es un

sacerdote con su vestimenta clara, el hábito hasta los pies, sobre sus hombros lleva una

capa negra. Él es Fray José María Cabrera, de la Orden de los Predicadores. Estuvimos

hablando en el transcurso de la mañana, y luego se retiró.
    A las 17 y 40 de la tarde percibí a ratos, oleadas de perfume. Siento que llaman, es

la voz de la Virgencita. Salgo y me dirijo a la Gruta, ¡en la puerta hay una luz tan

intensa! En esa luz está la Virgencita, que me dice:
    “Hijo mío, dime porque hay tanta alegría en tu corazón”
    “Virgencita, Madre mía, mi alegría es porque he pedido tanto que vengan los

sacerdotes para que esto sea del pueblo, el mundo entero…”
    “Hijito mío, no vendrá uno, sino muchos son los que vendrán. Estos son los que creen

en mis palabras.
    Hijito mío, dirás a mi pueblo, al mundo entero, estas palabras las cuales están

llenas de amor y que hoy, dignamente vengo a traerles.
    Hijitos míos, no sean soberbios ni duros de corazón, que no haya dudas. Busquen la

luz, no se queden en tinieblas. Apresúrense a venir en busca de mi ayuda, que es la luz del

Señor.
    Hijitos míos, hoy deben ocuparse y preguntarse si están en el camino de la luz.

Dejen obrar en sus corazones la voz del Señor que les habla.
    A una conversión les llamo; a que ayunen. No tengan temor porque el señor a mandado

a sus ángeles para que los guíen y los proteja por todos los caminos. No tendrán tropiezos.
    Hijos míos, no dejen de orar, sepan buscar en la oración. Pidan por aquellos que hoy

están en tinieblas para que encuentren el camino hacia mi Casa.
    Hijitos míos, no es mucho lo que pido; sepan buscar en día de reposo en mi Casa, la

luz. La luz que espera, es la luz del Señor. Den a mis sacerdotes su confesión, este limpios

de pecado, estén limpios de corazón para recibir los Santos Sacramentos. Encontrarán la

misericordia que en cada celebración da el Señor. Que en sus corazones haya un despertar de

fe; deseo un pueblo de fe, no de incrédulos.
    Reciban de mis manos la bendición. La paz este con todos mis hijos”.
Maria Rosa Mística, 01-07-2002
Mensaje Nº 74 – P
LAS TRES ROSAS PARA MANUEL
    Hoy son las 4 y 17 de la madrugada, me despierto porque en sueños se me presenta la

Virgencita. Ella me habla:
    -“Hijo mío, dime porque hay tanta tristeza en tu corazón”.
    -“Virgencita, Madre mía. Mi tristeza, la angustia que hay en mi corazón es porque mi

madre está muy mal de salud, y pido tanto que Usted la sane…”
    -“Hijo mío, hay que dejar las cosas en la voluntad del Padre. Hijo mío, estoy

contigo, no bajes los brazos. Te estoy dando las fuerzas, la fe, la confianza en mis

palabras.
    Hijo mío, mira el rosal. Te estoy regalando estas rosas blancas símbolo de pureza,

de la luz del Espíritu Santo, del Señor”.
    Éste es un milagro de la Virgencita, porque en el mes de julio (invierno) todos los

rosales están sin hojas debido a las “heladas” tan grandes, con temperaturas bajo cero. Este

rosal está a dos metros de la Gruta, al aire libre. Tiene tres rosas y cuatro pimpollos por

florecer. Doy fe de que el rosal está en toda su floración.
Maria Rosa Mística, 10-07-2002

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Mensaje Nº 75 – P
LA IMPORTANCIA DE LA CONFESIÓN
    Hoy son las 10 de la mañana, vino a casa el Padre Diego José Correa O.P. quien ya lo

había hecho en la semana. Me invita a su casa, en donde celebra la Santa Misa. Hay tres

velas encendidas y en el pabilo de la que está de mi lado se forma una rosa. Le digo al

Padre que mire, cuando el se acerca, se había formado una imagen del Señor. Luego se forma

un corazón. El me dice asombrado que es el Inmaculado Corazón de María, que no había visto

antes algo así.
    Son las 15 y 17 de la tarde, estoy terminando las oraciones y se intensifica el

perfume que hace días estoy sintiendo. A las 15 y 27 dejo el cuaderno de pedidos de

intenciones en la Gruta, al salir me quedo parado, no puedo dar un paso más. Me envuelve una

fuerte brisa y esa luz tan intensa. Veo a la Virgencita, Ella dice:
    “Hijo mío, dirás a mis sacerdotes, éstos a la autoridad de la Casa de Dios: Mis

sacerdotes de todo mi pueblo, el mundo entero. Ya lo he dicho, den mis palabras las cuales

están llenas de luz, la gran luz que dan las palabras del Señor. He venido a traer a muchos

corazones la salvación.
    Hijitos míos de todo mi pueblo, el mundo entero; para recibir y estar ante la

palabra de Dios es necesario que busquen en día de reposo la Casa de Dios. Den a mis

sacerdotes su confesión, sus pecados. Al ocultar sus pecados están en falta, no están en la

luz. El que los confiese y se aparte de toda maldad, que en sus corazones haya una

conversión sincera. Sepan perdonar de corazón.
    Hijitos míos, no se imaginan la gracia tan grande si la confesión es en día de

reposo; alcanzarán la misericordia del Señor.
    Hijitos míos, sepan que no es mucho lo que pido, tengan un tiempo en sus corazones

para la oración diaria. Hecha con amor es una bendición, un crecimiento en la fe.
    Hijitos míos, tengan voluntad y no se aparten de la oración, del camino de Dios.
    Hijitos míos, sean ustedes los hacedores de estas palabras de mi Hijo Jesús y El

Padre.
    Hijitos míos, sepan que una oración hecha con amor, con fe, está a las puertas de

sus corazones. Que en sus corazones no haya dudas, no haya tinieblas. Abran sus corazones de

par en par, reciban estas palabras que son la luz del Señor. Orar sin cesar, orar con el

corazón es estar en el camino de Dios.
    Hijitos míos, reciban de esta Madre que los ama, la santa bendición”.
María Rosa Mística, 18-07-2002
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                                Mensaje Nº 76 – P
RECIBAN MI INMACULADO CORAZÓN
    Hoy son las 8 y 33 de la mañana, estoy preparando la Gruta para la Ceremonia. Siento

la presencia de alguien que está a mi lado y unas oleadas de perfume. Miro hacia la Gruta

pero no hay nadie. A las 10 y 37 luego de rezar el Rosario, y de la lectura del Evangelio,

veo sobre la Gruta un rayo de luz y dentro de él, a la altura de la cabeza de las personas,

está la Virgencita. Trae mucha alegría en su carita. Esta es la segunda vez que Ella se

presenta cuando hay mucha gente; la primera fue en la Iglesia cuando recibí la sanidad.

Luego que la Virgen me habla yo sollozo emocionado y me dirijo adentro de casa para escribir

el mensaje. Después de algunos minutos, es leído a todos los devotos presentes. Ella dice:
    “Hijitos míos, hoy estoy con ustedes para que comprendan cuál es el camino para ser

un verdadero hijo de Dios. Hijitos míos, sepan abrir el corazón y recibir en este día de

Gracia mis palabras. Hijitos míos, tengan las manos extendidas hacia aquellos que no creen.

Sean ustedes los que lleven a esos corazones la fe, y así puedan recibir el amor de Dios.
    Hijo mío, dirás a mi pueblo, el mundo entero, estas palabras las cuales traen luz.

La luz estará en estas palabras. Hijos míos de todo mi pueblo, el mundo entero, sepan

recibir a ésta Madre que trae en sus manos llenas de Gracia y bendición.
    Hijitos míos, reciban mi Inmaculado Corazón. Les traigo ésta oración, la cual harán

conmigo. Hijitos, háganse la Santa Cruz, la señal de la salvación eterna y digan:
    “PADRE LLENO DE AMOR Y MISERICORDIA, TE PEDIMOS NOS CONCEDAS LA GRACIA QUE HOY

DIGNAMENTE VENIMOS A PEDIRTE POR LA INTERSECIÓN DE TU SANTA MADRE MARÍA ROSA MÍSTICA, QUE

ATIENDE NUESTROS RUEGOS.
    TE PEDIMOS POR EL SUMO PONTÍFICE, EL MINISTERIO SACERDOTAL Y LA FORTALEZA EN LA

VOCACIÓN.
    ILUMINE NUESTRAS ALMAS LA LUZ DE TU PRESENCIA.
    GLORIA A TU HIJO JESUCRISTO, LUZ ETERNA.
    EN TI SEÑOR ME CONFÍO. VEN APRISA A LIBRARME DE ESTE MAL QUE ME AQUEJA EL CUERPO Y

EL ALMA. EN TUS MANOS SEÑOR ESTOY SEGURO DE TODA GRACIA Y SALVACIÓN.
    DANOS LA LUZ DE TUS PALABRAS A NUESTRO CORAZÓN.
    LA PALABRA DEL SEÑOR ES LA VERDAD. Amén”.
“Hijos míos, sepan que hoy y siempre daré a todos los corazones toda clase de bendiciones.
Hijitos míos, no se imaginan la alegría tan grande que me da al verlos venir a mi casa. El

amor que hoy traigo a muchos corazones es la gran luz que trae el Señor.
Hijitos míos, recen un Padre Nuestro, tres Ave María, u Gloria y alabanzas a la Santísima

Trinidad.
Reciban mi santa bendición. La paz esté con todos mis hijos de todo el mundo”.

María Rosa Mística, 27 de julio de 2002

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Mensaje Nº 77 – P
LA VOZ DEL ÁNGEL DE LA VIRGEN
Hoy son las 15 y 7 de la tarde. Estoy en la gruta y me envuelve un canto muy hermoso. Ya

varias veces esto me ha sucedido; es un canto celestial, tan hermoso que no se como

explicarlo. Luego percibo una brisa y escucho una voz, observo y veo a un Ángel. Él dice:
    “No temas, soy el Ángel de María”.
    Él es de cabellos castaño claro, no muy largo. Su rostro es hermoso y parece tener

una edad como de treinta años. Está vestido con un manto blanco que cruza su cuerpo y está

sostenido en el hombro izquierdo pero no llega hasta sus pies, que están descalzos. Tiene

sus brazos descubiertos y en su mano derecha trae una hoja de papel pentagrama. Su altura es

como de un metro setenta y cinco o un poco más. Él dice:
    “He venido a que cantemos al Señor. Canten conmigo”.
“Han bajado los Ángeles del cielo a cantarle al Señor,
cantemos con alegría y devoción a la Reina de los Ángeles,
Es la Madre del Señor, es el Hijo de Dios.
Ahí está Maria con su Hijo Jesús, que repiquen las campanas,
Ha llegado el Mesías, el Rabí, el Salvador.
Cantemos con alegría y devoción,
No hay cosa más bella que hacer alabanzas al Señor.
Cantemos a la Virgen María, la Madre nos llevará por el camino,
El camino de Dios.
Le cantamos a tu Hijo, Él es la Salvación.
Gracias Amada María por abrir mi corazón,
Tu luz ha venido por la Gloria, la Gloria del Señor”.
El Ángel de María, 02 de Agosto de 2002
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Mensaje Nº 78 – P
JESÚS ME HABLA EN BUENOS AIRES
Hoy son las 13 y 37 de la tarde. Estoy en Buenos Aires (llegué el día 4 de agosto). Nicolás

me acompaña al consultorio de Elsa Sangiovanni, una odontóloga que conocí en un viaje

anterior, y cuando nos hizo pasar nos envolvió un exquisito perfume a incienso, muy suave,

inexplicable.
Luego, de vuelta en casa de la familia Llanos, quienes me reciben cada vez que voy a Buenos

Aires, nos envuelve otra vez el mismo perfume. A las 18 y 50 ¡siento una voz tan dulce…y hay

tanto cariño en sus palabras! No lo veo, pero Él dice:
“Mi hijo, en ti he puesto mis palabras, lo cual ya lo ha dicho Mi Madre, llegarán hasta el

último rincón del mundo.
Mi pequeño, dirás a mi pueblo, el mundo entero:
He venido a traer estas palabras, Estoy presente en cada una, todas están llenas de luz, de

salvación.
Pueblo mío ¿Por qué hay tantas dudas y desconfianza, tanta oscuridad en sus corazones? Dejen

brotar en sus corazones estas palabras. Sepan que una palabra dicha a tiempo es para que

despierten a la luz de la fe. Les traigo la vida, la salvación; les traigo en mis manos el

alimento del cuerpo y del alma, que está acá, en la Santa Biblia, para que puedan conocer

las palabras de mi Padre, para que puedan amarme como Yo los amo.
El que cree en Mi cree en las palabras de mi madre. Pueblo mío, me basta verlos con un gesto

de amor, de confianza, con una palabra dicha desde el corazón y del alma; con amor, con fe.

Estén en el camino de Luz, el Camino de Dios.
Quien cree en mis palabras sin dudar, vivirá por siempre.

Jesús, 07 de Agosto de 2002

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Mensaje Nº 79 – P
UNA IMAGEN DE LA VIRGEN EXUDA ÓLEO
    El día Jueves 8 de agosto, a las 16 horas, estaba en la casa de la familia de

Arnaldo Walfart, en Buenos Aires. Mientras estábamos tomando mate, miré a la Virgencita que

traje desde Mendoza, la imagen pequeña de 20 cm que le había regalado Victoria Randazzo, una

chica de aquí, de Buenos Aires, una estatuilla hecha de un material como de goma, muy

hermosa, y vi que su manto brillaba. La toqué y mis dedos quedaron con una especie de aceite

perfumado. Luego, esta familia me llevó a ver un señor que estaba enfermo, y al ver esto, su

esposa y su hija pasaron servilletas sobre la estatuilla de la Virgencita. Éstas salían

mojadas con ese aceite.
    El día viernes 9 en la mañana, estuve en Martínez, en casa de Fabiana Inglieni y la

Virgen también nos dio ese exquisito aceite con perfume de rosas silvestres. En la tarde fui

a Villa Crespo, a casa de la señora Elena, y otra vez la Virgen nos regaló lo mismo. Todas

las personas que allí estaban querían quedarse con esa fragancia.
    A las 15 y 3, yo rezaba unas oraciones por los enfermos y todos sentimos ese

perfume. En ese momento yo escucho Su Voz y miro, pero no La veo. Ella dice:
    “Hijo mío, muestra a mi pueblo lo que hoy les estoy dando. Di a mi pueblo, al mundo

entero, estas palabras, las cuales son de mi Hijo Jesús y El Padre.
    Hijitos míos de todo el mundo, ¿creen ustedes que yo no conozco sus corazones

endurecidos de rencor, odio, de maldad? Sepan que no es bueno para el corazón y el Alma

vivir con rencor.
    Hijitos míos, ¿hasta cuando harán oídos sordos a mis palabras que son fuente de

vida? Sepan recibir a esta Madre que trae las palabras del Señor.
    Hijitos míos, arrepiéntanse, conviértanse, que en sus corazones haya una conversión

sincera. Estén en el Camino de Dios.
    Hijitos míos, escuchen a ésta Madre que pide Oración, Penitencia, Sacrificio. Que en

sus corazones haya una verdadera conversión. No desoigan mis palabras, que son Palabras de

Dios.
    Hijitos míos, para que en sus corazones haya Luz es necesario que muchos se quiten

las vendas de sus ojos y que sepan ver con el corazón y el alma. Sean ustedes portadores de

dar testimonio de este óleo, el cual sale de mi Imagen, símbolo de Mi Presencia. Les pido

que todos sopen de él y lo lleven a los enfermos. Lo pondrán sobre su dolencia. Si lo hacen

con fe y devoción a mi Inmaculado Corazón, toda enfermedad se apartará, porque la Mano del

Señor es el Espíritu Santo que se posa sobre sus hijos”.
María Rosa Mística, 09 de Agosto de 2002

Mensaje Nº 80 – P
HIJITOS, SE HAN OLVIDADO DE LA SANTA BIBLIA
    Hoy son las 10 y 50 de la mañana. Estoy con el Diácono Mario Elía y otro señor.

Luego que se retiran escucho que alguien llama. Salgo y me envuelve un exquisito perfume,

miro hacia la gruta y veo un resplandor, una luz. Soy llevado hacia ese lugar y ahí está la

Virgencita, con tristeza en su carita. Ella dice:
    “Hijito mío, dirás a mi pueblo, al mundo entero, estas palabras.
    Hijitos míos, sepan recibir a ésta Madre que ha venido a guiarlos para que

encuentren la palabra de Dios, porque se han olvidado de la Santa Biblia.
    Hijitos míos, déjense guiar hasta mi casa donde los espera el Señor.
    Oren. Oren con el corazón, tengan un tiempo para orar con el Señor. Si lo hacen de

corazón, con fe, el Espíritu Santo posará en aquellos corazones que se abran a la luz de la

fe.
    Hijitos míos, sepan estar en oración en familia, sepan poner a Dios en primer lugar

en sus hogares, donde estará la gran luz de salvación.
    Hijitos míos, cuánta alegría me dan cuando los veo con el Santo Rosario, que es

estar en Gracia, en oración.
    Hijitos míos, deben amar más a Dios, por sobre todas las cosas; y confiar más en

esta Madre que está pidiendo oración, ayuno, conversión, sacrificio, reconciliación. Estén

limpios de corazón, sepan que el Señor Nuestro Dios es quien manda al mundo por medio de la

Madre Bendita (*), la Madre de Jesús el Hijo de Dios.
    Hijitos míos, vivan en este momento de Gracia todas las palabras que les estoy dando

hasta que todos los corazones se abran a la oración. Así sentirán un gran gozo porque el

amor de Dios está en sus corazones.
    La paz este con todos mis hijos”.

María Rosa Mística, 22 de agosto de 2002

(*) Aclaración de Manuel: Ahora en este tiempo, El Padre se dirige, le habla y amonesta al

mundo, por medio de la Virgen, quien intercede ante Él por todos sus hijos para que en éste

Tiempo de Gracia comprendamos la urgencia de su llamado.

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Mensaje Nº 81 – P
AGRADEZCAN A DIOS POR CADA DÍA
Hoy son las 8 y 17 de la mañana. Estoy preparando las cosas para la Ceremonia, mientras

pienso qué sucederá hoy en la Ceremonia, porque la anterior fue muy intensa…¡y tantas

bendiciones que nos da!
Siento ese exquisito perfume y alguien a mi lado. Al rato siento su voz. Veo a la Virgencita

suspendida a cierta altura del suelo. Ella dice:
“Hijito mío, dirás a mi pueblo el mundo entero: hijitos míos de todo mi pueblo el mundo

entero, reciban estas palabras las cuales son de mi Hijo y El Padre.
Hijitos míos, hoy están en día de Gracia. Sepan agradecer a Dios por cada día. Sepan estar

unidos al Amor del Hijo y El Padre.
Hijitos míos, les traigo de Mi Corazón Inmaculado esta oración. Hijitos míos háganse la

Santa Cruz y digan conmigo:
“BENDITO SEAS SEÑOR, A TUS PIES AHORA ESTOY. BENDICE NUESTRO HOGAR Y QUE NO NOS FALTE LA

SUBSISTENCIA.
BENDITA SEAS MADRE MÍA, MARÍA ROSA MÍSTICA, QUE INTERCEDES ANTE EL SEÑOR POR NUESTROS

PECADOS, INTERCESORA FIEL CON SU CORAZON INMACULADO ABIERTO AL AMOR DE JESUCRISTO Y EL

PADRE.
SEÑOR, A TI HE VENIDO A PEDIRTE POR EL SUMO SACERDOTE, LAS VOCACIONES SACERDOTALES, Y EL

CONSUELO DE NUESTRAS ALMAS.
SEÑOR SOCÓRREME POR ESTE MAL QUE AQUEJA MI CUERPO Y MI ALMA; MADRE, TU QUE CLAMAS EL AMOR DE

TUS HIJOS Y NOS CONCEDES LA GRACIA, SOCÓRRENOS EN EL NOMBRE DEL SEÑOR, LA LUZ DE LA

SANTÍSIMA TRINIDAD, LUZ DEL PADRE Y DEL ESPÍRITU SANTO” Amén.
Hijitos míos deseo la conversión de sus corazones. Sepan amar las palabras de Dios, sepan

pedir de corazón y de alma; les concederé todo lo que pidan y los protegeré de toda

adversidad.
Recen un Padre Nuestro, tres Ave María, un Gloria y alabanzas a la Santísima Trinidad.
Hijitos míos, la oración que más me gusta es el Padre Nuestro y el Gloria”
María Rosa Mística, 27 de Agosto de 2002

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Mensaje Nº 82 – P
EL NACIMIENTO DE JESÚS
Hoy son las 10 y 7 de la mañana, estoy inquieto, siento mucha alegría. Recién se van

personas de San Juan. Estoy en la gruta y siento una oleada de aroma de incienso y de

flores. Me siento flotar, es algo que no se como explicarlo. Luego veo una luz muy intensa

de la que salen estas palabras:
“Mi pequeño, no temas. Estoy contigo.
Dirás a los sacerdotes y a todo mi pueblo, el mundo entero, estas palabras.
Mi madre ha venido a traer estas palabras, la luz de conversión y salvación. Las palabras de

mi Madre son santas y verdaderas, que no existan dudas de ellas porque son las palabras de

mi Padre. En ellas muchos encontrarán muchas respuestas. Pido que haya más respeto hacia mi

Madre, porque Ella fue cubierta por el Espíritu Santo; hablar mal de Ella es hablarlo del

Espíritu Santo; lo cual no tiene perdón”
La luz se hace más suave y dentro de ella está la Virgencita, que dice:
“Hijito mío, dirás a mi pueblo, al mundo entero, y a mis hijos predilectos, los sacerdotes

de todo el mundo, éstas palabras:
Hijos míos, les daré de mi Corazón Inmaculado estas palabras que son parte de mi vida y la

de mi Hijo Jesús, mi pequeño Emi. Sepan que la Santa Escritura tiene muy pocas palabras de

mi vida, de María, y de mi hijo Jesús, el Hijo de Dios.
Hijos míos, muchos corazones blasfeman, hablan de Mi. Sepan que a nadie hay que juzgar sin

saber lo que se dice. Que no les queden dudas, El Padre me conservó virgen, limpia y pura

para ser la Madre del Hijo de Dios. El Espíritu Santo posó en Mí, tuve en mi vientre al Hijo

de Dios, por muchos caminos pasé.
Dios puso en mi camino a José, él cuidó de Mí. Un día José despertó y en un asno él me llevó

a una posada en un establo. Yo reposé sobre el heno; a mi lado había una pileta en forma de

un pesebre cubierto de heno. José puso encima un cuero de cordero y sobre el cuero extendí

un manto muy blanco, que se puso tan blanco como si de él saliera luz. ¡Mi hijo daba tantos

movimientos en mi vientre como anunciando que ya llegaba la hora de su nacimiento!. En ese

momento fui cubierta de una luz muy intensa. Como a dos metros de altura, el Espíritu Santo

permaneció sobre Mí; no sé cuánto tiempo pasó. Sentí en mi vientre como éste se abría, y un

vacío. Luego un calor muy fuerte en mi vientre; no quedo ninguna cicatriz.
Todo fue como en sueños. En mis brazos estaba el niño recién nacido, lo puse en el pesebre,

¡es tan bello, tan rosadito, muy hermoso! ¡Todo Él despedía un brillo tan intenso! Todo Él

despedía Luz. Yo a su lado, de rodillas, estaba rezando y dando gracias a Dios Padre.

Extendí sobre el niño un manto y el niño lloró; lo tomé en mis brazos, lo terminé de vestir

con el mismo manto que lo cubrí y lo puse sobre mi pecho. Él se tranquilizó.
Al sentarme volví a ser cubierta por la luz y un coro de ángeles que lo adoraba. José

permanecía afuera. Al llamarlo “¡José ven, ha nacido el Hijo de Dios!”, él lo tomó en sus

brazos con mucha alegría y lo apretó contra su corazón dando gracias por el don sagrado de

Dios, y de sus ojos caían lágrimas de alegría. Luego lo puso en el pesebre. Yo sólo tenia

siete pañales y muy poquitas cosas, y un ponchito de corderito.
Cerca de la montaña, venían tres pastores que estaban muy contentos por los acontecimientos;

porque esa noche no fue noche, porque estaba la luz del niño, el Hijo de Dios. Hubo mucha

luz sobre la posada, donde el Verbo, el Hijo de Dios. Después descendió una gran nube sobre

ella, muchos ángeles bajaban a adorar al niño ante todos los que allí estaban.
Se escuchó una Voz: -“No teman, Soy el Hijo de María, El Hijo de Dios. Traigo paz y alegría

a las almas, ha nacido El Salvador, Cristo, El Señor”-
El coro de ángeles seguía cantando:-“Gloria a Dios en las alturas, Paz en la Tierra, Paz a

los hijos de todo el mundo”-
¡Cuánta tristeza me dan y hoy les doy la respuesta!
Sepan entender y no dudar, no se equivoquen. Concebí a mi Amado Hijo por el Espíritu Santo.

Cuando la concepción de mi Hijo, fue que El Padre me puso en oración profunda y una inmensa

luz poso sobre Mí. Cuando el nacimiento de mi Amadísimo Hijo, salió de mi vientre como fue

concebido; quiero decir sin ser tocada.
Él fue expulsado por el Espíritu Santo.
He sido madre virginal.
Fui elegida para ser Madre de todos mis hijos de todo el mundo y especialmente la Madre de

la Misericordia, que es el corazón de ésta criatura, el Hijo de Dios. Es el corazón

Misericordioso del Padre en el Hijo, que ha descendido para llevar a todo el mundo a la

redención, conversión, salvación y paz.
Sepan que sólo he tenido en mi vientre al Hijo de Dios. Los hijos que el Señor me da, es al

pie de la Cruz, que son ustedes.
Mi Hijo y El Padre quisieron que fuera la Madre del mundo, la Madre de la Iglesia”.

María Rosa Mística, 29 de Agosto de 2002

Mensaje Nº 83 – P
ALABANZAS Y ALEGRÍA A LA MADRE CELESTIAL
Hoy son las 8 y 47 de la mañana, estoy con personas que vienen desde Chile a pedirle

intercesión a la Santísima Virgen por un enfermo que viaja con ellos. La señora me dice que

cuando llegaron los envolvió u exquisito perfume de rosas pero notaron que recién están

brotando las plantas. Están durante algún tiempo en la gruta y luego se retiran. Yo me quedo

parado sin poder dar un paso más. Siento un fuerte viento, una oleada de perfume…¡y un coro

tan hermoso!
    En la puerta de la gruta veo una luz, un Ángel que dice:
    “No temas, soy el Ángel de María. Hemos venido a traer alabanzas y alegría a la

Madre Celestial. Es la Reina de los Ángeles, hoy le venimos a cantar”.
“Cantemos a María, es la Madre de Jesús Cristo, es El Señor.
Eres exaltado en la Gloria del Padre, te alabamos Señor,
Luz de esperanza, Luz de salvación.
Cantemos a Maria, Luz que guía nuestros pasos a la casa del Señor,
Aleluya a los hijos de la Tierra que vienen a recibir Su Santa Bendición, está llena de su

Amor.
Cantemos sin cesar, estamos en Tu Presencia Señor,
Tú nos guías, Luz de nuestra fe.
Unidos al rezar, unidos a María, Madre de nuestra Casa,
La Casa del Señor.
Cantemos al Hijo de Maria, Jesús el Hijo de Dios,
Es Cristo, es El Señor,
Fuente de agua viva que apaga nuestra sed.
Cantemos al Altísimo, Dios es mi Señor,
Colmado de sus dones, nos da hoy Su Bendición.
Paz entre nuestros hermanos, paz en nuestro corazón,
Gloria en las alturas, Santo, Santo es El Señor”.
El Ángel de Maria, 08 de Septiembre de 2002
(día de la Natividad de la Virgen María)
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Mensaje Nº 84 – P
MI PUEBLO LEVANTARÁ MI CASA
    Hoy son las 6 y 17 de la mañana, llaman a la puerta Al salir no encuentro a nadie

pero siento su exquisito perfume y escucho su dulce voz. Miro hacia la gruta, veo una gran

nube sobre ella y sobre la nube veo una gran luz. En el centro de la luz está la Virgencita.

Ella dice:
“Hijito mío, dirás a mis sacerdotes y a todo mi pueblo el mundo entero la visión que has

tenido de mi Casa, la Casa de Dios. Deseo que se construya tal cual ya lo he dicho.
Este lugar que tú has visto es la porción de Tierra Santa donde mi pueblo levantará mi Casa.

Vendrán cientos y cientos a este lugar, yo renovaré la fe y habrá una gran conversión en mis

hijos de todas las religiones.
A la entrada de mi Casa pondrán una gran estrella en lo alto. Deseo que el campanario sea de

siete campanas, de mayor a menor, las cuales tendrán una melodía especial. Llamarán a todos

mis hijos a mi Casa, la Casa del Señor.
Hijo mío, después diré a mi pueblo donde excavaran y sacarán agua, la cual será de mucho

poder de sanación.
Deseo que todos mis hijos de todo mi pueblo estén unidos para la gran Obra de Dios, la cual

es la Luz del Sur, la gran luz de Salvación”.

María Rosa Mística, 09 de Septiembre de 2002

Nota: Manuel observa de frente una iglesia con dos torres, una a cada lado de su entrada. La

de la derecha de la iglesia es mas baja que la del lado izquierdo. Sobre ambas brilla una

luz que varía del color dorado al plateado. Sobre la entrada principal, sobre el techo, está

la Cruz, que es de mayor altura que las torres. Entre ésta y la torre mayor ve un Ángel, su

cabello castaño cae sobre su cuello y está vestido con túnica celeste claro, sin mangas, que

llega hasta sus pies descalzos. Con la mano derecha, el Ángel sostiene un paño grande,

blanco, con una inscripción de siete letras o signos en el centro muy brillantes, de color

entre dorado y plateado.
Frente a la iglesia ve un pilar más alto que las torres; y en su extremo tiene una estrella

de 5 puntas que despide una luz muy intensa.

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Mensaje Nº 86 – P
SEPAN RECONOCER LA VOZ QUE LOS LLAMA
Hoy son las 8 y 17 de la mañana, estoy terminando de preparar todo para la Ceremonia. A mí y

a quienes estaban conmigo nos envuelve una oleada de perfume exquisito; sentimos mucha

alegría. A mi lado siento Su Presencia. Luego, a las 10 y 27, es la tercera vez que me

sucede el tener una emoción tan grande: ante tanta gente recibir la Presencia de Nuestra

Madre. Ella extiende su mano y yo abro mi boca, siento algo como si fuera un copito de nieve

que se deshizo en mi boca; es muy blanco, con forma de un corazón.
    Quisiera describirlo tal cual yo lo siento, pero no tengo las palabras justas,

porque la sensación que experimenté es la de estar flotando. Quisiera soltar el llanto, pero

no de dolor ni de angustia; ¡están grande la alegría, que no hay palabras…! Escucho su voz y

veo a la Virgencita suspendida sobre la entrada de la gruta. Para mí, verla es como si viera

a una persona, con la diferencia de la luz que Ella trae.
    Ella dice:
    “Hijito mío, dirás a mi pueblo, el mundo entero, estas palabras:
    Hijos míos de todo mi pueblo, el mundo entero. En este día de Gracia sepan tener el

corazón y el alma abiertos a las palabras del Señor, sepan reconocer la voz que los llama,

la que los guía a mi Casa, la Casa de Dios.
    Hijitos míos, tengan un tiempo para el día de reposo, despierten. En este día, al

venir a mi Casa encontrarán la nueva luz, sabrán comprender el valor que hay en mis

palabras. Al estar con ellas, están con mi Hijo Jesús y El Padre. Permanezcan en oración,

están en mi Presencia.
    Hijitos míos, los cuerpos quedan limpios con la confesión, ayuno, sacrificio,

penitencia y reparación. Al recibir los Santos Sacramentos deben estar limpios de corazón.
    Hijitos míos, Dios les ha dado un corazón para que tengan sentimientos y me amen;

los oídos para que estén atentos para escucha, entender, estar despiertos al escuchar mi

voz; los ojos para ver, leer y disfrutar la Santa Escritura que es la Voz del Señor.
    Hijitos míos, mantengan los sentimientos de ser un verdadero hijo de Dios.
    Hijitos míos, encontrarán la nueva luz del Señor, encontrarán el valor que hay en

mis palabras.
Hijitos míos, buscarán, encontrarán la respuesta a estas palabras:
    CF SAL 95 – 10 MEC 3,27
    Reciban de mis manos la Santa Bendición”
Maria Rosa Mística, 27 de Septiembre de 2002.
Mensaje Nº 87 – P
¿QUIEN CREE EN MIS PALABRAS?
    Hoy son las 7 y 13 de la mañana, llaman a la puerta. Al salir no hay nadie. Más

tarde, estoy limpiando la gruta y siento oleadas de perfume. Legan personas de Córdoba, a

pedir por un enfermo que viaja con ellos. Una señora me pregunta si siempre hay ese

exquisito perfume o si son las flores del jardín. Ya que busca la flor y ninguna brinda ese

aroma. Luego que se retiran llevo el cuaderno de pedidos a la gruta, son las 10 y 7. Al

salir escucho un coro, un canto muy hermoso. Detrás de mí siento la voz de la Virgencita, me

doy vuelta y la veo. Está triste y tiene lágrimas en sus ojitos. Ella dice:
    “No temas hijo mío, estoy contigo. En tus manos está que mi voz llegue a todos mis

hijos de todo el mundo.
    Hijo mío, dirás a mis hijos predilectos los sacerdotes, éstos a la autoridad de la

Casa de Dios y a todo mi pueblo, el mundo entero, estas palabras:
    Hijos míos, he sido enviada por mi Hijo Jesús y El Padre. Traigo la luz al mundo

para que todos encuentren el camino de la luz. Que todos los corazones levanten la voz.

Díganme, ¿Quién cree en mis palabras? En ellas encontrarán las palabras del Señor.
    Hijos míos ¿Por qué son tan incrédulos, que no reconocen mi voz? Les traigo la luz y

ustedes siguen con los ojos cerrados, endurecidos sus corazones. Pongan ustedes la voluntad

para que puedan ver y percibir con el corazón la gran luz del Señor. El Señor es la Luz

Eterna, la Salvación del mundo.
    Sacerdotes, estén al servicio de mi pueblo; que éste sea asistido por ustedes. El

Señor los ha puesto en mi Casa, la Casa de Dios, para que obedezcan. Salgan como pastores

dispuestos y prontos a todo lo que conviene al Ministerio de mi Casa, la Casa de Dios.
    Ya lo he dicho, vendrán muchos Sacerdotes, Cardenales, el Pontífice Príncipe de la

Iglesia, o sea el Sumo Sacerdote. Así el pueblo sabrá ejecutar todas sus órdenes.
    En sus manos está la obra que ha comenzado para que la vida de mi pueblo se entregue

de corazón y alma al servicio del Señor. Será la gran conversión de todo mi pueblo, el mundo

entero. De aquí partirá un nuevo dogma de fe, conversión, salvación.
    La luz del Señor brillará en todas las religiones, la Palabra de Dios es una sola”.
María Rosa Mística, 05 de Octubre de 2002
*************

Mensaje Nº 88 – P
SAQUEN CON ORACIÓN SUS ENEMIGOS
    Hoy son las 8 y 50 de la mañana, estoy en casa de la familia Morales Riveros, en la

provincia de San Juan. En un momento nos envuelve un exquisito perfume que fue percibido por

cuántos estábamos reunidos. Luego, a las 13 y 27, vuelvo a sentir ese aroma y escucho la voz

de la Virgen (es la segunda vez que me sucede algo así fuera de mi casa; la primera vez fue

en Buenos Aires) Yo miro buscándola, pero no la veo. Sólo escucho su voz. Ella dice:
    “Hijito mío, dirás a mi pueblo, el mundo entero, éstas palabras que son de mi Hijo

Jesús y El Padre.
    Hijitos míos, sepan entender y comprender mis palabras. Pueblo mío, el mundo entero,

escúchenme; les hablo a todos ustedes. Es necesario que abran sus corazones y se entreguen a

mis palabras. Es bueno permanecer en la enseñanza del Evangelio, que es la Palabra de Dios.

Es necesario que ustedes saquen con la oración los enemigos del cuerpo y el alma; sepan

poner un alto al desorden de la fácil ligereza del desatino de la razón, limpiar el corazón

y el alma para que no rechacen al Señor, para que alcancen la misericordia y el amor del

Señor.
    Hijitos míos, no crean que con apariencias están en mi camino. Sepan buscar la

verdadera luz en eL día de reposo, que es el día de Gracia. Esto diré para que crean en mis

palabras: SPATIUM BERAE POENITENTIAE.
    Hijitos míos, reciban de mis manos la Santa Bendición”.

María Rosa Mística, 14 de Octubre de 2002.

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Mensaje Nº 89 – P
CONFÍEN TODO A MI CORAZÓN INMACULADO
    Hoy son las 17 y 40 de la tarde. Vinieron personas de San Rafael a pedirle a la

Virgen y a agradecerle. Desde temprano comenzamos a sentir oleadas de perfume. Salgo, miro

hacia la gruta y veo sobre ella una gran luz de la que caen pétalos de rosas. La luz se abra

y en el centro está la Virgencita que sostiene en su mano izquierda un ramo de rosas que

parecen hechas de terciopelo; en su mano derecha tiene un Rosario. Las cuentas del Rosario

son de luz muy brillante. Le veo su carita muy triste. Ella dice:
    “Hijito mío, dirás al sacerdote y éste a la casa de Dios. Mi sacerdote dirás a mi

pueblo, el mundo entero, estas palabras:
    Hijitos míos, estén atentos a mi llamado que es la voz de mi Hijo Jesús y El Padre.
    Hijitos míos, deseo que sepan ver y descubrir en lo más profundo de sus corazones,

abriéndolos y confiando todo a mi corazón Inmaculado, al Corazón de esta Madre que trae luz

de salvación.
    Hijitos míos, estén despiertos. No dejen que nadie los guíe por otro camino. Es

necesario que sepan discernir lo bueno y lo malo. No se equivoquen, porque la Santa

Escritura es una; la Palabra de Dios es una sola.
    Es necesario que estas verdades las tengan siempre presentes; que mis palabras vayan

transformando sus corazones y sus almas; que en sus corazones haya conversión, amor y fe.

Estén en el verdadero camino, el camino de Dios.
    Hijitos míos, sepan recibir y guardar estas palabras de vida eterna, así habrán

conocido las verdaderas palabras de El Señor, Cristo, el Hijo de Dios.
    Dejan entrar este llamado en sus corazones, que es el llamado del Señor.
    Deben estar en el camino de Verdad, el camino de Dios, para que no estén en

tinieblas, para que traspasen toda miseria, toda adversidad. Así vencerán todos los

obstáculos porque brillará la luz del Señor, como la luz brilla sobre la tempestad; todo lo

vencerán.
    Estar en el camino de Dios es ser un verdadero cristiano. Que sus corazones se abran

a la luz de la fe Para mirar la vida de otra manera. La mejor es estar en gracia con El

Señor; no apartarse de la oración del Santo Rosario, asistir en día de reposo a la Iglesia,

la Casa de Dios.
    Hijitos míos sepan que Dios a mandado a los Ángeles para que los guíen y los

protejan por todos los caminos con la luz del Señor.
    Esto diré para que crean en mis palabras:
    IN MANIBUS PORTA BUNT TE NE FORTE OFENDAS AD LAPIDEN TIJUN.
    La paz este con todos mis hijos de todo el mundo”.

María Rosa Mística, 19 de Octubre de 2002.
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                      Mensaje Nº 90 – P    
PUEBLO MÍO, CONSÁGRENSE
    Hoy desde temprano, cuando estoy sacando los bancos para la Ceremonia, vienen hacia

a mí oleadas con aroma de incienso. Hace varias semanas que lo vengo percibiendo. A las 10 y

17 de la mañana; mientras transcurre la Ceremonia, me siento inquieto. Comienzo a ver sobre

la gruta una gran nube con mucha luz, de ella sale El Señor. Baja con su túnica muy blanca,

todo Él despide una gran luz. Su cabello es castaño y tiene una mirada muy triste. Viene con

sus pies descalzos.
    Ante tanta gente comienzo a sentir fuertes dolores en mis manos y me aparecen dos

marcas enrojecidas en cada una, en las palmas y en mis muñecas. El Señor dice:
    “Mi pequeño no temas, Soy Yo, el Señor. He descendido, estoy con todo mi pueblo, el

mundo entero.
    Mi pequeño, dirás a los sacerdotes de la Tierra; Así habla El Señor: EGO BOCABI TE

NOMINE TUO.
    Yo, JESUCRISTO, estoy en cada uno de ustedes. Les he dado la inteligencia, la

sabiduría, la serenidad, la luz, para que salgan como los pastores.
    Sepan llevar a mi pueblo en día de Gracias a mi casa, la Casa de mi Padre. Mi Madre

ya lo ha dicho, mi pueblo está sediento, hambriento de Mi Palabra. Sepan ustedes

corresponder a este llamado, que es llevar la luz al mundo entero. Dirán mis palabras: ESSE

NUN DIES SALUTIS.
    Sepan que los he puesto en mi Casa para que mi pueblo crezca en la Gracia de un

verdadero Evangelio, estar en Gracia.
    Están en Mi Presencia pueblo, conságrense. Les hablo a todos Ustedes: Entréguense al

Corazón Inmaculado de mi Madre y a mi Corazón Misericordioso, Jesucristo, que es la Luz del

mundo.
    Soy Jesús, El Señor, Dios.
    Yo, Jesucristo, les pido oración; también lo pide mi Madre. Hagan plegarias,

oraciones con sentimiento, con renuncia, con caridad. Que exista el amor al prójimo. Esta es

la verdadera luz de conversión.
    Sepan llevarme en sus pensamientos como una oración.
    Sepan llevarme en sus corazones para que no estén en tinieblas; busquen en sus

corazones.
    La Gran Luz que es El Amor de Mi Padre ha sido derramada en todos los corazones

oscuros que hoy están en mi Presencia despierten a la luz de la conversión. Esto diré para

que todos aquellos crean en mis palabras: ESSE EGO QUIA BOCAST ME.
    Mi pequeño, muestra a mi pueblo MIS MARCAS QUE ESTÁN EN TUS MANOS, para aquellos

corazones oscuros que están en tinieblas.
    Sepan buscar la Luz que hay en mis palabras.
    Encuentren en su interior la luz de conversión.
    La paz y la Luz de Mi Padre esté en todos los corazones”.

Jesús Cristo, 27 de Octubre de 2002.

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Mensaje Nº 91-P
¡CUÁNTO ME ALEGRO CUANDO SOY ESCUCHADA!
Hoy me despierto de madrugada porque escucho un coro, un canto muy hermoso. El dormitorio

está muy iluminado con una luz muy intensa, entre blanca y celeste. Son las 3 y 7 de la

mañana, hay un aroma muy especial. Al levantarme siento un exquisito aroma a incienso y a

flores. Más tarde llegan personas de Córdoba a visitar a la Virgen y pedir por un enfermo.

Se van, son las 8 y 57, yo estoy inquieto y voy a la gruta. Frente a la imagen de la Virgen

empiezo a oír otra vez ese coro tan especial.
Al salir de la gruta tengo la sensación de estar flotando en el aire. Siento la voz de la

Virgen, miro y veo a la Virgencita y la gran luz que Ella trae, viene con su caita alegre.

Son muy pocas las veces que Ella viene así. Ella dice:
-“Hijito mío, ¿Por qué tu corazón esta preocupado?
-“Virgencita, Madre mía, no se si estamos haciendo bien en empezar a trabajar en lo que

Usted nos pide (ocuparnos de iniciar todo lo relativo para la futura construcción del

Santuario)”.
-“Hijo mío, me parece bien que mi pueblo empiece a obedecer a las palabras de mi Hijo Jesús

y El Padre. Éstas serán las manos benditas porque están haciendo lo que estoy pidiendo.
Hijo mío, dirás a mi pueblo, el mundo entero, estas palabras:
Hijos míos, ¡cuánto me alegro cuando soy escuchada!
Hijitos míos, es hora ya de comenzar, de buscar la luz.
Nada los debe detener porque la mano de mi Hijo y El Padre los sostendrán, porque ésta será

la Casa de Luz, la Casa de Oración donde no existirán las tinieblas.
Porque soy la Madre del Cielo he descendido y traigo la Luz del Espíritu Santo a todos mis

hijos de todo el mundo.
Deben comprender y recibir mis palabras porque provienen de Dios.
Los llamo a la oración, la conversión.
Los estoy invitando a orar, orar de corazón.
Que hoy sus respuestas sean al Corazón Misericordioso de mi Hijo y El Padre.
Este es un día de Gracia, de regocijo espiritual, porque el amor de Jesús Cristo, que es la

Luz del mundo, alcanza a todos mis hijos de todo el mundo”.
María Rosa Mística, domingo 03 de Noviembre de 2002.
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Mensaje Nº 93-P
SOY LA MADRE CORREDENTORA
    Hoy son las 9. 50 de la mañana, estoy en casa de la Familia Adaro, en la ciudad de

San Juan. Comienzo a percibir una energía a mi lado acompañado de un perfume muy exquisito.

Al rato escucho la voz de la Virgencita: La busco con la mirada pero no la veo. Ella dice:
    …” Hijito mío, en tus manos y las de mi pueblo está que mi voz llegue hasta el

último rincón del mundo.
    Hijito mío, dirás a mi pueblo, al mundo entero éstas palabras:
    Hijitos míos de todo mi pueblo, hoy aquí y siempre, estaré cuando me invoquen.
    Hijitos, cuando viene a mi con el corazón abierto, lleno de amor, así es como se

encuentra la verdadera luz, la cual los acerca a Dios.
    Hijitos, hoy estoy aquí cuando mas me necesitan. No se detengan, den ese paso hacia

Mí, hacia Mi Hijo Jesucristo. Mi Hijo les enseña a través de mis palabras a distinguir la

verdadera luz de las tinieblas.
    Hijitos míos, que no les queden dudas: Soy la Madre Corredentora, la Llena eres de

Gracias, la que los conduce a mi casa, la Casa de Dios donde está la verdadera salvación.
    Hijitos míos. No vengan a Mí dudando,  a ver para creer en mis palabras.
    A aquél que viene a MÍ sin dudar le daré fortaleza y confianza para salir de las

dificultades que hoy están pasando.
    Hijitos míos ¿porqué son tan duros para abrir sus mentes y el corazón? Creen vivir

de acuerdo a su propia voluntad y se olvidan de lo más necesario, que es vivir de acuerdo a

la voluntad del Dios,  El Señor.
    Hijitos míos, es hora que despierten a la luz de mis palabras
    He venido, estoy presente. Traigo mis manos llenas de luz que me da el Señor para

aquellos que busquen en sus corazones la conversión, el arrepentimiento.
    Sepan obedecer a esta Madre que trae la corrección a todos los corazones.
    Sepan buscar la Luz en día de Gracia en mi casa, la casa de Dios.
    Hijitos míos, los guio hacia la luz para que hoy y siempre vivan en la luz de un

verdadero Evangelio, que es la palabra de Dios.
    Reciban de mis manos la Santa Bendición.
Sábado, 16 de noviembre de 2002,
Mensaje Nº 94:
ESTEN EN DIA DE GRACIA EN LA SANTA MISA
    Estoy en la parroquia Nuestra Señora del Tulum, de la Prov. de San Juan: Mientras

participo de la Santa Misa empiezo a sentir una fuerte energía, la que se hace más fuerte

minutos después. Comienzo a sentir la presencia de Nuestra Madre a mi lado, es cuando el

sacerdote hace la bendición de los Sacramentos. Cuando me pongo de pie miro la cruz que está

sobre le altar, en la pared, y de su mano derecha nace una luz que va creciendo hasta tomar

la altura de 40 centímetros. Luego esa luz se desplaza y toma forma de varias Advocaciones

de la Virgen, la primera es la de Nuestra Señora de San Nicolás, luego la de la Medalla

Milagrosa, y finalmente la de la Rosa Mística.
    Después la luz se coloca por detrás de la cruz. Sólo ilumina la cruz pero no al

cuerpo de Jesús. Esta luz es vista también por un seminarista que está a mi lado y que es el

primero en verla cuando le indico que mire arriba del altar. Luego la ven todos los que ahí

estaban… Fueron unos 20 minutos de Gracia.
    Siento la presencia de la Virgencita, miro, pero no la veo. Ella dice:
    …”Hijito mío dirás a mi pueblo, el mundo entero, estas palabras:
    Hijitos míos, de todo mi pueblo, no se imaginan cuanta alegría me da al  verlos

venir a mi Casa, la Casa de Dios.
    Hijitos ya es hora de despertar, de ser los portadores, de llevar la luz a mi casa.

Al estar en día de Gracia en la Santa Misa, que todos los corazones se fortalezcan con mis

palabras, las cuales provienen de Dios.
    Hijitos míos, benditos son aquellos que hoy han venido al banquete del Señor.
    Hijitos míos, al recibir los Santos Sacramentos, reciben el Cuerpo del Señor que es

el Espíritu Santo con el cual han sido bendecidos hoy y siempre.
    Hijitos míos, no dejen de orar; oren con el corazón. Así se está con el santísimo.
    Benditos aquellos que me saben escuchar, escuchen a esta Madre que hoy está

presente.
    Tengo mi manto extendido hacia todo el mundo y los brazos abiertos para cobijar a

todos mis hijos.
    Benditos los que me reconocen y me escuchan porque escuchan al Señor, Luz eterna de

salvación...”
Domingo, 17 de noviembre de 2002

Mensaje Nº 95:
PRESENCIA VIVA DEL SEÑOR EN LA EUCARISTIA
    Hoy son las 10: 47 de la mañana. Estoy en Misa en la Parroquia Nuestra Señora de

Fátima. Durante la Misa empiezo a sentir algo muy fuerte. Cuando el sacerdote está haciendo

la consagración de los Sacramentos comienzo a recibir una gran fuerza o energía, no sé que

palabra usar. Siento la presencia de Nuestra Madre a mi lado izquierdo, a la altura del

hombro y de la cabeza. Siento el roce de su mano, no sé como explicarlo. Yo miro buscándola,

no la veo pero escucho su voz. Ella dice:
    “Hijito mío, mi pequeño, dirás a mi pueblo, al mundo entero estas palabras las

cuales son de mi Hijo Jesús y el Padre.
    Hijitos míos, de todo mi pueblo, ¡Cuanta alegría me dan hoy, al verlos a todos

unidos en mi casa, la casa de Dios.
    Hoy y siempre tengan un tiempo para estar en Gracia con el Señor.
    Hijitos no se imaginan la Gracia tan grande que reciben a estar en Mi Presencia.
    Hacia los que hoy están en mi presencia, mi amor de madre y mis brazos están

extendidos, hacia aquellos hijos que hoy me buscan. Hoy muchos corazones han encontrado la

Luz, la cual está en mis palabras.
    Hijitos, sean merecedores de este amor que les traigo, que es el Amor de Dios.
    Hijitos, no pequen con la mente y el corazón al estar en la Casa de Dios.
    Hijitos, no olviden a esta madre que hoy y siempre los llama insistentemente a mi

casa, la casa del señor.
    Hijitos, despierten en día de Gracia a esa fe dormida, que nazca la luz en sus

corazones, así será una fe viva.
    Este es un llamando a despertar, a ver con sus propios ojos mis palabras, las cuales

son del Señor Dios.
    Hoy y siempre están en la presencia viva de Jesucristo, Luz Viva de Salvación.
    Hijitos, al recibir los Sacramentos muchos corazones que hoy están en mi Presencia,

están fríos, no sienten al Señor, al Cuerpo Vivo del Señor. No se olviden que hoy, aquí,

estamos presentes ante Ustedes.
    Hijitos, les concederé la Gracias a aquellos corazones que hoy dejen el egoísmo, la

maldad, que sepan sacar el orgullo de sus corazones. Sean humildes, busquen la conversión,

vivan en la palabra de un verdadero Evangelio, que es la palabra de Dios, Luz Eterna de

Salvación.
    Reciban de mis manos copiosísimas bendiciones.
Domingo, 24 de noviembre de 2002, (Fiesta de Cristo Rey)

Mensaje Nº 96:
DESEO QUE CADA UNO SEA FELIZ
    Hoy son las 10 y 17 de la mañana. Estoy en la pequeña ceremonia que se hace todos

los días 27. Empiezo a recibir una muy fuerte energía, yo me aprieto los brazos porque

siento su presencia, miro hacia el cielo y veo una pequeña luz, que al descender se hace más

grande. Cuando estoy en su presencia, Ella dice:
    …”Hijito mío dirás a mi pueblo, al mundo entero éstas palabras de luz de vida,

remanso de salvación: Confíen en mis palabras las cuales son del Señor.
    Hijitos míos, de todo mi pueblo, soy vuestra Madre, la que hoy, aquí y siempre,

estaré presente, la que los llama y los guía hacia mi casa, la Casa de Dios.
    Hijitos deseo que cada uno sea feliz y que en sus corazones no haya dolor, angustia

ni desesperación.
    Sepan ustedes estar conmigo en día de Gracia en mi Casa, la Casa del Señor.
    Hijitos no se imaginan cuanta alegría me dan al haber respondido a mi llamado… ¡Si

siempre obedecieran a mi llamado! ¡Si sus corazones se convirtieran! ¡Y si hicieran

sacrificio, penitencia y reparación! … ¡Estén en una verdadera conversión!
    Hijitos míos, es necesario, para encontrar la luz de Dios, que estén en oración.
    Orar, orar con el Santo Rosario vencerán todas las dificultades que están pasando.

Sin oración no hay una verdadera conversión, luz de salvación.
    Sepan estar cada día en Gracia y saber vivir en el amor de Jesucristo.
    Hijitos, hoy y siempre en este día ( se refiere a los días 27 de cada mes) ya lo ha

dicho mi Hijo Jesús, ¡no se imaginan la gracia tan grande que traigo para aquellos corazones

que obedecen al llamado del Señor!
    Hoy y siempre levanten las manos y reciban de mis manos y de las del Señor,

copiosísimas bendiciones.
    La luz del Señor esté en vuestros corazones.

Miércoles, 27 de noviembre de 2002, Día de Ntra. Sra. De la Medalla Milagrosa

Mensaje Nº 98:
SOY MARIA, LA LLENA DE GRACIA
Hoy son las 10 y 37 de la mañana, vinieron personas de Guaymallén y de Godoy Cruz a traer

flores a la Virgen por su día. Desde temprano se sienten oleadas de  perfume de rosas. Luego

que se retiran escucho que llaman, salgo y no hay nadie. Soy llevado hacia la gruta. Al

llegar escucho un coro muy hermoso mientras delante de la puerta se forma una luz muy

intensa. En el centro de la luz está la Virgencita. Ella dice:
…”Hijito mío, dirás a mis hijos predilectos los sacerdotes y a todo mi pueblo, el mundo

entero. Mi sacerdote dirás a mi pueblo estas palabras que son del Señor.
Hijitos míos Soy María, la llena de Gracia, la que hoy está aquí. Les pido que estén en

Gracia, búsquenla en mi casa, la Casa de Dios.
Hijitos míos, es necesario que  se preparen porque ya falta poco para el nacimiento de Mi

Hijo, el Hijo de Dios. Vivan el momento de la Gran Luz de este Niño, que es el corazón del

Hijo del Padre, porque El y su Hijo han venido a la tierra para traer sus palabras, las

cuales han olvidado. Las traigo de nuevo para hacer un gran cambio.
Esta es la voz de mi Hijo Jesucristo, el Señor Dios. Que no les queden dudas de quien está

hablando. Esto diré para todos aquellos que hoy están dudando de mis palabras: ANI CHU EGO

EIMI TO OROS TON ELAION.
Que todos los corazones escuchen a esta Madre que cuida el rebaño del Hijo de Dios.
Nadie detendrá mi misión de salvar a todos mis hijos, porque soy la Inmaculada, la que trae

el amor del Señor.
Gloria a Dios. Reciban en este día de Gracia la Santa Bendición…”

MARIA ROSA MISTICA, Domingo, 8 de diciembre de 2002
Día de la Inmaculada Concepción.

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Mensaje Nº 99 - P
SOY MADRE MISIONERA
    Hoy son las 10 y 47 de la mañana, estoy en Parroquia de Don Bosco, de la Prov. de

San Juan. La Iglesia  está colmada: Durante la ceremonia empiezo a percibir una gran emergía

o fuerza, esto siento cuando la Virgen está cerca. Cuando el sacerdote consagra el pan y el

vino, en ese momento quedo en la presencia de Nuestra Madre. Miro buscándola pero en su

lugar veo un rayo de luz que se posa sobre la Biblia que tiene la Virgen en su falda, es una

gran imagen  pintada sobre la pared detrás del altar. Lugo esa luz se dirige hacia la cabeza

de la Virgen formando una corona. Escucho su voz. Ella dice:
    …”Hijito mío, dirás a mi pueblo, el mundo entero estas palabras que son del Señor.
    Hijitos míos de todo mi pueblo: hijitos, soy María, la que hoy está aquí con todos

mis hijos.
    Soy la madre que ha descendido, la que hoy y siempre los guía hacia mi casa, la Casa

de Dios.
    Hijitos reconozcan estas palabras y a esta Madre que tiene la mano extendida para

que den ese paso hacia mi.
    Soy el camino, la luz, la puerta para todos aquellos que viniendo a mí encontrarán

la Luz de Jesucristo. El Señor.
    Hijitos no vengan a Mí queriendo ver para cree, déjense guiar por esta Madre,

déjenme estar en sus corazones. No sean fríos, sean constantes, no se detengan. La

perseverancia tiene frutos buenos porque han abierto el corazón a la oración.
    Hijitos solo deseo ser recibida en cada corazón.
    Soy María, la fortaleza de sus hijos.
    Soy Madre Misionera, la que pide conversión porque así encontrarán la luz del Señor

y para que El esté en vuestro corazón.
    Hijitos escuchen: hagan un pequeño esfuerzo y conságrense a mi Corazón.
    Estén atentos a esta Madre que les trae la luz, la cual aparta toda tiniebla.  Se

las estoy dando en cada palabra para que combatan el mal que hoy los aqueja. Porque éste es

el peligro para sus almas.
    Permanezcan en continua oración, por medio de ella se salvarán las almas.
    Cada día es mas fuerte mi intervención de Madre, porque cada día es más grande la

necesidad que hay en mis hijos.
    Sepan ver la luz que hoy les traigo.
    Reciban en este día mi Bendición…”
MARIA ROSA MISTICA, Domingo 15 de diciembre de 2002.
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Mensaje Nº 100 - P
ESTA MISION QUE LES HE ENCOMENDADO
    Hoy son las 17 y 40 de la tarde, estoy con personas que han venido desde Mar del

Plata y traen un enfermo. Luego que se van salgo y siento una oleada de perfume y la

presencia de alguien a mi lado. No puedo dar un paso más, empiezo a recibir mucha fuerza o

energía. Yo busco a la Virgen con la vista, miro hacia el sol y veo que éste “baila”. Miro

hacia la gruta y veo una gran luz, ésta comenzó a abrirse en el centro; ahí está la

Virgencita que extiende su mano derecha. Ella Dice:
        “… Hijito mío, dirás a mis hijos predilectos los sacerdotes y a todo mi

pueblo, el mundo entero.
        Hijitos míos les traigo estas palabras. Están esperando la llegada de mi

Niño, el Hijo de Dios. Así como yo en este momento estoy con todos ustedes, así los quiero

conmigo en esta noche de amor, de paz. Es la hora más hermosa, la más dulce.
    En estos días nacerá mi Hijo, El nacerá pobre pero con abundancia, rico en amor:

porque es grande el amor que hay en su Corazón Misericordioso.
    Hijitos míos os pido que no bajen los brazos, que nada los aparte de esta misión que

les he encomendado: estar todos juntos para que mi obra llegue hasta el último rincón del

mundo. En las manos de mis hijos está la salvación de mi Casa, la Casa de Dios.
    Deseo en esta noche de amor, tengan velas encendidas esperando al Hijo de Dios.
    Hijitos míos, en este día de paz no quiero frialdad ni hielo en sus corazones,

quiero en todos los corazones amor porque así lo pide el Señor.
    El les reclama amor a la Gloria, al hijo de Dios. El Salvador.
    En esta noche de tanta luz que muchas almas encuentren el camino, La Luz del Señor

Dios.
    Reciban en ese día copiosísimas bendiciones…”

MARIA ROSA MISTICA, Sábado 21 de diciembre de 2002

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Mensaje Nº 102 – P
QUE TODOS SIENTAN EL CALORCITO DEL NIÑO
    Hoy son las 10 y 47 de la mañana, estoy en la Misa Dominical en la Parroquia Nuestra

Sra. De Fátima de El Algarrobal. Comienzo a percibir la fuerza de la presencia de Nuestra

Señora. Estoy ante su presencia aunque la busco con la mirada sólo escucho su voz. Ella

dice:
    …”Hijito mío ¿Por qué en tu corazón hay dudas?
-    Madre mía, ¿Por qué Ud, me saca cuando estoy en Misa?
-    Hijito mío, en este momento tú eres elevado a la presencia del Señor.
Las palabras están en tus manos para que lleguen a todos mis hijos. Que no haya dudas de

ellas…”
Luego Ella dice:
…”Hijito mío dirás a mis hijos predilectos, los sacerdotes, y a todo mi pueblo, el mundo

entero, estas palabras las cuales están llenas de amor.
    Reciban a esta Madre que hoy está con todos sus hijos.
Hijitos míos, deseo compartir con todo mi pueblo que todos sientan el calorcito de este Niño

que es el hijo de Dios.
    Hijitos, soy María, la que hoy están escuchando. Reciban mis palabras así reciben al

Señor.
    En éstos días de Gracia que todos los corazones estén dispuestos a esta luz que es

la Luz de mi Corazón.
    En esta noche de tanta Luz de Amor, que en sus corazones no haya rencor,

resentimientos; que no exista la maldad, que en cada uno exista la verdadera conversión.
    Estoy aquí para que comprendan la importancia de este día.
    Hijos míos les pido que se unan a la oración para reparar las graves ofensas, de las

cuales quedarán limpios yendo en sía de Gracia a mi casa, la Casa de Dios.
    Hijitos vivan en Mi Casa la Gracia de la Confesión y cuando reciban los sacramentos

de la Comunión, vuestro corazón esté abierto para que en Noche Buena reciban a Mi Hijo

Jesús, el Hijo de Dios.
    Hijos míos están en la Presencia de esta Madre que pide ni tiren mis palabras o las

dejen a un lado. Tómenlas porque es la luz del Señor.
    Hijitos si hoy las tinieblas los llevan por otro camino, que no les queden dudas: mi

mano está extendida, tómense fuerte, cúbranse con mi manto. No teman, están en mi presencia.

No se olviden o hagan los que no lo saben.
    A grandes dolores, grandes purificaciones. De ellos viene la verdadera conversión.
    Reciban en este día la Bendición…”
MARIA ROSA MISTICA, Domingo 22 de diciembre de 2002
                                                                                        

Mensaje Nº 103 – P
LES DARÉ A CONOCER PARTE DE MI VIDA
Hoy son las 12 y 7 de la mañana. Estuvieron la señora Marta y un amigo, que son de San Juan.

Esta señora ve caer lágrimas de los ojos de la imagen de la Virgen que está en la gruta.

Luego que se van, yo siento oleadas de perfume de rosas, ¡tengo una alegría tan grande… una

paz!, las lágrimas me brotan solas.
Quiero compartir con todos ustedes lo que en este momento estoy sintiendo. Hace días que

vengo sintiendo la presencia de alguien a mi lado. Al salir estoy elevado, como si estuviera

flotando en el aire. Escucho un coro muy hermoso. En ese momento se hace una gran luz y

nuevamente ese aroma a rosas e incienso. Veo a la Virgencita que tiene una sonrisa en su

carita muy dulce. Ella extiende su mano derecha y muestra al Niño Jesús al que sostenía en

su brazo izquierdo. Ella dice:
…” Hijito mío, mi pequeño. El señor ha puesto en ti mis palabras las cuales son para mis

hijos predilectos y para todo mi pueblo, el mundo entero.
Hijito mío dirás estas palabras que son verdaderas.
Hijitos míos de todo mi pueblo: Soy María, quien les trae parte de mi vida para que puedan

entender estas palabras. En este momento, al leer cada palabra están en mi presencia. Les

estoy dando a conocer parte de mi vida de niña.
Entiendan esto: antes de ser concebida, ya el Padre me conservó limpia de pecado. Mis amados

padres esperaban un niño. Mi querida Ana, mi madre, sentía una gran alegría, una gran paz.

Al mirarme yo le transmitía que no era como los otros niños. Yo les transmitía esa gran paz.

Mi padre se quedaba horas mirándome hasta que decidió tomarme en sus brazos, ¡era tan

chiquita!. Cuando sintió mi calorcito supo que era especial.
Siendo adolescente sentía amor por todo lo que me rodeaba, amaba a la gente, siempre daba

una mano al que lo necesitaba, cuidaba a los animales, ayudaba a mi madre con los

quehaceres. Al despertarme me gustaba mucho el trinar de los pájaros.
Al abrir la puerta y ver la primera luz del día, aquella mañana era muy tranquila. Di una

limpieza a la casa, avivé le fuego, preparé el desayuno para mis padres que se estaban

levantando. Fui, tomé el cántaro para ir a la fuente a traer agua. Al regresar encuentro por

el camino a José. El dice:
-    Mis saludos, buena María. La luz de Dios esté contigo.
Esas palabras sonaron nuevas para mí. Yo le digo a José:
-    ¡Dios te cuide, te proteja y te guarde también!

A José le sonaron nuevas mis palabras, como si nunca las hubiera escuchado.
Al llegar a casa me puse a ordenarla. Luego puse el caldero al fuego. Estoy sentada con la

Biblia dando gracias  a Dios por todo lo que me da cuando noté que no estaba sola. La puerta

estaba cerrada, no hizo ningún ruido. Ahí estaba delante de mí, de pie. Era un Ángel que me

sonreía. Levanta su mano derecha y dice:
-    “¡No temas María, Dios te guarde criatura llena de Gracia!”
Yo no sabía en ese momento lo que estaba pasando. El vuelve a decir:
-    “¡No temas María!”
Al pronunciar mi nombre, lo sentí como música de campanas. El Ángel seguía a mi lado:
-    “¡María, has encontrado Gracia delante de Dios. El derrama amor sobre Ti.
María fuiste elegida. El Espíritu Santo posará sobre Ti y te cubrirá con una inmensa luz. He

aquí que se hará la voluntad de Dios.
María concebirás y traerás al mundo un hijo al cual llamarás Joshua, el hijo de Dios, Jesús.

El hijo y El Padre en una sola persona. Este es le Salvador.”
        Luego fue como despertar de un sueño. Así pasaron los días. José tuvo una

revelación: en sueños Dios había hablado a José. José vino a mí, me miró a los ojos llenos

de lágrimas, me tomó las manos y me dijo:
-    “María, aliméntame con la Luz de nuestro Dios. María, clama este dolor que me

engrandece en Su Nombre, el fruto bendito que vendrá a salvar el mundo que ahora late y

duerme en tu vientre. Nada es más bello que cuidarte…”
Al oír las palabras de José  mis ojos se llenaron de lágrimas, sentía una gran ternura por

ese hombre que daba todo por mí y por el Hijo de Dios.
Un día salimos a los caminos, por muchos caminos pasamos. Un día yo iba sentada sobre el

asno, era en primavera. José apuró el paso para encontrar lugar en la posada. Al dejarme ya

en ese lugar José fue en busca de las comadronas. Al llegar, las dos se quedaron

sorprendidas por la luz que había y por el aroma a rosas e incienso que de ahí salía. José

las dejó afuera, él corrió hacia Mí. Al pasar la puerta le pareció que era la morada del sol

con tanta luz. Yo le sonreía a José. El preocupado, me dice:
-    “María, no te rías. Hay que estar seguros de que estás bien tú y el niño”-
José salió e hizo pasar a una de las comadronas. La sorpresa de la mujer fue que el Niño ya

había nacido y yo no tenía rastros del parto. Al envolver al niño en tela blanca ésta se

iluminaba, yo sonreías de tanta alegría al tener al niño en brazos. La posada quedó toda

perfumada con olor a rosas que llevaba el aire.
La comadrona no se recuperaba de la sorpresa. Había nacido mi Hijo, mis pechos estaban

llenos de leche. Había dado a luz sin ser tocada. Era madre Virgen, no había signos de

sangre.
José hizo pasar a la otra comadrona. Esta pidió permiso para tocarme, sus manos salieron

secas. Las dos rompieron a llorar y alababan al recién nacido. El Ángel que ahí estaba le

dice a  la comadrona:
    -“Toma al niño en tus brazos y tus pecados serán perdonados”.
    ¿Se imaginan lo que fue para Mí, lo que yo sentía al saber que Aquel Niño que yo

había llevado en mi vientre, el cual fue dado por el Espíritu Santo, es el salvador, el que

por voluntad de Dios se llamará Emmanuel? El Arcángel que ahí estaba decía el nombre del

Creador y que mi hijo será llamado Joshua. Yo no sabía como llamar a mi pequeño hijo, no se

puede explicar. No sabía si decirle “Mi Señor”, “hijo mío”, o tomar sus pequeñas manitos y

besarlas, o postrarme a sus pies.
¡Ya que chiquito yo, ser dueña, ser su madre, su guía. Nadie en el mundo puede comprender lo

que yo sentía por ese Niño!
    Toda la gente que ahí estaba comenzó a pasar para ver al recién nacido.  Vino hacia

Mí (Magis), que es el sacerdote. Entró todo tembloroso, extendió su mano hacia el niño y al

tocarlo se hizo una luz muy intensa que salía del niño. Asustado salió a comentar lo

sucedido. Luego José nos tomó a mí y al Niño. De ahí nos fuimos hasta cierta edad de mi

Hijo…
    Bueno hijitos míos, los dejo. Después sigo.
    La Bendición de Dios Padre descienda sobre todos mis hijos de todo el mundo”

María Rosa Mística, Martes 24 de diciembre de 2002

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Mensaje Nº 104 – P
VAYAN A BUSCARME TODOS LOS DIAS A MI CASA
    Hoy son las 10 y 15 de la mañana, estoy acá, en casa, donde se  hace todos los días

27 la ceremonia. Estoy algo inquieto. AL comenzar el Rosario siento mucha fuerza o energía.

Luego esto lo empiezo a sentir más fuerte. Comienzo a buscar con la vista y lo que vi… ¡es

tan hermoso que no hay palabras! … comenzó a descender una luz muy intensa,. Cuando está

cerca veo que es el Señor con su cara muy triste y con lágrimas que corren por su rostro. El

dice:
    “… ¡No temas mi pequeño soy Yo, El señor. Dirás estas palabras las cuales he puesto

en tus manos. Dirás a los sacerdotes de la Tierra y a todo mi pueblo, el mundo entero.
    Sepan recibir y amar estas palabras porque el Espíritu del Hijo del Padre están

aquí, con todos Ustedes.
    Estoy llamando a todo el mundo a la conversión y a muchas almas a las vocaciones.

Sean dignos de habitar en mi casa, que en cada uno haya una predisposición, estar atentos.
    Al abrir el corazón, que éste esté dispuesto a recibir mis palabras, que mi voz

ablande los corazones de aquellos, que hoy están en la oscuridad, que cada vez sean más los

que busquen la Luz.
    La Luz está acá, en mis palabras que son el alimento del cuerpo y del alma.
    Vayan a buscarme todos los días a mi Casa, que es la Casa de Mi padre. Les daré el

alimento a vuestras almas, recíbanlo de mis propias manos.
    Los alimentaré con mi propia Sangre y mi Cuerpo para que todos puedan dar amor a

tantos que hoy lo necesitan.
    Les pido una confesión semanal, con ella aumentará vuestra fe y recibirán en

abundancia las Gracias.
    Reciban de mis manos la Bendición.”

JESÙS, Viernes 27 de diciembre de 2002.
   
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Mensaje Nº 105 – P
SOY LA MADRE DE LA MISERICORDIA
Estén unidos en Familia
    Hoy son las 11 y 7 de la mañana, vino gente de la Provincia de Chaco a  agradecerle

a la Virgen por una Gracia recibida. Se van, luego comienzo a percibir la fuerza de la

presencia de la Virgen. Soy llevado como diez metros, no sé si camino o floto hasta la

gruta. Es como estar en el aire. Veo una luz muy intensa y siento ese aroma a rosas tan

exquisito.
    La Virgen trae un manto dorado sobre sus hombros, su túnica es color celeste agua y

lleva sobre su cabeza una mantilla blanca. Su carita está triste. Ella dice:
    “Mi pequeño dirás  a mis hijos predilectos, los sacerdotes: éstos dirán a mi pueblo,

el mundo entero, éstas palabras.
    Hijitos míos, de todo mi pueblo, soy la Madre de la Misericordia. Soy María, la que

está hablando. Os pido obediencia a seguirme como verdadera familia cristina.
    Les traigo, por la unión de mis hijos, la paz en los hogares.
    Que los esposos sean el ejemplo para sus hijos, unidos en oración. Con ella están en

la presencia del Señor.
    Hijitos míos, preparen vuestro cuerpo, limpien el corazón para que el Señor pueda

morar en cada uno. Estén unidos en familia. No se queden, den ese paso hacia la Luz.

Presenten sus hijos al Señor, venid a los brazos de Dios.
    Hijitos, soy vuestra Madre, no rehagan esperar. Recíbanme en sus corazones.
    Si estoy aquí, en vuestra familia, no teman, ¡si soy todo amor!.
    Les quiero dar la paz, que todos la sientan, porque es la paz que les da Jesucristo

y está con todos ustedes.
    Hijitos míos, ¡Cuánto dolor siento al verlos por caminos equivocados!.
    No puedo hacer nada si sus corazones son como roca, están tan perdidos que no ven la

Luz que hoy traigo. No quieren ver ni sentir mi presencia, no huelen mi perfume.
    ¡Pobres mis hijos, que mal están viviendo! Miren hacia mi Casa, la Casa de Dios.

Vengan a buscarme, llámenme, yo le daré la Luz que da el Señor. Los guiaré hacia el camino

de la Luz con la cual vencerán toda la oscuridad. Sigan el camino del Señor, que es la

salvación.
    Hijitos míos, pídanme de vuestro corazón que los bañe con mi Gracia, estoy esperando

que me lo pidan. Les daré toda la Misericordia y abundantes Gracias.”


MARIA ROSA MISTICA, domingo 29 de diciembre de 2002
(Fiesta de la Sagrada Familia)

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Mensaje Nº 106 – P
ES NECESARIA LA CONSAGRACION DEL MUNDO
    Hoy son las 10 y 7 de la mañana, vino gente de Buenos Aires y de San Juan, a

agradecerle a la Virgen. Luego estoy en la gruta orando, tengo angustia y mucho dolor porque

hace días que veo las dos imágenes de la Virgen llorar. Comienzo a sentir un coro muy

hermoso, como los que cantan en Misa. Soy sacado de la gruta, siento una fuerte brisa y ese

perfume tan exquisito de rosas e incienso. Se hace una luz muy intensa, en el centro está la

Virgencita con mucha tristeza y lágrimas que corren por su carita. Ella dice:
    “- Hijito mío, mi pequeño, el Señor ha puesto en tus manos mis palabras, así éstas

lleguen a todos mis hijos de todo el mundo.
    Hijito mío, dirás a mis hijos predilectos, los sacerdotes. Éstos a la autoridad de

la Iglesia y éstos  al Sumo Sacerdote o sea, el Santo Padre.
    Hijito mío, sacerdote, dirás tal cual estas palabras, las cuales tienen mucha

necesidad de escucharlas. No desoigan mi llamado, actúen ahora que hay tiempo. Es necesario

que hagan la Consagración del mundo. Cuando el Santo Padre haga la Consagración, lo harán

los Obispos en todo el mundo, la cual ya la he pedido, también lo ha dicho el Señor

Jesucristo.
    Donde estoy yo, María, está mi hijo. Donde está Jesús, está el Padre. Donde está el

Hijo y el Padre, está mis santísimo Esposo, El Espíritu Santo.
    Soy María Medianera, Puente, Camino, Corredentora. Les pido obediencia. Obedezcan al

Señor.
    Gobernantes busquen en mi Casa, la Casa de Dios, la luz que hoy le falta a sus

corazones. Busquen la sabiduría, sepan discernir lo mejor para el mundo, no se dejen

engañar, que el enemigo no actúe sobre ustedes. No se equivoquen, busquen la luz que hoy les

damos en estas palabras.
    Miren mis lágrimas y las de sangre, son por mis hijos en la Tierra. Esta Madre les

pide con ojos llenos de lágrimas por aquellos hijos incomprensibles que se condenan, no

saben ni descubrir el mor; solo saben llevar el dolor.
    Mis ojos se llenan de lágrimas con vuestra tristeza. Como madre comparto todo

sentimiento hacia vuestros Hijos.
    Sean Ustedes, unos a otros, los que lleven y transmitan a vuestros Hermanos la

Palabra de Dios.
    Hijos míos, busquen juntos la paz del mundo. Reciban la bendición. La paz esté en

sus corazones.
MARIA ROSA MISTICA, Domingo 5 de enero de 2003.
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Mensaje Nº 107 - P
SEPAN CUMPLIR EL PRIMER MANDAMIENTO
    Hoy son las 17 y 40 de la tarde, estoy con personas de Córdoba que vienen a pedir y

a agradecer a la Virgen. Ellos demoran en irse por la paz que aquí sienten. Juntos

percibimos ese exquisito perfume a rosas que nos trae el aire. Luego que ellos se van siento

la voz de la Virgen que me llama. Voy hacia la gruta y antes de llegar siento una ráfaga,

ante mi se forma una luz con la presencia de la Virgencita. Ella dice:
    “Hijito mío, El Señor está contigo. Dirás a mi pueblo, el mundo entero, estas

palabras.
    Hijitos míos, de todo mi pueblo, el mundo entero estén dispuestos a recibir estas

palabras que son de mi Hijo Jesús, Mi Hijo y El Padre les piden obediencia. El quiere que

vivan en su Presencia, que vuelvan por la conversión a la unión de la familia. Unión

familiar  es vivir en gracia, en oración, saber pedir y recibir, saber agradecer y ofrecer

el corazón limpio de culpa, es alabar y adorar la Palabra de Dios.
    Hijitos míos sepan cumplir el Primer Mandamiento, de esta forma el corazón empieza a

recibir la Luz de Dios.
    Hijitos míos amarán a Dios, Hijo y Espíritu Santo sobre todas las cosas, es buscar

en vuestras vidas la Voluntad, el Amor Misericordiosos de Dios.
    Hijitos, como Madre que viene a trae la luz en estas palabras, les digo que deben

estar unidos en la verdadera Palabra de Dios como las ramas de un buen árbol para dar buenos

frutos.
    Si Mi Hijo Jesucristo los ha mandado a orar, pidan de corazón, golpeen las puertas y

se abrirán: Mt. 7, 7-8.
    Hijitos deben tener un tiempo en día de reposo para la Palabra de Dios, para que

puedan disfrutar, estar en Gracia y recibir los Sacramentos de la Comunión. No falten a

Misa, estén con sus hermanos cristianos, así gustarán la alegría de vivir en comunión, en mi

presencia. Sólo sean obedientes, estén en mi presencia, abran el corazón y el alma…

aliméntelos con mis palabras.
    El Señor ha descendido a dar a todos mis hijos la bendición de su propia mano, con

el Espíritu Santo. El fuego de mi amor esté con todos mis hijos.”

MARIA ROSA MISTICA, miércoles 8 de enero de 2003                               

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Mensaje Nº 109 - P
EL FUEGO DEL CORAZON MISERICORDIOSO DEL PADRE
    Hoy son las 10 y 27 de la mañana, estoy en la Parroquia Nuestra Sra. De Fátima.

Durante la Misa comienzo a sentir la fuerza o energía de la presencia de la Virgen. La

busco, no la veo, pero escucho su voz. Ella dice:
    “… Hijito mío dirás a mis hijos predilectos los Sacerdotes, éstos llevarán y darán a

mi pueblo, el mundo entero, estas palabras las cuales son del Señor.
    Hijitos míos de todo mi pueblo, el mundo entero, soy vuestra Madre, la que trae las

palabras del Señor.
    Hijitos míos, ¿por qué son tan incrédulos, duros de corazón? ¡Son tantos los

pecadores que hay! Día a día cometen toda clase de desobediencias, no buscan en día de

Gracia la Luz. He descendido a salvar a todos mis hijos y salvar sus almas.
    Hijitos es necesario que estén dispuestos a recibir el llamado de Jesucristo, es El

quien les trae el fuego de su amor. Por eso Hijitos tengan el corazón abierto, hagan una

verdadera conversión, sepan aceptar y obedecer las palabras de Dios. Si cada corazón

estuviera abierto recibirían el fuego de amor y de misericordia.
    El Señor extiende en todo el mundo toda la Gracia y bendición sobre los hijos que

están en mi Casa, la Casa de Dios y sobre aquellos de todo mi pueblo, el mundo entero que

estén en Gracia con la señal, con el signo de la Cruz de mi Hijo Jesucristo, el Señor Dios,

quien les trae el fuego del Corazón Misericordioso del Padre el cual será conocido en todo

el mundo.
    Aquél Hijo que haga la consagración al Fuego del Corazón Misericordioso del Hijo y

del Padre, con esta luz del fuego de amor aquellos corazones más duros hallarán su

conversión. Los pecados de aquellos que se arrepientan serán perdonados, mas yo, María, con

mi Corazón Inmaculado no dejaré que ninguno de mis hijos y sus almas se pierdan.
    Hijitos míos, si no vienen a Mí en éstos tiempos, ¿cómo quieren que obre en sus

corazones? Sepan buscar  la plenitud de mi Gracia que está acá amontonada en mi corazón de

Madre Corredentora, la que no pone obstáculos ni límites para salvar a todos mis hijos. Pido

reparación, conversión, sacrificio, oración. Reciban de mis manos la Santa Bendición.”

MARIA ROSA MISTICA. Domingo 19 de enero de 2003


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Mensaje Nº 110-P
MI SUFRIMIENTO NUNCA TERMINA
    Hoy son las 18 y 33 de la tarde, hace unos días que me vienen pasando muchas, como

despertarme a las tres de la mañana y ver una luz muy blanca. A las 17 y 40 de la tarde del

día 22 de enero el sol brillaba como si su luz se hubiera multiplicado era muy intensa. Y

hoy tuve una sorpresa especial ya que vino un sacerdote de Entre Ríos. Luego que él se

retira empiezo a sentir esa fuerza o energía; llaman a la puerta, salgo pero no hay nadie.

En ese momento me envuelve un exquisito aroma a rosas; miro hacia la gruta que está muy

iluminada. Escucho su voz “Hijo, ven”. Yo voy hacia la luz, se produce un viento y ante mí

está la Virgencita con mucha tristeza.
    Es difícil explicar con palabras lo que viví y sentí. En un momento creí que el

corazón se me salía del pecho ¡nunca había visto tanto dolor en las palabras de la

Virgen!...su voz entrecortada por sollozos, sus ojos llenos de lágrimas. Al momento cambió

su voz, con mucho poder y firmeza. No tengo palabras para poder explicarlo. Ella dice:
    “Hijito mío, mi pequeño, El Señor a puesto mis palabras en tus manos, así estas

lleguen a todos mis hijos de todo el mundo.
    Hijito mío, dirás a mis hijos predilectos los sacerdotes, éstos dirán éstas palabras

las cuales son del Señor- Esto dirán a todo mi pueblo, el mundo entero.
    Hijitos míos, soy vuestra Madre la que hoy está con todos ustedes, la que hoy les

trae las palabras de Dios.
    Hijitos, no entienden o no quieren ver la necesidad de buscar la verdadera luz. La

encontrarán buscando dentro de sus corazones la conversión. Estén en la verdadera Palabra de

Dios.
    Hijitos, soy la Inmaculada. El Señor me ha dado la Luz y el Fuego del Espíritu Santo

y yo los doy a todos mis hijos. Alumbraré a todas aquellas almas que estén dormidas,

apagadas. Encontrarán el alimento del cuerpo y del alma acá en mis palabras.
    Hijitos míos, quiero compartir con todo el mundo mi dolor. Mi sufrimiento nunca

termina, lo vivo constantemente. Ustedes piensan que mi dolor solo fue el que pasé junto a

mi Hijo Jesús en el calvario. Mi dolor es por ver tanta soberbia, egoísmo, maldad, tanto

dolor y sufrimiento que están pasando. Sufro por ustedes constantemente. Tienen todo y no

hacen nada, ni dan ese paso. Mi mano sigue extendida: tómenla, encontrarán el camino hacia

el Señor.
    Hijitos míos, los llamo a todos a buscar dentro de sus corazones la luz que da la

verdadera conversión. Estoy aquí con todos, y de todos soy vuestra Madre que pide a sus

hijos que su mirada, mente y corazón estén siempre atentos, elevados, fijos en mis ojos y en

los ojos del Señor. Estarán en estado de Gracia porque están en nuestra presencia.
    Que mis palabras obren en cada corazón, no demoren en dar ese paso, estarna en la

obra del Señor. Él os pide: venid a mi Casa, la Casa de Dios.
    Hijitos míos, es necesario que estén frecuentemente frente al Santísimo Sacramento

del Altar porque están en la presencia del Señor, Dios. Mi hijo Jesucristo y El Padre

reparten toda Gracia al mundo entero.
    Hijitos míos, deben orar, orar. Que mis palabras sean motivos de luz, de reflexión

en todos los corazones. La paz este en vuestros corazones”.

María Rosa Mística, viernes 24 de enero de 2003.

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Mensaje Nº 111 – P
LA TERCERA GRACIA
-JESUCRISTO, LA NUEVA LUZ PARA EL MUNDO-
    Hoy, durante la Ceremonia acá en casa, percibo la presencia de la Virgen y del

Señor. Lo busco con la mirada y no lo veo. Sí veo que comienza a descender una luz sobre la

gruta. En ella está El Señor. Tiene un manto rojo sobre la túnica blanca, un cordel atado en

la cintura también rojo. Su mano izquierda está sobre su corazón, la derecha en alto

bendiciéndonos. Hay mucho dolor en su rostro y tiene sus ojos muy brillantes, como con

lágrimas. Él dice:
    “Mi pequeño no temas, Soy El Señor. He descendido, estoy con todo mi pueblo. Les

traigo las palabras de mi Padre.
    Mi pequeño, dirás a los sacerdotes de la Tierra, éstos dirán a mi pueblo, el mundo

entero.
    El Señor les trae en sus manos la tercera Gracia: harán mi imagen, la cual ya lo he

dicho (1), será la advocación de de Jesucristo la Nueva Luz para el Mundo. Esto es necesario

que se de al mundo para que crezcan las vocaciones religiosas. Las palabras del Señor deben

sembrarse con amor en todos los corazones. Por amor a Dios darán al mundo esta oración, la

cual harán conmigo. Háganse la señal de la Cruz, están en mi presencia:
“SEÑOR BÁÑAME CON TU INFINITA MISERICORDIA, ESTARÉ LIMPIO DE CUERPO Y ALMA.
QUE MI VOZ SE ELEVE HACIA TI, JESUCRISTO. ESCUCHA A TU HIJO QUE HOY CORRE A TUS BRAZOS

MISERICORDIOSOS.
CONCÉDEME LA GRACIA QUE HOY DIGNAMENTE, A TUS PIES, VENGO A PEDIRTE: LA SANACION DEL CUERPO

Y DEL ALMA.
SOCORRE AL SUMO SACERDOTE, LLEVA LA LUZ A AQUELLOS QUE ESTÁN EN TU CASA.
JESUCRISTO, SEÑOR, NO RECHACES A ESTE CORAZÓN ARREPENTIDO, PERDONA MIS PECADOS.
DAME LA LUZ, LA PAZ, LA SALUD. TE LO PIDO POR LA MEDIACION DE TU SANTA MADRE MARIA ROSA

MÍSTICA.
QUE CON LA AYUDA DE TUS SANTOS ÁNGELES, APÓSTOLES Y SANTOS Y CON LA AYUDA DE TU INFINITA

MISERICORDIA, NO CAIGA EN TENTACIÓN.
SEÑOR JESUCRISTO, DIOS, MIRA SOBRE ESTA FAMILIA QUE AHORA ES TUYA.
SÁLVANOS JESUCRISTO, FUENTE DE LUZ, DE PIEDAD Y DE MISERICORDIA.
DANOS LA PAZ”
Hijos, si hoy están atentos a escuchar las palabras de mi Padre, aquellos corazones que hoy

han encontrado la luz, no deben dudar del Señor. Sí den el ejemplo de fe; pido que oren por

la vocación sacerdotal,   para que despierten en esta vocación. Muchos despertarán en el

amor a la nueva imagen de Jesucristo La Nueva Luz del Mundo.  Verán el Espíritu Santo, savia

y sustento de toda vida, es Dios.
Harán un Padre Nuestro, tres Ave María, un Gloria y alabanzas a la Santísima Trinidad.
La bendición de mi Padre descienda sobre todo el mundo”.

Jesucristo, lunes 27 de Enero de 2003.
NOTA:
(1)    Ver mensaje 06-01-2002: “...Él levanta la mano derecha. De ella salen cuatro rayos

de luz: blanca, roja, celeste y verde, y me dice que son los cuatro tiempos.
Él dice:”

“La luz blanca es la Luz que le falta a mi pueblo, al mundo. El rayo rojo es el dolor, la

angustia, la desesperación. El celeste es el Cielo, el Gozo. Todos beberán de la Fuente de

la Nueva Vida. El verde es la esperanza, la Salvación.
Quiero que hagan mi imagen y un escapulario: de un lado Mi madre, del otro Mi imagen.
Será la Nueva Luz para mi pueblo, el mundo entero...”

Mensaje Nº 112 – P
LO HE DICHO EN LOURDES, FATIMA, LA SALETTE
Estoy en casa, recibo la llamada de un monje de Salta, voy a la gruta a poner su pedido en

el cuaderno para las oraciones. Al salir me envuelve un exquisito aroma a rosas. Percibo la

fuerza o energía que da la presencia de la Virgen. Ante la puerta de la gruta se forma una

luz muy intensa, escucho su voz, yo miro y en el centro de esa luz esta la Virgencita con

lágrimas que corren por su rostro. En su brazo izquierdo tiene al Niño, con su mano derecha

sostiene una persona. Su túnica es muy blanca, en su cintura lleva una cinta celeste, sobre

su cabeza una mantilla, sobre ésta dos ángeles sosteniendo una corona de estrellas.
Éstos están desnudos, uno tiene cabellos claros y el otro, oscuros. Ella dice:
“Hijito mío, mi pequeño, dirás a los sacerdotes y éstos dirán a mi pueblo éstas palabras que

hoy les traigo, las cuales vienen de Dios.
Hijitos míos de todo mi pueblo, el mundo entero ¡como deseo que realmente encuentren el

camino hacia El Señor! Si estuvieran atentos a cada palabra que hoy les traigo y buscaran

dentro de sus corazones la verdadera luz que da la verdadera conversión, verían con sus

propios ojos que yo estoy aquí y traigo las mismas palabras como lo he dicho en Lourdes,

Fátima, La Salette. Os pido sepan reconocer a esta Madre de los afligidos.
Hijitos míos, os pido recen el Santo Rosario. Que sea una oración continua para aplacar

tanta soberbia y maldad que hay en aquellos corazones oscuros de aquellos malos gobernantes

que no hacen nada por buscar la paz al mundo.
Hijitos míos de todo el mundo, mi corazón esta entristecido al ver tanto dolor. Si estoy acá

es para salvarlo. Obedezcan a mi llamado. Es tan grande mi dolor que mis lágrimas caen de

mis ojos. Mi mano esta extendida para que todos la tomen, no quiero la perdición de ninguno

de mis hijos. Mis lágrimas los limpiarán para que mi Hijo Jesús perdone sus pecados, pondré

en sus corazones la luz que traen las palabras de Señor.
Hijitos míos aliviaré a todos lo que tienen penas, angustia, desesperación; a aquellos hijos

que tienen sed del alimento que da mi Hijo  Jesucristo Misericordioso, la Luz del mundo.
Hijitos míos, mis lágrimas, mi llanto, son por aquellos hombres que no escuchan las Palabras

 de Dios; se condenan así mismos.
Hijitos recen el Rosario, oren, oren por los pecadores. Así hallarán a mi Hijo Jesús, Fuente

de Luz y Salvación. Os pido oren junto a esta Madre, auxilio de los necesitados, así podrán

oír las Palabras de Dios de mis propios labios.
La paz este con todos mis hijos”.
MARÍA ROSA MÍSTICA, viernes 31 de enero 2003.
                                             Mensaje Nº 113 – P
SU CORAZÓN MISERICORDIOSO, FUENTE AGUA VIVA.
Hoy son las 9 y 37 de la mañana, estoy con personas de Bahía Blanca quienes llegaron

buscando el lugar donde esta la Virgen; vienen a agradecer una Gracia recibida. En todo el

pasillo y la gruta se huele un exquisito aroma a rosas. La señora buscaba entre las plantas

para descubrir cuál era la que deba ese perfume. Yo estoy algo inquieto, como si alguien más

estuviera a mi lado. Luego voy a la gruta a orar por unas personas y antes de llegar

comienzo a oír un coro muy hermoso. Me siento como si estuviera flotando; delante de mí esta

la Virgencita. Para mí verla es como una persona. Su carita está muy seria, y con mucha

firmeza en su voz Ella dice:
    “Hijito mío, mi pequeño, dirás a mis hijos predilectos los sacerdotes: Soy vuestra

Madre, la que trae las palabras del Señor. Sacerdotes, esto dirán a mi pueblo el mundo

entero.
    Hijos míos, soy Maria vuestra Madre, la que hoy está con todos vosotros.
Les traigo en mis manos las palabras de mi Hijo Jesucristo, El Señor. Les pido, hijos, que

sus oídos oigan las palabras de Dios, que sus ojos vean la luz, que sus corazones despierten

a una conversión. Más yo los guío para que ninguno de mis hijos tropiece por el camino hacia

El Señor.
     Hijos míos reciban este amor de Madre, la que los quiere y quiere humildes y mansos de

corazón.
  Mas en estos tiempos en que tinieblas invaden todos los caminos, yo Maria vuestra Madre,

soy la que los espera con la luz que da El Señor  Jesucristo con su corazón misericordioso,

fuente de agua viva en la cual pueden sumergirse. Háganlo conforme a la voluntad de Dios.
     Hijos míos los llevo en mi corazón, estoy aquí con vosotros cuando mas necesitan a

Dios.
     Hijitos, mi corazón de Madre auxiliadora está aquí, junto a cada uno. Así los quiero:

que cada hijo cumpla y lleve mis palabras, las cuales son del Señor, y llegarán hasta el

último rincón de la Tierra llevando luz, consuelo y amparo a cada corazón que busca y viene

a esta Madre, la que trae la verdadera protección, la que los cubre con su manto como

polluelos debajo de las alas de su Madre, la que tiene su mano extendida, la que da a todos

sus hijos la Bendición”.

MARÍA  ROSA MÍSTICA, miércoles 5 de febrero 2003.   

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Mensaje Nº 114 – P
OBEDIENCIA, SERENIDAD, SILENCIO, PAZ.
Hoy son las 17 y 40 de la tarde, estoy alojado en casa de una familia amiga en San Juan.

Afuera empiezo a escuchar la voz de la Virgen, la busco con la mirada, no la veo pero siento

su presencia.
Ella dice:
     “Hijito mío dirás a mi pueblo, el mundo entero, estas palabras que hoy esta Madre les

trae. La luz, la salvación están acá, en las palabras de Dios.
      Hijitos míos, os pido obediencia, serenidad, silencio, paz en sus mentes y corazones.

Estén dispuestos a escuchar la voz que les habla, es la voz del Señor.
A veces, hijos, no saben que hacer o no saben pedir la voluntad de Dios. Déjense guiar por

alguien que esté en el camino del Señor, porque están demasiado soberbios, duros, con tanta

incredulidad en su interior que no pueden ver la luz dentro de sus corazones.
    Hijos míos, el Señor Jesucristo os pide que dejen sus inquietudes y desde lo más

profundo de sus corazones, desde la serenidad, desde el silencio, desde vuestra fe, busquen

la humildad. Sigan estas palabras de enseñanzas que les trae el Seños Jesucristo; Dios

penetra en cada corazón, el cual debe estar cada vez más disponible a la voluntad de Dios.
    Hijos míos dejen un tiempo, en día de reposo, en mi Casa, la Casa de Dios.
    Estén unidos en oración, den gracias al Señor por su paciencia, su clemencia, por su

gran amor hacia los hijos. Dios es quien los libró, y son libres de sus tribulaciones. Sus

palabras los guían por el camino hacia la Casa de Dios.
     La paz esté en todos los hijos y de mis manos reciban la bendición.”

MARÍA ROSA MÍSTICA, martes 11 de febrero 2003.
(Día de Nuestra Señora de Lourdes). 

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Mensaje Nº 115 – P
ES TIEMPO QUE RENUNCIEN A MUCHAS COSAS.
    Hoy son las 16 y 17 de tarde, estoy con personas de San Carlos han venido a pedirle

a la virgen; comenzamos a sentir un perfume de rosas muy exquisito. Grande es el asombro de

ellas al saber que están en presencia de la Virgen. Yo comienzo a sentir su presencia, luego

veo una luz muy intensa y en el centro veo la Virgencita. Ella dice:
    “Hijito mío, mi pequeño, dirás a todo mi pueblo el mundo entero estas palabras que hoy

traigo las cuales son del Señor.
      Hijitos míos soy vuestra Madre, la que hoy y siempre está con todos ustedes, la que

hoy y siempre les pide que busquen y se abandonen a la misericordia del Señor. Es tiempo que

renuncien a muchas cosas las cuales están dañando vuestra vida espiritual.
     Hijitos los invito a una conversión firme, sincera.
     Hijitos oren, oren al Señor Dios. No decaigan de fe; sean más firmes por que el amor a

Dios acepta todo dolor, sufrimiento..... todo es duro, amargura.
     Hijitos estoy aquí para fortalecer vuestros corazones, así podréis descubrir todos los

caminos, aun las flores más pequeñas sepan descubrir al Señor Dios.
    Hijitos soy vuestra Madre, la Reina de la Paz. Soy la que los guía y os pide obediencia

en la vida espiritual todos los días. Los invito a todos mis hijos a un abandono total a los

brazos del Señor Jesucristo al cual encontrarán en día de Gracia en mi Casa, la Casa de

Dios.
    Hijitos os pido estén atentos en la Santa Misa en la cual recibirán muchas gracias. Al

estar en gracia sepan ver, entender que mi Casa es la Iglesia, que es la Casa de Dios.
   Hijitos, todos son la Casa de Dios; por eso es bueno estar en gracia. Así están en la

presencia de Dios.
    De mis manos reciban la bendición.”

MARÍA ROSA MÍSTICA, miércoles 19 de febrero 2003.    

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Mensaje Nº 117 – P
MIS HIJOS ESTÁN EN PELIGRO
    Hoy son las 12 y 3 de la mañana, hace unos días que siento la presencia de alguien a

mi lado. Hoy empiezo a recibir la fuerza o energía, no se cual palabra utilizar para decir

lo que se siente al estar en la presencia de María. Estoy dentro de casa; no se como

explicarlo, pero siento que me llaman y en ese momento es como si me hubiesen “sacado” en el

aire. Estoy a dos o tres metros de la gruta, desciende una luz muy fuerte y se siente un

exquisito aroma a rosas. En el centro de la luz está la Virgencita posada sobre una nube. Su

manto es muy blanco, sobre su cabeza lleva una mantilla blanca. Su carita está muy triste,

con lágrimas que caen sobre su rostro. Ella dice con voz entrecortada:
    “Hijito mío, mi pequeño, tú eres el camino para que mi voz y mis palabras lleguen a

todos mis hijos. Sepan abrir el corazón, reciban estas palabras las cuales son del Señor

Dios.
    Hijito, dirás a mis hijos predilectos, los sacerdotes y a todo mi pueblo el mundo

entero. Sacerdotes os pido obediencia; den mis palabras al mundo, queda muy poco tiempo. He

descendido, estoy aquí, les estoy enseñando el camino hacia la salvación. Sean ustedes los

que lleven al mundo la luz y la paz que hoy le falta.
    Hijitos míos, ¡siento tanto decirlo! Están en un tiempo muy duro, y más duros han de

venir. También el dolor que me causa al decirlo; queda poco tiempo. Mis hijos están en

peligro por culpa de aquellos anticristos que dirigen el mundo, que son aquellos gobernantes

que no tienen corazón, que sólo buscan el poder y creen que con la guerra se dirige la

humanidad. Al pueblo se lo dirige con oración y paz.
    Hijito mío, fíjate bien lo que verás que es real y verdadero.
    Dirás a mi pueblo el mundo entero lo que has visto. Esto es lo que hay y lo que

vendrá al mundo: habrá una gran desolación, muchos morirán de hambre, personas que entre

ellas se matan, terribles batallas, ríos de sangre, cadáveres abandonados, terribles abismos

donde muchos caerán, feroces fuegos, cuerpos decapitados. Habrá una gran matanza de

inocentes, habrá pestes y enfermedades en los campos de refugiados.
    También me causa dolor al decirlo, estén preparados: ocurrirán catástrofes, pueblos

perdidos en agua, terremotos naturales y también causados por el hombre”.
    La Virgen se queda callada y escucho otra voz mas firme, masculina:
    “Aquel hijo que en su corazón invoque al Señor vencerá todo, mientras que aquellos

que no creen en Mí, serán vencidos por su incredulidad, su frialdad hacia mis palabras las

cuales son de mi Padre.
    La serenidad y la paz esté con vosotros.
    Les doy de mis manos la bendición”
María Rosa Mística y Jesús, lunes 24 de febrero de 2003.

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Mensaje Nº 118 – P
EN ESTA LLAMA RECIBEN A MI CORAZÓN INMACULADO
    Hoy son las 10 y 18 de la mañana, se están leyendo los Mensajes del mes durante la

Ceremonia. Desde temprano se sentía un toda la casa un intenso perfume de rosas. Mucha gente

que vino temprano a la gruta vio como lloraba la Virgen; noto que en cada mano lleva una

luz, como un fuego que brilla mucho y se mueve. Lleva un vestido blanco y un manto celeste

agua, con una mantilla blanca sobre su cabeza. Parece ir muy despacio como si quisiera que

nadie quede sin su presencia. Luego se eleva sobre la gruta, y en medio de una luz hermosa

comienza a hablar:
    “Hijito mío, dirás a mi pueblo el mundo entero estas palabras que trae esta Madre,

la que les trae las manos llenas de la gran misericordia de mi hijo Jesucristo, El Señor.
    Hijitos míos, mi Corazón Inmaculado lleno de amor y misericordia, ya no resiste más,

 lo doy a todos vosotros. Que éste amor de Madre fluya en cada corazón de hijo. Los quiero

humildes, mansos de corazón, ¡si todos obedecieran y buscaran en mi Casa, la Casa de Dios,

al luz que le falta a muchos corazones!
    Hijitos, no sean incrédulos, insensibles. Que la rutina y el cansancio no traiga a

mi mesa un corazón incrédulo si no están en gracia, dispuestos a recibir el fuego

misericordioso de mi Hijo Jesucristo quien multiplicará ese amor. Este amor se calienta por

mi intercesión, quien los nutre y purifica para que el Señor perdone todos sus pecados.
    Hijitos míos, estén preparados con sus corazones abiertos porque, hijitos, les

traigo en mis manos esta llama plena de Gracia que hoy entrego a uno por uno; en ella

reciben a mi corazón inmaculado. Que esta llama vaya de hijo a hijo, que la oración sea

continua. Así se hará la luz la cual vencerá toda oscuridad; con la cual vencerán toda obra

del enemigo, se apagará toda maldad y toda obra que no sea de Dios.
    Hijitos, estén en gracia, dispuestos, participen en la Santa Misa. Estén atentos, no

pequen con la mente ni el corazón. Sentirán arder en sus corazones la llama de amor del

Corazón Misericordioso de mi Hijo Jesucristo y mi Corazón Inmaculado. Crecerá el amor y la

fe, habrá una gran conversión en cada hijo.
    Reciban de mis manos la bendición. Lo que pidan les será concedido”.

Maria Rosa Mística, jueves 27 de febrero de 2003.

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Mensaje Nº 119 – P
SOY LA QUE TRAE LA RECONCILIACION A TODOS LOS PUEBLOS
-¡SI TODOS REZARAN EL SANTO ROSARIO!-
    Hoy son las 15 y 7 de la tarde, estoy orando. Al terminar salgo y siento una ráfaga

con aroma a rosas silvestres. Miro hacia el cielo, hay unas nubes, veo como éstas se abren y

empieza a descender una luz que toma una forma cada vez más grande. Se acerca a mí unos tres

metros, y aproximadamente a un metro de altura posada en una nube está la Virgencita. Tiene

una túnica color crema, sobre sus hombros lleva una manto celeste agua y sobre su cabeza una

mantilla blanca con los bordes color dorado-oro. Su voz es triste. Cuando ella se va, al

lado mío hay dos matrimonios de Mar del Plata que están muy emocionados y no pueden contener

el llanto. La Virgencita dice:
    “Hijito mío, mi pequeño, el Señor te ha puesto en el camino para que muchos hijos

encuentren el camino hacia Dios.
    Hijito mío dirás a mi pueblo, el mundo entero, éstas palabras:
    Hijitos míos, aquí estoy con todo el amor de Madre.
    Hijitos, tomen de mis manos las cuales traigo enriquecidas de Gracia. Sepan estar

dispuestos, abrir sus corazones. No se imaginan las gracias, la luz que recibirán. Sentirán

el llamado que hace el Señor a todos mis hijos a una verdadera conversión. Estén atentos a

recibir éstas palabras porque son la semilla que el Señor Jesucristo, Dios, pone en cada

corazón; es el amor del Padre.
    Hijitos, soy María, vuestra Madre; la que trae reconciliación a todos los pueblos;

si todos rezaran el Santo Rosario y tomaran conciencia del valor de la oración, ¡orar,

orar!, existiría la conciliación entre todos los pueblos del mundo entero. En la oración

tienen las armas necesarias para vencer toda obra del enemigo. Por eso hijitos, es necesario

preparar el alma, mente y corazón para recibir las gracias del Espíritu Santo.
    Hijitos, os pido no decaigan en la fe, porque la fe es la base de todo hijo de Dios.
    Hijitos míos os pido: creed en mis palabras, las cuales provienen de Dios. Busquen

con amor sincero al Padre Nuestro y al Corazón Misericordioso de mi Hijo Jesucristo, junto

al mío de Madre Reconciliadora, la que busca la unión de sus hijos. La obediencia es la base

de vuestra vida interior de ser un hijo de Dios. El Señor me ha enviado para traer la luz,

la salvación a la Tierra.
    Hijitos, está en ustedes: den mis palabras, no las callen.
    Que el Espíritu Santo habite en el corazón de todos los pueblos.
    Estarán cubiertos con mi manto, serán preservados de toda corrupción, de la

desolación que trae la guerra.
    Hijitos es necesaria la conversión de todos los corazones. Habrá luz, paz.
    Reciban copiosísimas bendiciones”.
María Rosa Mística, domingo 02 de marzo de 2003.
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Mensaje Nº 121 – P
MIS OJOS SON COLOR MIEL
-UNA IMAGEN BLANCA DE LA VIRGEN-
    Estoy en casa de una familia amiga de Buenos Aires. Llegamos desde Mendoza. En el

altar familiar que tienen en su casa hay una imagen de la Virgen de Medjugorjo, la Reina de

la Paz; es una imagen de setenta cm de altura. Me dio la impresión que hay algo en ella.

Sentado, cierro los ojos, y la sigo viendo. Algo en ella atrae mi atención. Esta imagen

tiene en su mano izquierda dos Rosarios. Cuando rezamos el Rosario a la noche, éstos se

mueven y en el pabilo de la vela que está encendida se forman tres corazones y una rosita.
    Esta es una imagen totalmente blanca, tomo la mano y la siento tibia. Escucho su

voz; Ella dice respecto a su imagen:
    “Hijito mío diles: ¿Cómo quieren que yo les mire si no tengo ojos? No tienen luz.

Diles que mis ojos son color miel. Que nadie me tenga así, con los ojos vendados. Si yo los

llevo a ustedes al Señor necesito la luz, que es la que llevo a todos los corazones”.
María Rosa Mística, martes 04 de marzo de 2003.

Mensaje Nº 121 – P
OS PIDO ORACIÓN CON SENTIMIENTO, AMOR A DIOS
Hoy son las 19 y 47 de la tarde, estoy en la Parroquia Santa Rosa de Lima, en Munro, Buenos

Aires, asisto a la Misa de Miércoles de Ceniza. En un momento me siento “flotar” en el aire 

y empiezo a sentir mucha “fuerza” y la presencia de nuestra Madre. Yo la busco con la

mirada, no la veo. En lo alto, tras el altar, hay una pintura de Nuestro Señor con los doce

apóstoles. Ante el Señor hay un cáliz del que sale un “fuego” como de veinte centímetros de

alto. Al lado del cáliz hay un pan que está todo iluminado. Los ojos de la  imagen del Señor

se iluminan y escucho la voz de nuestra Madre. Ella dice:
“Hijito mío, mi pequeño, dirás a mi pueblo el mundo entero.
Pueblo mío, mis hijos, reciban hoy y siempre las palabras del Señor, vuestro Dios; que mis

palabras estén en cada corazón.
Hijitos míos vivan intensamente cada palabra que hoy os traigo. Estén dispuestos en este día

que es un llamado a la penitencia, sacrificio, reparación.
Hoy esta Madre os pide que vuelvan a sentir plenamente en cada corazón el fuego de la

oración hecha con amor y fé. Ofrezcan cada oración a mi Hijo Jesucristo; su corazón lleno de

amor y misericordia, Él lo da a todo el mundo.
Hijos míos estén preparados, más en estos tiempos en que el enemigo lleva tanto dolor y

angustia…. Parece envolver todo. Pero el Señor me ha puesto aquí para , por mi intercesión

de Madre, traer a todos mis hijos de la Tierra la luz para que todos encuentren la

salvación.
Hijitos os pido: quiero oración, conversión, porque a muchos corazones les falta la luz, la

paz. Encontrarán en cada palabra la paz, la calma, el remanso que da el Señor.
Hijitos os pido oración con sentimiento, amor a Dios.
Hoy es tiempo de todo cristiano de abrir sus mentes y corazones. Deben creer, crecer en cada

momento en la palabra de Dios.
Os doy mi Santa Bendición”.
MARIA ROSA MÍSTICA, miércoles 05 de marzo 2003 (Miércoles de Ceniza).

Mensaje Nº 122 – P

Hoy son las 10 y 47 de la mañana, estoy en la Parroquia Santa María Magdalena. Siento una

alegría muy grande al ver en el altar la imagen de la Virgen María Rosa Mística. Antes de la

consagración del pan y el vino empiezo a sentir la presencia de la Virgen. La busco con la

mirada, no la veo pero escucho su voz.
Ella dice:
“Hijito mío, mi pequeño, cuánta humildad al obedecer, al llevar mis palabras a todos mis

hijos.
Hijito mío dirás a mis hijos predilectos los sacerdotes y a todo mi pueblo el mundo entero:

den y lleven cada palabra que hoy les traigo porque es la semilla que el Señor pone en todos

los corazones; por eso os pido humildemente que lleven mis palabras a toda la humanidad, que

este llamado sea a todos los corazones; que en esta Cuaresma se entreguen a una verdadera

conversión.
¿Qué esperan? ¿Cómo tengo que decirlo? No queda mucho tiempo. Arrepiéntanse ahora. En muchos

corazones reina la soberbia, el egoísmo, la maldad. Que no exista la confusión, sepan ser

humildes, saquen la roca, la dureza de sus corazones. No traten de ser lo que no son. No se

engañen, no traten de fingir en la fe si no creen en mis palabras.
Hijitos míos os pido: estén atentos al recibir cada palabra porque provienen de Dios, y a

esta Madre que está aquí junto a aquellos hijos que vienen a mí con su dolor, sus corazones

cargados de angustia y desesperación.
Hijitos no crean que no escucho sus voces de sufrimiento. Os pido más amor, entrega en la

fe. En vuestros corazones crezca el fuego de la fe. Busquen en mis palabras la esperanza, la

luz, la salvación que trae el Señor.
Hijitos no se queden; estén más entregados a la oración, encontrarán la fortaleza para

vuestras almas. Si están realmente en oración encontrarán a esta Madre que espera a todos

sus hijos.
Que cada corazón esté dispuesto a recibir la Santa Bendición”.
MARIA ROSA MÍSTICA, domingo 09 de marzo de 2003. (Primer domingo de Cuaresma).

Mensaje Nº 124 – P

Hoy son las 17 y 40 de la tarde, estoy en la Basílica de Nuestra Señora de Luján. Durante la

misa que concelebra el Padre Gobbi, vivo una experiencia especial: vuelvo a sentir la

presencia de la Virgen. La busco, no la veo. Luego en lo alto veo la silueta de la Virgen

pero no tan nítida como cuando la veo en casa.
Empiezo a escuchar su voz tan dulce. Ella dice:
“Hijito mío, mi pequeño, dirás a todo el pueblo, el mundo entero:
Hijitos no se imaginan la alegría de una madre cuando ve venir a sus hijos a su casa. Soy

vuestra Madre, la que hoy está aquí, la que hoy y siempre les recuerda: vivan siempre

conforme a la voluntad de Dios. No hagan oídos sordos a mis palabras; escuchen mi  voz. Que

día a día con cada oración vayan despertando en vuestros corazones a la luz de la

conversión.
Hijitos, sólo está en cada uno de vosotros el buscar a través de esta Madre la Gracia del

Señor Jesucristo. Sobreabunda la gran misericordia que hoy entrego a los corazones en donde

hoy y siempre abunde la fe.
Hijitos, el Señor escucha vuestros dolores cuando con dolor salen las verdaderas palabras.

Él los ayuda a través de la oración. En estos tiempos son muchos los que no oran, están

apartados, enemistados con Dios. Benditos aquellos hijos que reparan las graves ofensas al

Señor. Es tiempo que en vuestros corazones empiecen a ver la luz y haya más almas entregadas

a la oración.
Reciban de mis manos la Bendición”.
MARÍA ROSA MÍSTICA, sábado 15 de marzo de 2003.

Mensaje Nº 125 – P
HAGAN LA CONSAGRACIÓN – CON ELLA DETENDRÁN LA IRA DEL ENEMIGO
Hoy son las 15 y 33 de la tarde, me estoy duchando. Escucho que me llaman, salgo a la calle

pero no hay nadie. Se siente un exquisito aroma a rosas. Luego estuve con una familia de

Córdoba. Ante nosotros se produce un viento y en ese momento me siento flotar en el aire.

Ante mí está la Virgencita con mucho dolor en su carita y lágrimas que corren por sus

mejillas. Ella tiene en sus brazos un niño al que consuela. Su manto es muy blanco. Ella

dice:
“Hijito mío, mi pequeño, el Señor a puesto mis palabras en tus manos, las cuales llegarán a

todos mis hijos de todo el mundo.
Hijito mío dirás a mis hijos predilectos, ustedes hijos míos sacerdotes, den mis palabras al

Sumo Sacerdote. En sus manos está la salvación del mundo. Hijos míos os pido hagan la

consagración; con ella detendrán la ira del enemigo, de aquellos malos gobernantes. Sus

corazones están enceguecidos de odio, de sangre. En ellos reina la soberbia, la vanidad, el

egoísmo. ¡Cuántas confusiones hay en esos corazones de aquellos anticristos que dirigen la

guerra y van sembrando el dolor, el pánico.
Hijos míos os pido escuchen a esta Madre que os trae las palabras del Señor.
Hijos míos sean humildes, humíllense por sus hijos. La humillación será la gran victoria; mi

Hijo Jesús la vivió. Muchas fueron de dolor. A través de su muerte, cuando lo pusieron en la

cruz. Él rompió las cadenas y libró a todas las almas que el enemigo tenía.
Hijos míos es necesario ahora, porque el tiempo se acaba. Con la consagración a mi Corazón

Inmaculado como Madre Corredentora, y al Corazón Misericordioso de mi Hijo Jesucristo, harán

brotar en todos los corazones y en todas las religiones la fe; porque donde está el dolor y

el sufrimiento, en ese desierto con mis palabras despertará una flor y otra flor. Éstas se

irán esparciendo y yo como Madre, con mis manos, cuidaré de ese jardín. Sólo habrá amor y

paz. Mas yo os digo, muchos están viviendo el gran desierto que es estar alejado de las

palabras de Dios. En ellas encontrarán la luz en vuestros corazones. Soy vuestra Madre

Auxiliadora, la que hoy está aquí; el Señor Dios con su gran misericordia me ha enviado. Es

para que no uno, sino muchos jardines que adornarán el mundo.
Hijitos, ustedes son ese jardín para gozo de Dios, donde las flores son ustedes, las almas

que responden al llamado de Dios.
Reciban de mis manos copiosísimas bendiciones”.
MARÍA ROSA MÍSTICA, martes 25 de marzo de 2003. (Día de la Anunciación del Señor).

Mensaje Nº 126 - P
OFRECER PENITENCIA, REPARACIÓN – ORAR POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO –
Hoy son las 10 y 17 de la mañana. Durante el rezo del Rosario que se hace todos los días 27,

empiezo a percibir la presencia de Nuestra Madre. Luego durante la celebración de la

Palabra, es muy fuerte lo que recibo; no sé si decir fuerza o energía. Escucho la voz de la

Virgen, miro buscándola; veo que Ella anda entre la gente que está reunida. A continuación

Ella se eleva y va de un lado a otro; en su mano izquierda sostiene una copa, parece un

cáliz. En la otra mano tiene unas ramitas de olivo, con ellas nos bendice. La Virgen lleva

una túnica muy blanca que se agita como movida por una fuerte brisa. Su rostro está triste.

Ella dice:
“Hijito mío, mi pequeño Manuel, el Señor está contigo. Mis palabras están en tus manos; en

ti está que mi voz llegue a todos mis hijos de todo mi pueblo, el mundo entero.
Hijitos míos, hoy es tiempo de mucho dolor. Os pido reflexión, permanecer en obediencia. Es

tiempo de ofrecer penitencia, reparación, conversión.-
Hijitos míos, os pido, la oración debe nacer de un corazón abierto, dispuesto con amor, no

en la soberbia, en la incredulidad, sino en la humildad. Sepan buscarla dentro de cada uno,

en el silencio de la oración. Mi Hijo Jesucristo se hace presente cuando un corazón, un

alma, se ofrecen a ser verdaderos hijos de Dios.
Hijitos míos les estoy dando mis palabras que son de esta Madre, la que pide a todos mis

hijos paz entre ustedes.
Mis hijos, sólo exista el amor de Dios. Hoy no hay paz porque el mundo está conmocionado con

tanto dolor. No hay luz en el mundo porque no tienen respeto hacia Dios; muchos corazones

están cerrados.
Hijitos deben entender que lo peor es estar ciegos, enfermos. Éste es el dolor que hoy

sufren debido al ateísmo.
Hijitos la única luz es el camino hacia el Señor, la salvación es Jesucristo, Dios. La

oración, el Santo Rosario, puede llevar la luz a todos los corazones.
Hijitos, si hoy han estado con el corazón y el alma abiertos, no se imaginan las gracias que

han recibido. Los hijos que se consagren a mi Corazón se harán la Señal de la Cruz siete

veces, este es el signo de Salvación.
 Reciban de mis manos copiosísimas bendiciones. La paz esté en vuestros corazones.”
MARÍA ROSA MÍSTICA, jueves 27 de marzo 2003. ( Pascuas de Resurrección).

Mensaje Nº 127 – P
¡LIMPIEN Y PURIFIQUEN VUESTROS CORAZONES!
Hoy son las 10 y 17 de la mañana, estoy con personas que han venido desde Tupungato. Hay un

exquisito aroma a rosas, en ese momento siento su presencia y ante mí veo a la Virgen. Su

rostro está muy serio, su voz es muy firme. Ella extiende su mano derecha y me dice:
“Hijito mío, mi pequeño, dirás a mi pueblo el mundo entero mis palabras.
Hijitos míos de todo el mundo, os pido obediencia. Mis palabras y el Santo Rosario no son

para tenerlos en los cajones ni de adorno; son para rezar, meditar mis palabras. El Rosario,

récenlo despacio, mediten cada misterio.
Hijitos soy María, vuestra Madre, la que os trae las palabras del Señor.
Hijitos ¿Cómo tengo que decirles para que de una vez limpien y purifiquen vuestros cuerpos,

mente y corazón? ¡Si cada uno tomara mis palabras y tomara conciencia que todo proviene de

Dios, sacarían de su interior todo lo malo, tendrían paz! ¡Si cada uno pudiera dominar los

sentimientos, el corazón; si pudieran sacar la impureza y contaminación que hay en él!. En

cada corazón de los hijos del mundo se esconden tantas cosas que no son de Dios, como la

avaricia, la deshonestidad, falsedad, mentira, engaño, envidia, odio y muchas cosas más las

cuales define el pecado; son todas aquellas actitudes que no pueden dominar por la

debilidad.
Hijitos, así es como pierden la dignidad porque siguen estando en las tinieblas, en la

ignorancia, no dan ese paso a la luz. ¡Si tuvieran más fe, confianza, estarían en Gracia de

Dios!
Hijitos míos todo será vencido cuando ustedes se corrijan sacando todo defecto, vicio o

pecado. Lo será cuando ustedes dominen los pensamientos y emociones; vencerán así toda obra

del enemigo.
Hijitos tienen que obrar en la luz.
Hijitos no por orgullo o vanidad buscarán lo más fácil, que es la oscuridad. Es tiempo de

abrir el corazón; es tiempo de buscar el perdón. Aprendan a buscar la luz dentro de cada

uno; dejen que fluya en vuestro interior. Así habrá una gran conversión; así aprenderán a no

pecar. Busquen en la confesión sacramental el camino del Señor para recibir la misericordia

que os da Dios.
Hijitos míos ¿qué esperan para buscar en los sacerdotes el perdón de Dios?
Hijitos ¿Cómo van a encontrar el camino hacia el Señor? Lo encontrarán a través de un

verdadero Evangelio, que trae estas palabras, las cuales son de Dios. Estén en gracia, así

tomarán conciencia de mi amor misericordioso de Madre Corredentora.
Os doy copiosísimas bendiciones.
MARÍA ROSA MÍSTICA, domingo 30 de Marzo 2003.

Mensaje Nº 129- P
LA INCREDULIDAD, LA FRIALDAD, SEAN SACADAS DE RAIZ
Hoy son las 12 y 33 de la mañana, estoy en la ciudad de San Juan en casa de una familia

amiga. El jueves pasado, cuando llegué, durante la tarde sentí mucha “fuerza” o “energía”,

lo mismo que el viernes. Por la tarde sentí el aroma a rosas. Ahora estoy ante una imagen de

Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción. Al tomar sus manos las noto tibias; estoy dentro

de casa y siento que me llaman; salgo y no hay nadie. La busco con la mirada y arriba de un

mandarino se forma una luz intensa, de la altura de una persona. Es la presencia de la

Virgencita. Escucho su voz, Ella dice:
“Hijito mío, mi pequeño, dirás a mi pueblo el mundo entero: reciban estas palabras que les

trae esta Madre, que hoy y siempre estará con todos mis hijos.
Hijitos ¡Cuántos signos os da el Señor! ¡Cuántas palabras, las cuales son del Señor. Sean

ustedes, hijitos, los que lleven esa luz a todos mis hijos de todo el mundo.
Hijitos escuchen a esta Madre, la que hoy está aquí. Os traigo, hoy y siempre, las palabras

del Señor. En estos tiempos son muchos los hijos que continuamente se alejan de Dios.
Hijitos míos, os pido: es necesario orar, orar para que aquellos hijos que se han apartado

del Señor, hoy sean sacados de las tinieblas. Es necesario que la incredulidad, la frialdad,

sean sacados de raíz y así en muchos corazones se afirme la verdad y la fe en la luz de

Dios.
Hijitos míos mi corazón de Madre Misericordiosa os pide humildad, no oscurezcan los caminos

del alma. Busquen hoy, y siempre, la luz que os trae el corazón de mi Hijo Jesucristo, El

Señor.
Hijitos es mi llamado de amor que os pide buscar en mi Casa, la Casa de Dios, la verdad, la

luz, que estarán en aquellos corazones cuando tengan arrepentimiento de soberbia y egoísmo.

Cuando en cada corazón exista la conversión, estará la luz del Señor en esos corazones.
Hijitos os pido orar por aquellos hijos que no creen y no tienen fe porque están en

penumbras, no conocen la luz. Venid a mí, os llevo al Señor.
Hijitos den ejemplo en la fe, amor, humildad, en la oración. Recibid de mis manos la

bendición.
MARÍA ROSA MÍSTICA, Sábado 12 de abril 2003.

Mensaje Nª 130- P
Hoy son las 15 y 17 de la tarde, estoy con gente de la provincia de Formosa. Desde temprano

rodea a la gruta un exquisito aroma a rosas e incienso y estas personas lo sienten. En un

instante me veo ante la presencia de Nuestra Madre. No sé cuánto tiempo pasé, no sé si son

minutos o segundos porque al estar en su presencia la sensación es como de flotar en el

aire. Ella me dice:
“Hijito mío, mi pequeño, no temas. Soy yo, María, vuestra Madre”.
-“Virgencita, Madre mía ¿Porqué hay tanto dolor y tristeza en su voz?
“Hijito, mi dolor es por todo lo que están pasando mis hijos”.
“Madre mía ¿Porqué hoy está vestida de negro?
“MI pequeño, es por el dolor que pasé al pie de la Cruz; es el dolor más grande al ver a mi

Hijo en la Cruz. Soy Maria, la Madre Dolorosa, la Madre del Hijo de Dios.
Hijitos míos de todo mi pueblo el mundo entero, reciban estas palabras que os trae esta

Madre.
Hijitos os pido en este día de tanto dolor y de Gracia que os da El Señor: aquél hijo que me

acompañe al pie de la Cruz, aquél hijo que en algo enmiende sus pecados, le serán

perdonados. Pueblo mío, no sean como aquél pueblo ingrato que tenia a Mi Señor como esclavo…

el látigo no cesaba de pegar…. La cruz .. las espinas descarnaban su cuerpo. Os pido a todos

mis hijos orar con esta Madre a la hora de su Luz!.. Con tanta llama ardiente de Su sangre a

despertar a todos aquellos corazones que hoy están dormidos. Os pido dirigid vuestros pasos,

el corazón, el alma a esta Luz que os da El Señor.
Hijitos no permitan hoy y nunca estar en dudas de mis palabras, porque provienen de Dios.
Hijitos no bajen la moral, porque serán tentados por el enemigo. Sean astutos, fuertes;

vencerán las tinieblas. Mi Señor Jesucristo, Dios, perdona todos los pecados también en la

falta de vuestra fé.
Hijitos, la sabiduría y el entendimiento los acerca a las verdaderas palabras del Padre, del

Hijo, del Espíritu Santo en esta gesta Pascual, la cual los lleva a buscar las verdaderas

escrituras que están en los papiros (1.950, 1.942, 1.943). La Pascua es necesaria en la

Trinidad de Dios.
 Hijitos, El Padre les ha dejado una gran enseñanza en este día en la Cruz. Toda Cruz es la

Resurrección; con Ella El Señor venció todo. La Resurrección lleva a la vida con Dios.
Hijitos míos, os pido con el corazón abierto mis palabras; que en cada hijo exista la fe, el

amor sincero que os lleva al Señor. Si estuvieran atentos a mis palabras sabrían conducir su

dolor y angustia hacia una vida en paz.
Hijitos venid a mi casa, la Casa de Dios, y dejad todo ese dolor que hoy los aqueja. Busquen

y encontrarán la luz que os da El Señor. Que la fe y el amor les den las fuerzas necesarias

para llevar vuestra cruz cada día.
Hijitos, en este día sepan vivir, hoy y siempre, en la Eucaristía.
La Paz y la Bendición estén con todos mis hijos.”
MARIA ROSA MÍSTICA, viernes santo 18 de abril de 2003.-
NOTA: En la madrugada del Viernes Santo, Manuel tiene un “sueño” en el que ve a Jesús con su

rostro demacrado y su túnica blanca desgarrada y manchada de suciedad. Él le extiende un

papel en el que está escrito: “1Cor. 6, 11 – Jn. 14,23” (1era. Carta Corintios, cap. 6,

vers. 11 y Juan, cap. 14, vers. 23).

Mensaje N° 131 - P
POR LA CRUZ HE RESUCITADO; OS TRAIGO LA SALVACION
    Hoy son la 10 y 23 de la mañana, desde temprano sabia que algo iba a pasar; la gruta

estaba rodeada de un exquisito aroma a rosas e incienso. Las dos imágenes de  la Virgen

estaban llorando. Estoy en misa en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, siento una gran

fuerza, escucho una voz de un hombre, busco con la mirada y en el Altar, detrás del Padre

Javier se forma una gran luz muy brillante; veo que es El Señor. En algunos momentos esta

solo El Señor. Su vestimenta es muy blanca, su pelo ondulado cae sobre su hombros; en su

mano derecha, aun con sangre, tiene una gran luz. En la mano izquierda tiene un trozo de

tela escrito; esto dice:
    “Por la Cruz he resucitado; os traigo la Salvación. Colmado de dones os traigo al

Altar el vino con el Pan para el Sacrificio. La Palabra del Señor es la Verdad. ¡Aleluya!”.
Luego El Señor dice:
    “Hijito, mi pequeño, dirás a mi pueblo, al mundo entero estas palabras:
    Sacerdotes de todo el mundo, sepan que he enviado a mi Madre a traer las buenas

nuevas. No han obedecido a su llamado. Hoy estoy presente, mírenme, soy Jesucristo, El

Señor, Dios. Póstrense ante mi Presencia con el mayor fervor de obediencia. Impriman en mi

corazón vivos sentimientos y pensamientos de Fe, de amor, humildad. Proclamen al mundo a

toda voz que solo Cristo es, hoy y siempre, El Señor, Dios, como era en el principio, ahora

y siempre.
    Pueblo mío, el mundo entero, hijitos míos, en este día de Pascua tan glorioso, los

espero en mi Casa, la Casa de mi Padre, con espíritu de suma devoción. Sepan estar en

Gracia, entregar el corazón, estar en la presencia del Señor. Hoy y siempre Yo, El Señor,

vengo a quedarme entre ustedes. Estoy aquí presente en el Sagrario, en la Eucaristía que es

la Vida, la luz que hoy os trae El Señor. Estar en la Liturgia es tan grande y sublime el

sacramento, que Dios Vivo entre ustedes. En Verdad os digo: adorad los ritos sagrados de la

Casa de mi Padre.
    Hijitos míos, os pido obediencia. Creyentes fieles a mis palabras, os di mi Madre

porque Yo la comparto; todos son mis hermanos. Mi Madre es vuestra Madre, la que os di al

pie de la Cruz; hoy Ella y sus ángeles guardianes están con ustedes. Mi Madre ha hablado por

Mí; mis palabras sirvan hoy y siempre para aquellos que hoy encuentran la luz y se

convierten al Señor.
    Hijos, os pido, limpien vuestros corazones; estén mas firmes en la Fe, en Dios Padre

porque El esta hablando por intermedio de su hijo. Os pido honra el día del Señor. Estén en

oración frecuente, así estarán en una verdadera conversión porque se habrán encontrado a si

mismos, habrán encontrado la luz de Dios.
    Hijos, no se imaginan lo que he soportado, los dolores que traspasaban mi cuerpo,

todo con mucha paciencia para que se haga la Voluntad de mi Padre. He guardado obediencia,

respeto a mi Padre; le entregue mis sentimientos y pensamientos. Mi cuerpo estuvo en el

pudor, la castidad; así lo entrego como Templo, como Casa de Dios; así lo habitó el Espíritu

Santo por lo cual hoy es la Resurrección, la Victoria, la Gloria de Dios Padre y lo comparto

victorioso con todo mi pueblo, el mundo entero.
    Sacerdotes, los he hecho participes en la Casa de mi Padre. Mis palabras son para

que se extiendan, para socorrer a los oprimidos, para llevar la luz a los necesitados de

espíritu, Os di y os doy mi gran Amor, que es verdadero, al prójimo. Estén dispuestos de

corazón también a darlo.
    Os doy la Santa Bendición. La paz esté con vosotros. Amen”
JESUCRISTO, domingo de Pascuas 20 de Abril 2003

Mensaje N° 132-P
Soy El Ángel de María – ALABANZAS A NUESTRA MADRE
    Mientras estuve en San Juan, los días 11 y 12 de Abril fui despertado con un coro;

pensé que era la radio de la casa en que me alojaba. Hace tiempo que me sucede lo mismo en

mi casa, por lo que comencé a escribir la letra que escuchaba. Deje de hacerlo, pero hoy en

mi casa me sucedió lo mismo, escucho el mismo coro. Esta mañana voy hacia la gruta y antes

de llegar escucho otra vez en cantico; al lado de la imagen de la Virgen veo una gran luz y

oigo estas palabras: -“No temas, ya me conoces. Soy el Ángel de María ¿Qué esperas para

escribir las alabanzas a Nuestra Madre?”-. El esta vestido de una túnica muy blanca, llega

hasta sus pies descalzos. Detrás de el hay unas aureolas de gran luz o resplandor, parecen

alas. Su cabello castaño ondulado cae sobre sus hombros. Sobre su hombro izquierdo lleva un

manto de color celeste agua, con su mano izquierda sostiene una larga vara que apoya en el

suelo, con la mano derecha lleva una especie de incensario sujetado por cordeles; de este

sale humo. Esto es lo que he escuchado al despertarme.
    “Madre, Madre, Madre del Niño Jesús,
    Nos regalas Su Presencia, Su Presencia de amor y paz.
    Yo los bendigo en Mi Nombre, en el Nombre de Jesús, en el Espíritu Santo,
    Cante las alabanzas, vive Jesús, e Hijo de Dios.
    María, Madre Bendita, Tu eres bendita Madre de Dios.
    Madre, Tu nos regalas Tu Presencia, Presencia de Salvación.
    Madre María, Tu eres mi camino, eres mi guía, mi luz bendita eres.
    María, María, despierta nuestro amor, eres la luz que me guía.
    María nos acompaña en nuestro caminar hacia el camino de Dios.
    ¡Oh! Madre entre las madres.
    María, tu posas tus manos sobre tus hijos, signo de bendición.
    Madre de Gracia, madre de amor,
    Madre de Misericordia, María Madre de Dios.”
EL ANGEL DE MARIA, martes 22 de Abril 2003.

Mensaje N° 133 – P
EN RETORNO DE ESTE AMOR MISERICORDIOSO
    Hoy desde temprano hay afuera un exquisito aroma a rosas en incienso. Me acerco a la

gruta para abrir la puerta, ya hay varias personas rezando el Rosario. Enciendo la luz y

vemos que las tres imágenes de la Virgen están llorando. Luego, mientras rezamos, empiezo a

sentir la presencia o energía de la Virgen. A las 10 y 17 veo sobre las personas que se han

reunido una gran luz. Después esta luz se eleva y veo a la Virgen sobre la gruta envuelta en

una muy intensa luz. Veo a Nuestra Madre con su vestimenta muy blanca; su carita tiene una

expresión normal. Luego Ella extiende sus manos hacia nosotros, y cuando todos nos tomamos

de las manos, La Virgen también se toma de las manos de nosotros. Ella dice:
    “Mi pequeño, dirás a mi pueblo el mundo entero:
    Hijitos míos os pido nuevamente y os recuerdo la importancia de la oración; les

recuerdo el poder de liberación, mediación y protección. Mi Hijo Jesucristo y yo Vuestra

Madre rezamos, oramos. Hoy he descendido a hacerlo con vosotros. El Señor os pide

sacrificio, penitencia, reparación para alcanzar la salvación.
    Hijitos no sean soberbios; amaos unos a otros como hermanos. Yo soy María, Vuestra

Madre, El Señor, Dios me ha enviado. Estoy aquí con todos ustedes. Traigo mis manos llenas

de gracias y bendiciones; las doy a todos mis hijos. Que vuestras almas reciban la

concordia, la luz, la paz. El Señor Jesucristo, Dios, ha puesto en mí sus palabras. Yo,

Vuestra madre, doy a todos mis hijos en mis manos la luz Divina Gracia la cual el Espíritu

Santo El me concede en retorno de este Amor Misericordioso, en el poder de interceder ante

El por mis hijos, prodigar Su Gracia sobre el mundo.
    Hijitos míos, no temáis ni bajen la moral y más en estos tiempos cuando el enemigo

quiere oscurecer el mundo: Yo, Vuestra Madre Medianera de Gracia, la que hoy y siempre

recoge vuestras oraciones de tantas almas, quiero sean transformadas en gracia de amor, paz

y luz para que sea la Luz del Señor.
    Hijitos míos que trabajan para que este lugar de mi predilección sea hoy y siempre

protegido, vosotros hijos, que obedecen a mis palabras, recibiréis gracias escogidas por El

Señor.
    Hijitos estoy aquí a reunir a todos mis hijos. Yo, María Vuestra Madre, os quiero

salvar a todos. Traigo las palabras de mi Señor; traigo la concordia, la luz, el amor para

que reine la paz en el mundo.
    Os pido orar, orar por aquellos hijos que hoy están apartados del camino de Dios; mi

mano esta extendida para su vuelta a la longanimidad y Misericordia de Jesucristo, El Señor,

Dios.
    Hijitos tómense de las manos. Recibirán Gracia y Bendición.
MARIA ROSA MISTICA, Domingo 27 de Abril 2003.
(Fiesta de la Divina Misericordia)

Mensaje N° 134 – P
¿POR QUE SON MIS LÁGRIMAS?
    Hoy son las 4 y 17 de la tarde, estoy con personas de Chile, de Buenos Aires y otras

de acá. Comenzamos a sentir oleadas de aroma de rosas que trae el aire. Estoy dentro de la

gruta con estas personas, siento que me llaman, salgo y grande es mi sorpresa: ante mí,

sobre la gruta, hay una gran luz. Veo a la Virgencita en una nube que la cubre hasta la

cintura, su carita muy triste; lagrimas corren por su rostro. Viste una túnica color rosado,

como terciopelo, y un manto celeste. Sobre su cabeza lleva una mantilla muy blanca. Sus

manos están extendidas hacia nosotros. En el centro de su pecho tiene una gran rosa, como de

terciopelo, en forma de corazón; sobre el hay una especie de humo o vapor. Ella dice:
    “Hijito mío, mi pequeño ¿Por qué me miras con tristeza?”
    -“Madre mía, no se que hacer al verla llorar a Usted y también a sus imágenes”-
    “Mi pequeño, muchas veces quisiste saber por que son mi lagrimas, y hoy lo digo al

mundo. Hijito mío dirás a mi pueblo, al mundo entero, estas palabras que os da El señor a

través de esta Madre Auxiliadora:
    Hijos, mis predilectos sacerdotes, den a mi pueblo las palabras del Señor. Sepan

cual es mi angustia, mi dolor. Llevo mas de tres años de continuas palabras de mi Señor; los

he llamado y aun no se hacen presentes ¿Qué esperan para estar aquí con mi pueblo y levantar

mi Casa, la casa de Dios? La santidad será de aquel sacerdote que obedezca y haga la

voluntad de mi Señor, Dios. Den a mi pueblo las palabras de mi Hijo Jesucristo, El Señor,

Dios.
    Esta Madre Conciliadora os trae la luz, la fe, la luz que aparta las tinieblas del

camino hacia Dios. Estoy aquí porque es fundamental que esta Madre misionera, Corredentora,

la Madre de Cristo, El Señor Dios, quede desde el primer día, hoy y siempre, anclada aquí en

este pueblo junto a todos mis hijos. Estoy aquí en esta Bendita Tierra donde se ha

despertado un hermoso jardín de amor, fe, esperanza.
    Hijitos, las flores son ustedes. Desde acá ha de salir la luz, la paz del mundo.
    Hijitos míos sacerdotes y todo mi pueblo, el mundo entero ¿Por qué me miran y se

asombran al ver mis lagrimas? ¡Si en ellas traigo la limpieza de vuestros cuerpos!
    Es necesaria la conversión de sus corazones. Al ver mis lágrimas es para que

aquellos corazones duros encuentren la luz, se afirmen en la fe y no estén dudando.
    Les recuerdo que yo Vuestra Madre, estoy presente. No lloren por mi dolor, porque es

por vuestra desobediencia e incredulidad que hay en sus corazones. Lloren mejor por su

arrepentimiento, por ustedes, por sus hijos. Pidan por la conversión de esos corazones.
    Descubran en mis palabras el don de amar al prójimo. Si están en gracia El Señor,

Dios, limpia, purifica los corazones y son bendecidos por el Espíritu Santo para que ustedes

hijitos míos sean dignos, en día de gracia en mi Casa, de recibir la Eucaristía que es el

Cuerpo Sagrado de Dios.
    Hijitos, en mis palabras encontraran las palabras de Dios, que no les queden dudas.
    Hijitos ¿Cuántas veces les ha dicho busquen la luz? No se detengan, no pierdan el

tiempo en cosas inútiles que turban sus pensamientos, la paz de vuestros corazones.
    Sean verdaderos hijos de Dios.
    Sepan ver, buscar la luz de salvación. En mis palabras encontraran un remanso de

amor y paz.
    Os doy de mi Corazón la Santa Bendición”.

MARIA ROSA MISTICA, miércoles 30 de Abril 2003.

 Mensaje N° 135 – P
HOY MAS QUE NUNCA SON TENTADOS
-GUARDEN ESTAS SUPLICAS VEHEMENTES-
    Hoy son las 10 y 33 de la mañana, estoy orando en la gruta con la gente que viene a

agradecerle y pedirle a la Virgen. Alguna viene de Formosa. Ante la sorpresa de los que ahí

estamos llegan oleadas de un exquisito aroma a rosas e incienso. Yo estoy a tres o cuatro

metros de la gruta; todos caemos de rodillas, en la puerta se formo una luz muy fuerte y a

una altura como de un metro o un poquito mas esta la Virgencita. Su rostro demuestra

angustia, su túnica color crema cae hasta sus pies descalzos, su manto es muy delicado de un

blanco como se de el saliera la luz. Sobre su cabeza lleva una mantilla con bordes dorados,

en sus manos trae unas escrituras. Su voz es muy dulce, de madre, pero también cambia, es

mas firme:
    “Hijito mío, mi pequeño, soy vuestra Madre, la que hoy esta aquí, la que os trae hoy

y siempre las palabras del Señor.
    Hijito dirás a mis hijos predilectos sacerdotes y a todo mi pueblo el mundo entero

estas palabras: sacerdotes y todos mis hijos de todo el mundo, que no les queden dudas, soy

María vuestra Madre, la que os trae no mis palabras sino las del Señor, Dios.
    Hijitos sepan que esta Madre ha recibido a través del Señor e Fiat por el cual fui

anunciada por el Ángel de la gracia a recibir. Así el Padre me convirtió en la Madre de

Joshua, Jesucristo, El Señor, Dios. Soy vuestra Madre, la Madre de todos mis hijos de todo

el mundo. Soy María, El Señor me consagro Madre por lo cual he recibido en abundancia todas

las gracias del Espíritu Santo. El Señor Dios Padre, es hoy y siempre comparable con el Fiat

de toda Creación. Hoy y siempre es vuestro Dios, no hay otro como El.
    Hijitos míos he descendido, estoy aquí con todos vosotros. Es necesario que yo,

vuestra Madre, esté aquí para recordarles que la Santa Escritura es para orar, estar en

gracia en la Palabra de Dios. No es un adorno o para tenerla en los cajones.
    Hijitos, si estoy aquí es para pedirles oración, penitencia, sacrificio, conversión

a las almas. Hoy mas que nunca son tentados; hoy están en peligro de perderse en las

tinieblas. Estoy aquí para vuestra salvación.
    Hijitos necesito corazones convertidos. Es necesario el sacrificio, sin sacrificio

ni oración no hay Gracia. Miren mi amor de Madre, la que hoy esta con todos sus hijitos.

¡Miren que grande es este amor, que esta en todo el mundo! No hay nada más grande que dar y

dar amor que es el amor de Dios. Es algo hermoso dar al prójimo y compartir una oración. Una

oración hecha con amor sincero sube al Altísimo Señor. Así es como se entrega el corazón.
    Hijitos míos os pido guarden estas suplicas vehementes de esta Madre llena de Gracia

que hoy os pide oración, oración para aquellos hijos que están apartados de la fe. Salgan de

la oscuridad, encuentren la luz, el camino. Así estarán en el amor de Dios.
    Hijitos os pido hoy y siempre venid en día de Gracia, estar en oración de amor y fe,

estar en alabanzas de oración. Hoy y siempre deben estar en Gracia que es estar en la

presencia del Señor.
    Hijos míos, mis pequeños de todo el mundo, soy María vuestra Madre. Hoy y siempre me

inclino ante mi Señor, Dios. Vosotros debéis hacer lo mismo. El, mi Señor, Dios, me concede

la Gracia del Amor de mi Corazón Inmaculado. La doy al mundo, extiendo mis manos, os doy

todas las Gracias y Bendición”.
MARIA ROSA MISTICA, Domingo 04 de Mayo de 2003.
NOTA: En la mañana del 05 de Mayo Manuel encontró una de las estampas de la Virgen María

Rosa Mística (30 x 21 cm.), fotografía de la estatuilla de Montechiari, con lágrimas de

sangre que, habiéndose deslizado por su rostro, ya estaban secas.

Mensaje N° 136 – P
CLONACION – CUERPOS SIN ALMAS
    Hoy son las 12 y 33 de la mañana, estoy con persona de San Luis, de San Rafael y de

acá. Unos vienen a pedir, otros agradecer. Hace días que siento alguien a mi lado. Ante las

personas aquí presentes empiezo a sentir mucha fuerza o energía. Es mucho lo que siento en

ese momento al estar en su presencia. La sensación es la de estar flotando en el aire; no se

lo que pasa a mi alrededor, solo existe su presencia. Para mi no es una luz o un espejismo,

para mi es como estar ante una persona real de carne y hueso. Así es como la veo con la

diferencia de la gran luz que trae. Quisiera decirlo tal cual lo siento o lo vivo en ese

momento, pero no tengo palabras justas. Hoy su rostro es triste y serio, de voz muy firme.

Ella dice:
    “Mi pequeño, hijo mío, os pido: da a mis hijos predilectos sacerdotes y a todos mis

hijos de todo el mundo esta palabras que os trae esta Madre de Amor, de Misericordia, la

Madre de Cristo, El Señor Dios.
    Hijos míos de todo el mundo os pido no aumentéis mi sufrimiento, mi angustia al ver

como ustedes, hijitos, se pierden por no estar en gracia. Os pido estén con el corazón

abierto a mis palabras; que en cada hijo exista la fe, el amor sincero hacia El Señor. Si

estuvieran hoy y siempre atentos a las palabras de dios sabrían conducir sus pasos, su

dolor, su angustia, hacia una vida en paz.
    Hijitos escuchen a esta Madre Misionera que hoy y siempre os pide venid a mi Casa,

la Casa de Dios. Os, pido, hijitos, dejen todo ese dolor que hoy los aqueja.
    Hijos ya lo he dicho, busquen en mis hijos sacerdotes, entreguen con sinceridad,

abrid vuestro corazón y denle su confesión. Encontraran la luz que os da El Señor. El os da

el amor, las fuerzas necesarias para llevar vuestra cruz de cada día.
    Hijitos en este día, hoy y siempre sepan vivir en dialogo, en gracia de corazón, de

alma, en el verdadero Evangelio que es la Palabra de Dios. Sean verdaderos hijos de la luz,

sean como imagen de Dios. Si El vuestro Padre, ¿Quién da la vida? Si Dios os da la vida, os

da un alma. Por eso hijitos, ¿Cómo no voy a estar triste si lo que están haciendo no es de

Dios? A ustedes les estoy hablando, ya que son tan sabios, son tan eminencias; se hacen

llamar médicos con titulo y no son nada. A ustedes les estoy hablando, sabios, si pueden

llamar así. A todos vosotros de todo el mundo: Soy María la Madre de Cristo, El Señor Dios.

Estoy aquí. Os pido detened vuestras manos; no traten de ser mas que Dios; no inventen lo

que no pueden y quieren hacer, ¿No se dan cuenta que lo que están haciendo no es de Dios?

¡Ahora quieren ser mas que Dios! ¿Adonde quieren llegar? ¿A la vida eterna? Sepan que lo que

han conseguido es estar en las tinieblas porque están trabajando para el enemigo.
    Hijos, os pide esta madre Auxiliadora, la Madre de la Misericordia, El hijo de Dios:

Reflexionen, tengan conciencia, están a tiempo de detenerse en el Nombre del Señor. Si no se

detienen, inevitablemente todo se volverá contra vosotros. No prosigan porque el castigo

será inminente. Están destruyendo todo. No traten de ser lo que no son, no traten de superar

los limites de Dios.
    Hijos, si son tan sabios, ¿Con vuestras manos quieren superar a Dios Padre en la

Creación? Si esos cuerpos que han inventado –porque solo son cuerpos sin alma- ¿Qué almas

pondrán en ellos? ¿No se dan cuenta lo que han hecho o también ahora harán almas? Si El

Señor Dios os dio un cuerpo, también os dio un alma y también os dio el don de amar, ¿Qué

don darán a esos cuerpos?
    Hijos, si son tan sabios, tan inteligentes que todo lo saben, ¿Por qué quieren ser

mas que Dios con esto de la clonación? Inventar niños que son seres sin alma, sin el don de

amar al prójimo, no tendrán sentimientos ni escrúpulos. En ellos solo existirá el dominio

del enemigo. Me da mucha tristeza porque ya ustedes están bajo su dominio; lo están por su

propia voluntad no por la de Dios.
    Hijitos abrid vuestro corazón, dejen entrar la luz de Dios; El es quien os da la

salvación. Conviértanse, sepan ver que la Luz del Señor esta a las puertas de vuestro

corazón; dejen entrar a Cristo, El Señor Dios.
    La luz de Cristo, la paz, este en vuestro corazón.”
MARIA ROSA MISTICA, Sábado 10 de Mayo de 2003.

 Mensaje N° 137 – P
OS PIDO A CADA UNO VUESTRO ABANDONO Y CONFIANZA
    Hoy son la 15 y 13 de la tarde, estoy con un grupo de gente que viene a orar todos

los días 13. En el tercer misterio del Rosario empiezo a percibir la fuerza o energía que da

la presencia de la Virgen. Su voz es dulce y a la vez muy firme. Ella dice:
    Hijo mío, mi pequeño, dirás a mis hijos predilectos sacerdotes ya a todos mis hijos

de todo el mundo:
    Hijitos míos soy vuestra Madre, la que hoy esta hoy y siempre a las puertas de

vuestro corazón. Os pido a todos mis hijos, de uno en uno, vuestro abandono y confianza.

Dejaos llevar hoy y siempre por esta Madre,  la Madre de Jesucristo, Dios, que hoy esta aquí

y quiere salvar esta humanidad que esta alejada del camino del Señor. Por medio del Señor

Dios esta Madre llena de amor, de misericordia, ha descendido a salvar las almas.
    Hijitos míos, reciban de mi propia boca estas palabras las cuales son del Señor.

Estas palabras os traigo a todos mis hijos de todo el mundo: muchos de vosotros podéis haber

llevado una mala vida pero si en vuestro corazón mostráis un arrepentimiento sincero,

entregáis todo y sacar la escoria, lo malo, lograreis la salvación. Mi hijo Jesucristo, El

Señor Dios, vendrá hoy y siempre en vuestro auxilio. Mi mano esta extendida para la

salvación de todos mis hijos para guiarlos hacia el camino, hacia la luz que os da El Señor.
    Figlio mío, di a tuto la parola del Signore insima a tuto la su bolunta ogi dobete

tares in comuniones con la gracia del Signor. El signore desidera a tuti la conversione.
    Figlio mio siate e pieserete e Gesu abiate fidusi nel suo amore bi chiano al mio

cuore. Dico a tuti miei figli laisi, religiosi e saserdoti, lo sono il bosotro aiuto lo bi

manterro nella perseberansa della fede.
    Figlio mio la sua Misericordia o mandato la sua Madre per farsi trobare la

posibilita di farlo mensagio sia mediatato profundamente la mia misione di Madre di

triunfare.
    Gloria all Altisimo, che tuto questo si conosca.”

MARIA ROSA MISTICA, 13 de Mayo 2003.
Día de Nuestra Señora de Fátima.


Mensaje N° 138 – P
¡CONFIEN EN MÍ Y EN MI MADRE!
    Hoy son las 10 y 13 de la mañana, salgo porque llaman a la puerta. No hay nadie,

pero me envuelve un aroma a rosas silvestres y un exquisito aroma a incienso. Miro

buscando….miro hacia el cielo, las nubes oscuras se ponen muy claras; estas se abren, se

forma un rayo de luz que desciende. La luz es muy fuerte, ante mí y sobre la gruta esta El

Señor. Su cabello ondulado cae sobre sus hombros, su túnica es roja, sobre sus hombros lleva

un manto muy blanco con bordes dorados cruzado por su pecho sobre el hombro izquierdo. En su

cintura veo un cordel, sus pies tienen sandalias. Su mirada es muy firme y penetrante, sus

brazos están abiertos extendidos hacia nosotros. El dice:
    “Hijo mío, mi pequeño, fíjate bien lo que veras y dirás a todo mi pueblo el mundo

entero; dirás a los sacerdotes de la Tierra y estos a todo el mundo estas palabras, las

cuales hoy y siempre os trae El Señor: Mis manos están extendidas hacia vosotros en vuestra

salvación.
    Hijos míos ¿Por qué son tan débiles? Se confunden fácilmente ante cualquier dolor.

¿Cuántas veces os dije mi Madre esta con vosotros, su mano y mi mano están extendidas, den

ese paso, tómense de ellas, habrán encontrado la salvación?
    Os pido abrid vuestro corazón, dejad que Yo habite en el. Cuando vosotros den ese

pasó, cuando se entreguen a los brazos de mi madre, todas vuestras angustias se resolverán.
    Os pido no desesperéis mi me pongáis a prueba. No me den una oración agitad como

queriendo exigirme el cumplimiento de sus deseos.
    Hijos míos os pido ser más humildes, más mansos de corazón. No sean orgullosos,

egoístas. Déjenme entrar con mi luz y ser su Dios: ¡Entrégate confiado en Mí y en mi Madre!
    Hijos os pido no dejéis pasar este remanso de gracia que hoy os traigo. Dejen todo

en mis manos: sus angustias, su dolor, su futuro. Dejaos llevar por la mano de mi Madre, que

es la Mediadora ante su Hijo y El Padre.
    No se detengan, vengan a Mí. Si Yo Jesucristo los amo y di mi vida por vosotros,

¡Estoy aquí con vosotros!
    Hijos os pido: No busquéis en otro lado lo que no puedo darles, porque es el camino

de la oscuridad. No se dejen engañar por preocupaciones inútiles, el enemigo es muy astuto y

busca la forma de apartarles, agitarles, angustiarles, quitarles la luz, la paz, la lucidez

de las palabras de Dios.
    Hijos os pido hoy y siempre, confíen en Mí y en mi amada Madre. Ella es la

intercesora fiel, la Luz, la Gala hacia su Hijo Jesucristo.
    El Señor, Dios, es quien os dice: los que creen en Mí, confían en mis palabras,

entregan el corazón sincero. Yo El Señor os doy gracias en la proporción de vuestra entrega.

No desesperéis si la gracia no llega ahora, falta abrir más vuestro corazón.
    Busquen en mi Casa, la Casa de mi Padre. Ya lo he dicho, entreguen a mis sacerdotes

su confesión. Es la forma de estar en la Luz, en gracia.
    Os pido, dejaos llevar por mi Madre, Ella es quien esta dando bendiciones en todo el

mundo y ahora sobre todos los hijos de este pueblo. Aquí esta mi Madre María Rosa Mística y

los Ángeles entre vosotros para guiarlos especialmente, para cuidarlos a todos vosotros.
    Mi Madre esta aquí entre vosotros. Esta aquí para compartir y dar tanto amor para

sus hijos; trae la luz, la concordia para que hoy y siempre reine la paz en todo el mundo.
    Que las palabras de mi madre y sus oraciones sean respondidas con más y más oración

y sacrificio hechas con amor sincero. Serán recompensados con gracia de amor y paz.
    Reciban hoy y siempre de mis manos, del Señor Jesucristo, la bendición”.
JESUCRISTO Y MARIA ROSA MISTICA, Domingo 18 de Mayo de 2003.


Mensaje N° 139 – P
MI CASA ES EL REINO DE DIOS EN LA TIERRA
    Hoy son las 10 y 33, al salir a la gruta siento una emoción muy fuerte, no se si es

alegría o angustia; sentí ese aroma tan exquisito. Luego empiezo a recibir la fuerza de la

presencia de la Virgen. La veo con su gran luz, su túnica es de color rosado y su manto es

azul; sobre su cabeza lleva una mantilla muy blanca, como si fuera una luz. Su carita esta

muy seria. Ella dice:
    “Hijo mío, mi pequeño, dirás a mi pueblo el mundo entero estas palabras:
    Hijos míos os traigo el llamado del Señor. El les esta hablando a través de mis

palabras; las palabras que hoy y siempre os trae esta madre que ha venido a quedarse entre

vosotros porque mis hijos están perdidos en la ignorancia, han perdido la noción de pecado y

tienen actitudes de rechazo y negación hacia Dios porque han caído bajo el dominio del

enemigo. Así el mundo se esta perdiendo por la indiferencia, el egoísmo, la rebeldía. Están

llenos de maldad, están siendo agitados en sus mentes y corazones, sus ojos están ciegos, no

pueden ver la luz que os da El Señor.
    Hijitos, el mundo debe despertar hoy, urgente, de este letargo de desolación, de

angustia, de dolor, de muerte. Yo María, vuestra Madre, la Madre del Señor Dios, estoy aquí.

He sido enviada a salvar el mundo.
Hijitos es necesaria la conversión para que cada hijo comience a vivir hoy la nueva vida que

os trae El Señor. El desea de cada hijo que empiece a hacer buenas obras, la obra de Dios de

amor y misericordia. Deseo que cada hijo encuentre una nueva vida que es el camino hacia

Dios.
    Hijitos míos os pide esta Madre: sean vosotros los que lleven las palabras de mi

Hijo Emanuel, Jesucristo, El Señor Dios. Aquel hijo que anuncie y de estas palabras de

corazón, con amor hacia El Señor, será salvo; mientras que aquellos hijos que hoy las

reciben y no creen en sus corazones son aquellos falsos creyentes; son aquellos hijos que

están apartados de la verdadera Casa de Dios. Todos aquellos hijos que dividen a la Casa de

Dios y se apartan están en pecado.
    Hijos mío os pido unid vuestro corazón a este corazón de esta Madre Auxiliadora que

esta herido por vuestra soberbia, por vuestra división. No busquéis en otro lado la Palabra

de Dios si la verdadera esta acá, donde esta la madre del Hijo de Dios.
Hijos míos sean sabios, si buscáis en otro lado en donde no está esta Madre porque reniegan

de Mi, apártense porque no es Dios.
Hijitos, mi Casa es el reino de Dios en la Tierra. Regocijaos en Ella; busquen la luz, la

paz. Regocijaos en este remanso de gracia que hoy y siempre os da El Señor.
    Levantad las manos y el corazón; recibirán la gracia y mi bendición”.

MARIA ROSA MISTICA, Domingo 25 de Mayo 2003.
                Manuel Yanzón, El Algarrobal-Las Heras, Mendoza.

Mensaje N° 140 – P
LA CASA DE DIOS RENACERA POR VUESTRA FUERZA DE AMOR
    Hoy son las 10 y 13 de la mañana. Estoy en la reunión de la Celebración de la

Palabra de todos los días 27. Nos esta hablando el Padre Norberto Pohl, quien vino de Buenos

Aires. Desde el cielo desciende un rayo de luz. En el vienen Nuestro Señor y la Virgencita.

Los dos vienen descalzos y con una túnica clara, color crema. La Virgen tiene un manto color

celeste agua y una mantilla blanca muy brillante sobre su cabeza; esa mantilla parece de

luz. El manto del Señor es color marrón claro. En cuanto llegaron al piso comenzaron a

caminar entre la gente. Ella dice:
    “Hijito mío mi pequeño. El Señor ha puesto en tus manos por lo cual dirás a mi

pueblo, el mundo entero, y a mis hijos predilectos sacerdotes para que estos den hoy y

siempre las palabras que os trae esta madre de Amor, de Misericordia: El Señor me dio la

gracia de ser la Madre de la Casa de Dios.
    Os digo hoy y siempre: Mi Hijo Jesucristo, El Señor Dios, viene, esta aquí con su

intensísima presencia. Su luz resurgirá por siempre.
    Hijitos con vuestra presencia aquí y en mi Casa, la Casa de Dios renacerá hoy y por

siempre por vuestra fuerza de amor, fe, obediencia, humildad y confianza. Convertíos, que

vuestro corazón este entregado al Santo Rosario, deben estar en oración, estar sedientos de

las palabras de Dios.
    Hijitos si el corazón, el alma, esta débil, se fortalece estando en gracia, en

oración, en la Presencia del Señor.
    Hijos míos os pido en este día que empecéis la novena corazón, con amor y fe (*).

Entregaos al Corazón misericordioso de Josua, Jesucristo, El Señor Dios, pidiendo la gracia,

agradeciendo a Jesucristo El Señor por haber enviado a esta Madre Misionera para vuestra

protección y salvación.
    Hijitos os quiero trasmitir a todos vosotros que en vuestros corazones exista la

paz, la luz, el amor a Cristo, El Señor. Con solo pedir y buscar la luz del Señor, El puede

abrir las puertas de vuestros corazones, sacar la roca y la escoria y apartarlos del camino

de oscuridad.
    Aquel hijo que venga hacia la luz por medio del amor y la fe, todo hijo será

escuchado. Vosotros mismos verán la riqueza, la grandeza de la Gracia del Señor.
    Hijitos levantad el corazón y vuestra manos. Reciban de mi Figli mío El Señor, de

sus manos y mis manos, Gracia y Bendición”.
MARIA ROSA MISTICA, Martes 27 de Mayo 2003.
(*)”…Quiero que veneren a mi Madre bajo la advocación de MARIA ROSA MISTICA. Ese día

especial harán todos los años, en el séptimo mes, el 27 a las 10, harán la ceremonia. Daré

abundancia de sanidad todos los 27. Daré toda clase de Gracias. 13 días antes se prepararan,

estarán limpios de corazón cual su conversión, arrepentimiento haya sido sincera. Daré todo

lo que me pidan….
Harán oración por los sacerdotes, la cantidad, la obediencia a seguirme con entereza, con

fe. Harán un padrenuestro, Tres Avemaría y un Gloria, alabanzas a la Santísima Trinidad, e

invocaran a mi madre.
Háganse la Santa Cruz”.
JESUS, 27 de setiembre 2001
NOTA: queremos destacar especialmente este pedido de la Virgen, ya que como dice Jesús en el

mensaje del 18-05-2003 2Yo os doy las Gracias en la proporción de vuestra entrega….Falta

abrir mas vuestro corazón….Quiero que las palabras de mi Madre y sus oraciones sean

respondidas con mas y mas oración y sacrificio hechas con amor sincero….”
De este modo, cuando asistamos a las ceremonias de los días 27, habremos crecido un poco más

espiritualmente y recibiremos más plenamente las gracias y bendiciones de Nuestro Señor y la

Virgen.

Manuel Yanzón, El Algarrobal-Las Heras, Mendoza.


Mensaje N° 142 – P
CUARTA GRACIA
-    LA SANTA CRUZ, FUENTE DE GRACIA VIVA –
Hoy son las 14 y 23 de la tarde, estoy limpiando la vereda. Llega gente de San Juan y luego

una monja. Esta muy sorprendida por el exquisito aroma a rosas que hay. Cuando están leyendo

unos mensajes de la Virgen, veo a nuestra Madre a una cierta altura con una gran luz que la

rodea. Su túnica y su mantilla son muy blancas, como si de ellas saliera esa luz. En su

cintura lleva una cinta celeste, su cabeza esta inclinada hacia nosotros. La Expresión de su

carita es normal. Ella dice:
    “Hijito mío, mi pequeño, hoy nuevamente estoy con todos mis hijos. Especialmente

contigo porque en tus manos esta la gracia de Dios para que mi voz y mis palabras lleguen

hasta el último rincón del mundo.
    Hijito mío dirás a mi pueblo, el mundo entero, y a mis hijos predilectos sacerdotes

estas palabras que os trae esta Madre Misionera, la Madre de Jesucristo, El Señor Dios.
    Hijos míos, sacerdotes, os pide esta Madre que den estas palabras a todos mis hijos

de todo el mundo. Os pido que oren y tengan presente a mi hijo predilecto, el santo Padre.
    Hijitos míos, aquí en este lugar El Señor ha abierto para todos vosotros un

manantial de gracia, de amor, fe, paz, de perdón.
    Hijitos hoy es el tiempo para el arrepentimiento sincero para que en vuestros

corazones exista la verdadera conversión, porque ha llegado la hora en que todos mis hijos

reciban mi gran amor y la gran misericordia que hoy y siempre os da El Señor. El los bendice

hoy y siempre con el Espíritu Santo.
    Hijitos míos venid a esta Madre que ve en cada corazón de mis hijos, la que

intercede ante El Señor y la gran misericordia de Dios que siempre triunfara.
    Hijitos míos no se imaginan lo que El Señor os da: La Cuarta Gracia, que es fuente

de gracia vida: en este lugar y en todas las Casas de Dios del mundo entero deben levantar

una gran cruz sobre una base de siete pies de lado, escalonada con tres escalones. El madero

de la cruz tendrá siete metros de alto; de frente treinta y tres centímetros, igual que los

costados. A los seis metros pondrán el otro madero del mismo espesor y de tres metros de

largo. En ella El Señor Jesucristo, Dios, esta presente. Todos los hijos que oren al pie

mirándola recibirán grandes gracias y bendiciones. Esta cruz tiene la luz que os da El

Señor, es la Luz Viva del Espíritu Santo. Mi hijo Jesucristo os da el amor, la fe, la paz,

la esperanza, la caridad, el perdón.
    ¡No se imaginan hijitos lo que hay en este lugar! Y lo que habrá donde esta la Santa

Cruz, porque El tendrá abierto el corazón y sus brazos extendidos hacia vosotros. Mi Hijo

Jesucristo, El Señor, Dios os da y prodiga grandes gracias a aquellos que no reniegan de es

Madre Corredentora, de todas las gracias. La que intercede y se inclina ante El Señor por

aquellos pecadores para guiarlos hacia la salvación.
    Yo, vuestra Madre, os pido no dejen nunca la oración.
    Yo, vuestra Madre, con mis ángeles recojo cada oración como una flor y todas

vuestras intenciones de tantas almas, para que hoy y siempre sean transformadas en gracia de

amor,  de paz, de fe, de concordia y de luz del Señor.
    Os doy mi Santa Bendición”.
MARIA ROSA MISTICA, Sábado 07 de Junio 2003
Mensaje N° 142 – P
REUNANSE PARA COMPARTIR LA EUCARISTIA
    Hoy son las 11 y 37 de la mañana, estoy con la gente en la gruta. Ante nosotros las

dos imágenes grandes de la Virgen comenzaron a llorar. Una persona muy dura de corazón e

incrédula comienza a llorar implorando perdón y mostrando arrepentimiento. Así es nuestra

Madre que nos da tantos signos para hacernos ver que Ella siempre está ahí, presente. En

este momento empiezo a recibir mucha fuerza o energía. Ante mí y sobre la gruta veo una gran

luz y a la Virgencita, muy nítida, como una persona, Ella dice:
    “Hijito mío, mi pequeño, dirás a mi pueblo, al mundo entero y a mis hijos

predilectos los sacerdotes. Den hoy y siempre las palabras que hoy y siempre os trae esta

Madre de amor, de misericordia. Estoy aquí con todos vosotros. Hoy os digo: hijitos sepan

ver y valorar las cosas que El Señor os da. Sean ustedes los que hoy y siempre alaben a

Dios, El Señor, con estas palabras que os trae esta Madre Corredentora, la que hoy y siempre

os trae las palabras de Jesucristo, El Señor.
    El Señor os pide que en estas palabras sepan tomar conciencia de las gracias y dones

que os da Dios Padre, que en día de reposo encuentren en la Casa de Dios la paz; que en

vuestros corazones encuentren la luz; que las personas y las familias sepan tener un tiempo

para El Señor reuniéndose para compartir la Eucaristía en paz, en alegría, como verdaderas

familias cristianas; compartir con los mismos sentimientos de amor, de misericordia de esta

madre que hoy os pide abrid vuestros corazones como verdaderos hijos de Dios.
    Hijitos tomen en vuestras manos el Santo Rosario, yo orare con vosotros; así el

Espíritu Santo esté con vosotros y puedan ver con sus ojos la obra de Dios.
    Hijitos, oren y sepan pedir de lo mas profundo de vuestros corazones; estén en

gracia; pidan en el Nombre de Dios Padre que se haga Su Voluntad; sepan dejar la soberbia,

ese interés mezquino, la vanidad; sepan recuperar el tiempo perdido por ese alejamiento de

Dios.
    Hijitos, orar es reconocer la necesidad de buscar al Señor. El Señor ha puesto a

esta Madre Auxiliador, la que los toma en sus brazos y los lleva al Señor.
    Hijitos, El señor con su gran misericordia os pide a todos mis hijos que se

conviertan ahora y no mañana. Convertirse significa abandonar todas las cosas inútiles, el

pecado que los condena y los aparta de Dios. Esta Madre os pide hoy: ¡Abandónense en mis

brazos!
    Hijitos ustedes pueden hoy recibir una gracia inmediata, la cual será dada según

vuestra entrega y disposición de corazón. El Señor no necesita que me den cien, mil

oraciones; hijitos os digo: mas vale una oración bien hecha, con amor y fe, con deseo de

encontrar a Dios en vuestros corazones.
    Hijitos míos recen a gran voz el Rosario; no es un adorno. Es para orar, orar, orar.

En la oración encontrarán el gozo y grandes gracias.
    ¡Cuanta alegría me dan al ver aquellos hijos que llevan las palabras de Dios e

incrementan la oración en vuestros hijos y hermanos!
    Reciban de mis manos copiosísima Gracia y Bendición”.
MARIA ROSA MISTICA, Viernes 13 de Junio 2003.
Manuel Yanzón, El Algarrobal-Las Heras, Mendoza.
Mensaje N° 143 – P
27 de Diciembre – LA HORA DEL SANTO ROSARIO
    Hoy son las 10 y 7 de la mañana, estoy con gente de Buenos Aires, Chile y Mendoza.

Vienen oleadas de aroma a rosas, todos lo perciben. Luego miran al sol que esta danzando. Me

retiro al cuarto donde yo rezo y comienzo a sentir un coro muy hermoso, se forma una luz

celestial y siento su voz. Al mirar al centro de la luz veo a la Virgencita con su carita

dulce y una sonrisa muy hermosa:
-    “Madre mía, ¡Cuanta alegría me da al verla sin lagrimas….sin tristeza!”-
-    “Hijito mi, mi pequeño, es la alegría de una Madre que ve a sus hijos que viene a su

encuentro”.
-    “Madre mía, muchos son los sacerdotes que piden que Usted les de una misión”.
-    “Mi pequeño, ¡Cuánto he esperado esta pregunta! Hoy esta Madre os da la respuesta a

través de su Hijo Josua, Jesucristo, El Señor Dios:
“Hijitos míos, os pido a todos los sacerdotes del mundo entero: Hoy es el día de Gracia y

mañana. Os pido den las palabras de mi Madre a mi pueblo, el mundo entero. Sientan este

llamado que es del Señor. La Casa de mi Padre os pide respondan a estos agravios, esta

dureza, este gran desafío del enemigo que procura destruir la Casa de mi Padre.
    Hijos de todo el mundo, os pido, la Casa diocesana de mi Padre hoy  viene a ser

renovada por su amor, su fe, a través de mi amadísima madre con su Corazón Inmaculado, dueña

y Reina de la Casa de mi Padre.
    Os pido a todo varón y mujer, esta es la verdadera evangelización que no seria

completa si no tomaran de ejemplo las palabras de mi Madre. Mi querida madre es hoy y

siempre Modelo de la Casa de mi Padre. Os pido a todo el mundo tenerla siempre presente;

sepan descubrir en Ella la bondad, la gracia. Actitudes de amor y de misericordia tengan

todos vosotros con vuestra presencia acá y en la Casa de mi Padre. Sean es luz, así todo

será posible, una casa renovada junto a esta Madre en este año del Santo Rosario, esta Madre

peregrina que hoy y siempre los acompaña a todos sus hijos a peregrinar, la que hoy los guía

hacia Jesucristo, el Señor Dios”.
(Ahora vuelve a hablar la Virgen:)
    “Deseo que todos mis hijos predilectos sacerdotes hagan de este año convocado por el

Santo Padre, el año del Santo Rosario. Os dice mi Señor; mi Hijo Jesucristo, Dios que os

dará todos los años el día 27 de diciembre a las 15 y 7 de la tarde en todas las Casas de

Dios durante una hora de gracia, una fuente viva del Espíritu Santo. A esta hora lo que

pidan, hasta aquello imposible, El Señor lo concederá. Se hará en todo el mundo la Hora del

Santo Rosario; Yo vuestra Madre MARIA ROSA MISTICA estaré presente y de mis manos daré las

Gracias.
    Hijitos os pido una preparación de trece días antes y con vuestro corazón dispuesto

al Señor.
    Hijitos esta Madre Misionera está aquí con vosotros; en mis manos esta el Santo

Rosario, quiero con mi Hijo Jesucristo, El Señor Dios, orar.
    Orar es hacer que otros corazones se abra a Dios, sientan la necesidad y busquen las

manos del Señor quien con El Espíritu Santo les abrirá los ojos para verlo y sentirlo cerca.

Toda oración y plegaria, el Santo Rosario, son un manantial de gracia cuando se rezan de

corazón. Con el Rosario se desarma y disminuye toda acción del enemigo del mundo.
Hijitos el Rosario fortalece los caminos hacia mi Hijo Jesucristo, El Señor Dios, y hacia

esta Madre.
    Hijitos os pregunto ¿Qué es lo que ustedes aportan al Señor si solo son negación,

reproches, alejamiento? En muchos hijos sus corazones son una roca que mi Hijo Jesucristo os

da su corazón abierto; os da a manos llenas su gran Misericordia.
    El Señor os pide a todos: abran vuestro corazón, que en él nazca la verdadera

conversión.
    Hijitos, es bueno ponerse frente al Señor como son, con lo que tienen es sus

corazones; que en ellos nazca el deseo de compartir todo con El Señor.
    Hijitos hoy es el tiempo de volver al cristianismo; es a través del Santo Rosario.

Que esta devoción de amor y amistad, de hermandad, llegue a todos mis hijos y hermanos de

todo el mundo. Deseo que en todos los corazones cultiven y crezca en cada uno el amor, la

fe, el respeto, la enseñanza que os da a través de estas palabras El Señor.
    Hijos míos laicos, sacerdotes, vicarios, obispos, cardenales y el Sumo Sacerdote, os

pido tengan siempre presentes las palabras que os da El Señor. Hagan de ellas el manantial

de gracia que os dan las palabras del Señor, Dios; hoy y siempre es la verdad.
    Reciban la Santa Bendición”.
MARIA ROSA MISTICA Y JESÚS, domingo 22 de Junio 2003
(Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo)
Manuel Yanzón, El Algarrobal-Las Heras, Mendoza.

Mensaje N° 144 – P
OS HE DADO MI MADRE PARA TRAER LA LUZ, LA PAZ AL MUNDO
    Estoy en la celebración que se hacen todos los veintisiete. Ya desde ayer siento

algo muy fuerte, de a ratos diento angustia o alegría, siento alguien a mi lado. Hoy durante

el rezo del Santo Rosario siento mucha fuerza o energía, no se que palabra  utilizar. Luego,

a las 10 y 17 de la mañana veo descender una luz muy celestial que se detiene sobre las

personas; veo a nuestra Madre y al Señor. Ella viene con una túnica color crema claro y una

capa muy blanca con los bordes como plata, que da una gran luz. Tiene una mantilla sobre su

cabeza, como si fuera una luz, y sobre esta lleva una corona dorada con estrellas que llevan

en su centro rosas rojas cono de terciopelo.
    El Señor lleva una túnica color marrón claro con un cordel atado en su cintura; su

manto es rojo. Su cabello ondulado cae sobre sus hombros, su barba no es muy poblada. Su

rostro es triste pero su mirada muy brillante, casi con lagrimas. Tiene su mano derecha

levantada, bendiciéndonos. Los dos vienen descalzos. Es la Virgen la que comienza a

hablarnos, Ella dice:
    “Hijito mío, mi pequeño, hoy y siempre estaré con vosotros.
    Dirás a mis hijitos de todo mi pueblo, el mundo entero. Sepan hoy tomar cada palabra

que trae esta Madre de amor, de misericordia; la que trae las palabras del Señor.
    Hijitos os pido no se aparten del camino de Dios ni busquen donde no estoy. Solo hay

un solo Dios, una sola palabra, un solo amor, una sola fe. Crean en las palabras de esta

Madre quien os da las fuerzas, la confianza que está acá en estas palabras, las cuales son

una nueva luz que nacerá en todos los corazones a través de vuestra conversión. Así estarán

en un nuevo camino hacia el Señor.
    Si todos mis hijos caminaran por el camino del Señor, el mundo encontraría la paz.

Si todos volvieran a Dios y tomaran las palabras que os trae esta Madre de amor y de

misericordia, la paz se haría en todo el mundo. Hoy le pido al Santo Padre os dé al mundo

este torrente de gracia que os da mi hijo Jesucristo, El Señor Dios. ¡Si en el mundo mis

hijos tomaran conciencia de la importancia de la oración! ¡Si la tomaran aquellos hijos que

no tiene luz en sus corazones, que son no creen ni en sí mismos porque en sus corazones solo

hay ambición, egoísmo! Su fe es muy débil porque no creen en las palabras de Dios ni tienen

tiempo para la oración.
    Oren, oren en estos días, en víspera de mi aniversario que es en el séptimo mes en

el día de Gracia dado por El Señor, Yo, vuestra Madre, desciendo hoy y todos los días

veintisiete a este lugar bendito, suelo argentino.
    Hijitos hoy y siempre estén dispuestos en vuestro corazón a recibir las gracias del

Señor y de esta Madre quien las da a manos llenas.
    El Señor Dios se hace presente por medio de su Madre…..
    Sientan el llamado en vuestro corazón de quien hoy esta hablando: Soy Yo, El Señor. 

Hijos os he dado mi Madre para traer la luz, la paz al mundo; para acrecentar vuestra fe y

amor a vuestros hijos y hermanos. Os pido que la oración se hoy y siempre intensa de

corazón. Pidan cada día por la paz del mundo-
    Hoy os digo a todos los hijos del mundo: confíen en vuestros corazones y vuestras

almas a mi amadísima Madre, medianera de gracia, de amor y de misericordia.
    Hijos siempre pónganse en la Presencia del Señor para que reciban mis palabras,

todas las gracias de amor, fe, conversión. Yo estoy haciendo conocer hoy y siempre la

voluntad de mi Padre. Yo, El Señor, no cesare de dar las palabras de mi Padre. Si hoy

vuestro corazón esta dispuesto a amarlo, conocerán la Gran Misericordia. Su presencia esta

aquí, en sus palabras. Quiero que todos los corazones den frutos de amor, fe obediencia de

alabar a Dios por sobre todas las cosas.
    Os doy en el Corazón de mi Madre la Luz del Espíritu Santo.
    Os doy de mis manos la Bendición”.
MARIA ROSA MISTICA Y JESÚS, Viernes 27 de junio 2003.
(Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús)
Manuel Yanzón, El Algarrobal-Las Heras, Mendoza.


Mensaje N° 145 – P
¡HOY ES EL TIEMPO!
    Hoy son las 17 y 33 de la tarde, estoy solo orando y pidiendo una ayuda o una

orientación para poder seguir adelante. Mientras rezo grandes lágrimas caen de mis ojos… mi

tristeza, no saber qué hacer, cómo seguir… Es en ese instante que percibo el aroma a rosas.

Levanto la cabeza y ante mi hay una gran luz celestial; veo a la Virgencita inclinada,

orando. Luego Ella levanta su cabeza y me mira, de sus ojos también caen lágrimas:
-“Madre mía, le ruego y le pido porque no sé qué hacer con sus palabras. El Arzobispo dice

que no las dé”.
“Hijito mío, mi pequeño, cuánta nobleza hay en tu corazón. Hoy obedecerás un tiempo a la

Casa de Dios. Si mis palabras siguen tiradas en los cajones, tú y mi pueblo darán cada

palabra.
Hoy tu obediencia engrandece al Señor”.
    “Madre mía ¿Cuándo las daremos a sus palabras?”.
    “Hijito, hoy esta en las manos de mis hijos predilectos sacerdotes. Si ellos no

actúan, lo hará mi pueblo porque hoy y siempre son las palabras del Señor. Donde quiera que

éstas vayan yo, vuestra Madre Corredentora, llevo abundancia de gracia. Porque hoy y siempre

mi Hijo Josua, Jesucristo, El Señor Dios, propaga la luz, la fe, el amor, la conversión, la

salvación que traen mis palabras y que hoy y siempre serán reveladas”.
    “Madre mía ¿Por qué esa dureza en algunos sacerdotes y otros son tan marianos?:

ellos si creen en sus palabras”.
    “Mi pequeño, son aquellos que viendo aun no creen. Diles que busquen un pétalo de

rosa donde están mis lágrimas hace más de veintiún años. Les concedí esa gracia; aun se

conserva”.
    “Hijo mío dirás a mi pueblo del mundo entero estas palabras que hoy y siempre os

trae esta Madre, que hoy viene a salvar a sus hijos.
    Hijitos míos hoy es el tiempo de encaminar vuestros pasos al Señor. Yo, María,

vuestra Madre Misionera estoy hablando como en Fátima, Lourdes, La Salette.
Hoy os diré el por qué de mi presencia: PORQUE DE AQUIE HABLO AL MUNDO. Si estoy aquí es

para recordarle a cada hijo ORAR, ORAR, ORAR. Hacer sacrificio, ayuno por la conversión de

los pecadores para que todos encuentren en su corazón la fuerza, la luz que os trae las

palabras del Señor.
    Hijos os pido ESTÉN ATENTOS HOY, NO MAÑANA. Porque el mundo está viviendo hoy la

lucha espiritual con el enemigo, dentro y fuera de la Casa de Dios porque todos, hijitos,

son Casa de Dios. Si están en la presencia del Señor vencerán todo.
    Hijitos no se engañen, el enemigo es muy astuto; el mundo está dividido por lo cual

todos están en peligro. Hoy el mundo está siendo dividido en dos partes: Cristo El Señor,

Dios y Anticristo. Éstos son aquellos que están ciegos, hacen oídos sordos a las palabras de

Dios; son esos corazones fríos e incrédulos y ellos en mundo está en peligro. No saben lo

que viene si no obedecen y se apartan de las tinieblas. Es obra del enemigo que busca

destruir la Casa de Dios.
    Hoy esta Madre está presente para fortalecer vuestros corazones, vuestra fe, vuestro

amor hacia Dios, porque vienen grandes pruebas para aquellos hijos creyentes y no creyentes;

los que están con Dios y los que no están. Dichosos serán aquellos hijos que obedecen a mi

Hijo, Jesucristo, El Señor. Aquel hijo que no está conmigo está contra mí; leed Lucas 11,

23.
    Hijitos os pido orar el Santo Rosario diariamente, por las gracias que os da esta

Madre; os pido ayuda a conservar y aumentar vuestra fe, el amor, el perdón, la conversión de

aquellos pecadores.
    ORAR, ORAR, por la conversión hoy del comunismo, del ateísmo, por aquellos

incrédulos que viendo no ven las gracias de Dios.
HIJITOS OS PIDO SER FIELES A DIOS. OS PIDO ORACION Y EL SANTO ROSARIO POR LA CONVERSION DE

LOS PECADORES, POR AQUELLOS HIJOS QUE HOY ESTÁN EN TINIEBLAS, POR QUE SEAN VERDADERAS

FAMILIAS CRISTIANAS; POR HIJOS PREDILECTOS SACERDOTES PARA QUE SEAN RELIGIOSOS Y VERDADEROS

SANTOS. OS PIDO OBEDECER A DIOS Y HABRA PAZ EN EL MUNDO.
     Os doy de mis manos la Santa Bendición”.
MARIA ROSA MISTICA, Domingo 29 de Junio 2003.
(Solemnidad de los Apóstoles Pedro y Pablo)
Manuel Yanzón, El Algarrobal-Las Heras, Mendoza.

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